El Economista - 70 años
Versión digital

vie 26 Abr

BUE 17°C

Biden más cerca de la Casa Blanca

biden
biden
05 noviembre de 2020

Dos días después de las elecciones presidenciales en Estados Unidos todavía no se sabe quién ganó. Pero claramente todos los datos conocidos favorecen a Joe Biden que está muy cerca de lograr los 270 electores que se necesitan para ganar. Si mantiene su liderazgo en Arizona  y Nevada, será el próximo presidente sin importar lo que ocurra en Pennsylvania ni en Georgi a en donde Donald Trump va al frente, pero su ventaja se va achicando y todavía faltan contar votos.  Mientras Biden se muestra confiado, Trump apuesta por judicializar el proceso.    

En una primera lectura política de los resultados se destaca la enorme estabilidad de los comportamientos electorales porque, en principio, sólo tres estados ? Arizona, Michigan y Wisconsin-  cambiarían de manos con relación a los resultados de 2016, y por una mínima diferencia. Por otra parte, los tres estados industriales que concentraron la atención de los analistas en los últimos meses ? Michigan, Pennsylvania y Wisconsin- mantuvieron la incógnita hasta el final. Los dos primeros recién se definieron a favor de Biden  el miércoles a la tarde.

Los demócratas esperaban, basándose en encuestas que otra vez resultaron incorrectas,  que ganarían con comodidad Michigan y Wisconsin, que terminaron siendo muy peleados. Pero la mayor sorpresa es que no hubo un masivo voto anti Trump como pensaban muchos analistas y terminará cosechando arriba de 70 millones de votos, más que en 2016. La ola azul definitivamente no se produjo y Trump demostró una solidez electoral superior a la prevista.

Los resultados mostraron que las diferencias entre estados azules y colorados se mantienen como en las últimas elecciones al igual que al interior de cada uno de ellos. Así los republicanos predominan en las zonas rurales y las ciudades más chicas y los demócratas en los grandes centros urbanos. Por otra parte, la afluencia récord no pareció alterar los patrones electorales tradicionales, es decir que los “nuevos”  votaron igual que los “habituales”.

Tampoco se produjo un cambio de manos en el Senado que seguirá controlado por los republicanas, y como la Cámara de Representante seguirá en manos demócratas, habrá un gobierno dividido cualquiera sea el Presidente. En ese contexto,  el  Partido Republicano será trumpista por los próximos años y eso anticipa una fuerte resistencia en el Senado a las iniciativas de Biden.

Seguí leyendo

Enterate primero

Economía + las noticias de Argentina y del mundo en tu correo

Indica tus temas de interés