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El peso cede contra el dólar y más contra otras monedas

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Luis Varela 20 abril de 2021

Por Luis Varela

En un día caracterizado por la batalla judicial entre la CABA y el Gobierno Nacional por la presencialidad de los alumnos en las aulas, con 20.462 nuevos contagios con Covid, 248 muertes más, y con 65,8% de camas de terapia intensiva ocupadas en el país y 74,5% en el Área Metropolitana de Buenos Aires, la reacción que tuvo ayer el mercado financiero fue una nueva debilidad del peso argentino, con un muy tímido repunte para las acciones y los bonos locales.

El foco de todas las miradas está puesto en la llegada de vacunas, que siguen entrando a cuentagotas, con muchísima gente mayor de 60 años desesperada, mirando el mundo desde sus ventanas, con mucha gente muy asustada porque los casos de contagio son balas que pegan cada vez más cerca, en amigos o familiares. Y muchos pusieron el ojo en la actuación de un Martín Guzmán que está en Rusia pidiendo apoyo con el FMI y más vacunas Sputnik V, con un ministro que se encontró con que los rusos también sufren altísima inflación en alimentos, con Vladimir Putin prohibiendo exportaciones para ver si frena la oleada alcista de los precios.

Los mercados abiertos a los capitales, sin embargo, siguen gozando de inundación de dinero, crédito hasta el techo, sobre todo en Estados Unidos, con un estímulo de Joe Biden que sigue regando dólares desde helicópteros, tanto que ayer el dólar volvió a perder terreno contra todas las monedas del mundo: en consecuencia, ayer en el exterior el dólar bajó 1% contra la libra esterlina (que se convierte en la moneda del año), achicó 0,7% en Brasil, 0,6% contra el yen, 0,5% contra el euro y el mexicano y cedió 0,3% en Chile.

Particularmente, como el Banco Central tuvo que emitir unos $30.000 millones la semana pasada por la licitación de deuda fallida que afrontó el Tesoro, ayer el peso se hundió contra todas las monedas, y el dólar fue el que menos ventaja sacó de todos. Los dólares oficiales son usados como ancla, el dólar mayorista fue subido 1,7% en los últimos 30 días, contra una inflación que rueda al 4,8% mensual, por lo que Argentina sufre ahora una inflación en dólares del 3% mensual, algo que terminará dinamitando el superávit comercial.

Así, ayer, el dólar turista subió 11 centavos hasta $162,67, el oficial subió 7 centavos hasta $98,59, el blue subió $1 hasta $143 y el mayorista subió 11 centavos hasta $92,92. El BCRA sumó US$ 69 millones a las reservas, hasta US$ 40.147 millones. El dólar MEP subió 78 centavos hasta $144,49 y el Contado Con Liquidación (CCL) lo hizo 46 centavos hasta $152,44 pesos. Y en consecuencia la brecha entre el dólar oficial y el blue volvió al 45% y la del CCL y el mayorista subió al 64%

Y a pesar de que los dólares subieron pero no demasiado, sin que el Gobierno interviniera tanto con bonos, ni vendiendo reservas, el peso argentino siguió retrocediendo contra otras monedas no dólar. Ayer, medidos en pesos, la libra subió $1,45 hasta $129,96, el euro subió 61 centavos hasta $111,83 y el real subió 14 centavos hasta $16,75.

Lo más llamativo del caso es que pese al último dato de inflación, que da un IPC crucero cercano al 60% anual, y a pesar de haber afrontado la semana pasada una licitación de deuda en pesos que terminó en un claro fracaso, la autoridad monetaria siguió dejando quietas las tasas de interés: el BCRA le siguió pagando a los bancos 38% por las Leliq y las entidades le siguieron pagando a los depositantes 37% por los plazos fijos, con colocaciones tradicionales que se están licuando en el banco, perdiendo poder de compra minuto a minuto.

Con ese contexto, el ministro Guzmán sigue buscando aliados para que el Club de París apruebe la postergación por dos meses del vencimiento por US$ 2.400 millones que se debe pagar el 30 de mayo y evitar que el país sea declarado en default. Algunos creen que posiblemente llegue una dispensa, y ayer los bonos recuperaron algo de precio y el riesgo país bajó de una manera insignificante: achicó 6 unidades y terminó en 1.590 puntos.

El mundo financiero, mientras tanto, sigue en una gigantesca rotación de posiciones, con miles de inversores saliendo de activos que subieron demasiado y tomando valores que se retrasaron, en una movida que los expertos consideran de patas bastante cortas, ya que todos aseguran que un recorte de proporciones llegará con foco en Wall Street más tarde o más temprano.

Ayer, de hecho, los principales índices de la Bolsa de Nueva York mostraron una baja de entre 0,4% y 1%, con el Nasdaq como el más perjudicado, y con muchas empresas que estuvieron muy de moda últimamente sufriendo recortes mayores por distintos motivo: Moderna cedió fuerte por retrasos en las entregas y Tesla sintió un recorte porque uno de sus vehículos sin chofer tuvo un accidente y mató a dos personas. Y detrás de la baja en la Bolsa norteamericana, las del sur del Río Bravo también estuvieron débiles: San Pablo achicó apenas 0,1% pero la de México bajó 1,3%.

En Buenos Aires, sin embargo, el índice Merval logró subir 0,8%, aunque con volúmenes muy reducidos: $506 millones operados en acciones y $1.666 millones en Cedears, y con varios agentes bursátiles locales advirtiendoles a sus clientes que en este momento no confiaría tanto en comprar papeles de Wall Street porque puede haber una baja pronto.

Lo significativo, y que le está dando espaldas al BCRA en este momento tan complicado, es que la debilidad del dólar le sigue dando sostén a las materias primas, y mientras las cotizaciones de lo que América Latina le vende al mundo sigan sostenidas, hay espacio para seguir aguantando e ir recuperando de a poco.

Con el dólar débil, ayer hubo una suba del 0,7% para el petróleo, los metales preciosos estuvieron débiles, sin reacción, porque las tasas largas de EE.UU. se afirmaron algo de nuevo, pero entre los metales básicos el cobre saltó a su valor más alto en una década y de ahí que la Bolsa chilena sea la mejor en lo que va de este año (además de los avances en el proceso de vacunación). Y en lo que más le importa a Argentina, la soja subió otro escalón, hasta su mejor cotización en siete años, aunque en Rosario los precios bajaron, porque los productores están acelerando ventas para darle espacio a la cosecha gruesa.

Y donde quizás más se está graficando lo que sucede en este momento, y que va a suceder a lo largo de los próximos cien días, se está viviendo en el panel de criptomonedas. Los inversores de avanzada, que habían comprado Bitcoin hace mucho, con precios muy bajos, están vendiendo y comprando otras criptos con espacio para subir, como el Dogecoin, que ayer anotó un alza del 25% (del 450% en una semana), con un valor de mercado de más de US$ 50.000 millones, mientras que los que compraron Bitcoin a US$ 65.000 ayer lo veían a menos de US$ 56.000, y se preguntaban qué hacer a partir de ahora.

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