“Los gobiernos deben tomar medidas para mejorar el cumplimiento tributario, y evaluar la aplicación de impuestos más altos para los grupos más acaudalados y las empresas más rentables”, sentenció ayer el director del Departamento de Finanzas Públicas del FMI, Vitor Gaspar.
“Los ingresos resultantes contribuirían a pagar servicios críticos, como las redes de salud y de protección social, en una crisis que ha afectado de manera desproporcionada a los segmentos más pobres de la sociedad”, añadió.
Por cierto, Gaspar hablaba en términos genéricos e inespecíficos, pero algunos lo interpretaron como un aval al proyecto de ley, impulsado por Carlos Heller, que debate el Congreso de Argentina y propone un nuevo gravamen sobre los patrimonios superiores a $200 millones.
La propia economista jefa del FMI, Gita Gopinath, había sugerido algo similar, el miércoles. Los impuestos, dijo, tienen que ser más progresivos y las grandes empresas tienen que pagar “lo justo” en un contexto de retracción generalizada de la recaudación tributaria.