Las autoridades libanesas afirmaron que la enorme explosión del martes en el puerto de Beirut probablemente fue causada por 2.700 toneladas de nitrato de amonio almacenado en un depósito, y el primer ministro Hassan Diab prometió que los "responsables de esta catástrofe pagarán el precio".
La explosión mató al menos a 100 personas e hirió a 4.000, dijo el Ministerio de Salud del Líbano, y muchas personas aún están desaparecidas y temen que puedan estar atrapadas bajo los escombros.
La explosión arrasó edificios, volcó autos y explotó ventanas. Los hospitales de Beirut, ya bajo estrés debido a la pandemia de coronavirus, ahora están abrumados por los pacientes, y las instalaciones médicas están pidiendo donaciones de sangre y generadores.
El gobernador de la ciudad, Marwan Abboud, dijo a los periodistas que "nunca en mi vida había visto un daño tan grande ... esta es una catástrofe nacional. Esto es un desastre para el Líbano".