El ministro de Relaciones Exteriores de China, Wang Yi, en un discurso difundido hoy, advirtió a Estados Unidos que no se involucre en los "asuntos internos" de China, diciendo que "ambas partes deben respetar el principio de no interferencia".
Joe Biden prometió un enfoque de línea dura con China. Las tensiones entre ambos se habían intensificado durante años bajo la administración Trump.
Wang pidió a Estados Unidos que "elimine todas sus restricciones irrazonables a la cooperación bilateral lo antes posible" y "no cree nuevos obstáculos", aunque no especificó cuáles son las restricciones.
El ministro de Relaciones Exteriores también instó a Estados Unidos a no cruzar una "línea roja insuperable" al socavar el reclamo de China sobre Taiwán, la isla gobernada democráticamente que se separó del continente en 1949.
Wang además dijo que el gobierno chino "no tiene margen para el compromiso" sobre Taiwán, y agregó que Biden debería "cambiar por completo las peligrosas prácticas de la administración anterior de cruzar la línea y jugar con fuego".
"Es importante que Estados Unidos reconozca esto lo antes posible, de lo contrario, el mundo permanecerá lejos de la tranquilidad", advirtió.
La llamada
Pese a esto, Wang dijo que los dos países podrían cooperar en temas como la recuperación económica de la pandemia de coronavirus. Señaló una llamada telefónica de dos horas entre Biden y el presidente chino Xi Jinping a principios de este año como una señal de que las naciones podrían reconstruir su relación.
"Estamos listos para trabajar con Estados Unidos para dar seguimiento al resultado de esta importante llamada telefónica y poner las relaciones entre China y Estados Unidos en un nuevo camino de crecimiento saludable y constante", dijo.
