En la semana que concluyó el 13 de junio se pidieron en Estados Unidos 1.508.000 subsidios por desempleo, mientras que en la anterior habían sido 1.563.000.
Los analistas esperaban una caída mayor, pero las solicitudes, si bien están lejos del pico de casi 7.000.000 de fines de marzo, se mantienen en niveles elevados lo que demuestra que en muchos sectores se siguen destruyendo empleos al mismo tiempo que otras actividades se están normalizando.
La semana pasada, 20.500.000 personas recibieron subsidios, se trata de un nivel muy alto, pero que se ha mantenido estable recientemente luego de haber llegado a un máximo de 25.000.000 a principios de mayo.
En la medida en que se vayan abriendo actividades que emplean a mucha gente como los servicios y que retomen su ritmo habitual las grandes ciudades como Nueva York, se recuperarán empleos, pero al mismo tiempo, como muchas empresas pequeñas quedaron en el camino por la recesión, hay trabajos que se perdieron definitivamente.
Ese escenario con luces y sombras para los próximos meses, anticipa una lenta recuperación del mercado laboral que podría mostrar una tasa de desempleo en torno al 10% cuando finalice el año, más del doble de la que se registraba cuando comenzó.
