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El país saturó el mercado de deuda

Según F&E, Argentina emitió más deuda que Brasil, México, Perú y Colombia juntos.

17 agosto de 2016

por Mariano Cúparo Ortiz

Una de las cuestiones sobre las que ya se va teniendo ciertas certezas, no porque haya salido confirmación oficial, sino porque se va generando cierto consenso, es la imposibilidad de alcanzarla, es que la meta de 3,3% de déficit fiscal para 2017 va a ser descartada.

Algunos, como los economistas de Economía y Regiones, sostienen que se planteará en el próximo presupuesto; otros, como Nicolás Dujovne, aseguran que es inalcanzable sin caer en nuevas privatizaciones y otros alertan que, de cara a un año electoral, no se puede esperar siquiera una pequeña atenuación del gasto fiscal para los próximos tiempos.

Y una cuestión que surge en cada discusión es el financiamiento de ese déficit y sus consecuencias, que en este año llevó a Argentina a emitir más deuda que la suma de lo emitido por Brasil, México, Colombia y Perú.

De hecho, la suma de las emisiones de deuda pública de esos cuatro países en lo que va del año da US$ 9.359 M mientras que Argentina emitió ni más ni menos que US$ 9.950 M en títulos públicos. Y eso sin tener en cuenta las emisiones que se hicieron para cubrir la deuda con los fondos buitres. En ese caso, el total llega a US$ 19.250 M.

Es decir, en realidad, en lo que va del 2016 se emitió más que el doble de lo que emitieron los cuatro países latinoamericanos mencionados: los gigantes del continente, Brasil y México y los integrantes de la Alianza del Pacífico, Colombia y Perú. Los datos surgen de un informe de F&E Consult, consultora capitaneada por Hernán Hirsch.

Las consecuencias

Las consecuencias de esta emisión de deuda preocupan a distintos sectores del abanico económico y político. Están los que señalan que estos ingresos de divisas que hoy permiten financiar las necesidades de corto plazo mañana serán salida de dólares que, si no se generaron los medios infraestructurales necesarios para generar divisas, ya sea mediante el ahorro de importaciones o la generación de mayores valores de exportación, implicarán nuevas deudas y una bola de nieve imparable.

Otros acentúan que la emisión de bonos en dólares es también emisión de billetes (la famosa maquinita), ya que el Gobierno precisa financiar un déficit en pesos y a esos pesos se los da el BCRA, lo que luego implica la necesidad de esterilizar y subir la tasa de interés. Otros explican cómo todos los caminos llevan a la apreciación del dólar y a una caída de la competitividad.

En su último informe, F&E Consult agregó una nueva consecuencia que, aunque no tiene la negatividad de las anteriores, resulta interesante: Argentina, al sobrecargar el mercado de bonos públicos, frenó la caída del riesgo país que se venía dando en los meses posteriores a la salida del conflicto con los holdouts de la mano de la regularización de la situación en términos de endeudamiento.

Riesgo país

De hecho, tal como muestra el informe, en términos relativos el riesgo país argentino frenó la caída que venía experimentando con el exceso de oferta. Esto es por un freno en la caída de la tasa de interés que ocurre por la propia saturación de bonos ante la alta impresión. En febrero, una comparación entre el riesgo país argentino y el del promedio de los países emergentes daba 260 puntos, el pico previo al arreglo con los buitres. Tras la salida del conflicto la caída llevó al índice relativo hasta 120 en junio y desde entonces experimentó subidas y bajadas, con el resultado de que hoy está apenas arriba de lo que estaba en junio.

Así, tal como sostiene Hirsch, “la mayor integración financiera global impulsada y lograda por el Gobierno con la salida del default y del cepo cambiario” y “el mayor apetito mundial por riesgo como consecuencia de la abundante liquidez global y la creciente oferta de deuda internacional con rendimientos negativos” implicó esta sobreabundancia de endeudamiento que tiene como consecuencia el mencionado freno al riesgo país que, a su vez, se habría generado por las mismas causas.

A futuro Hirsch espera que el blanqueo genere un incremento en la demanda de títulos públicos, ya que suscribirlos estará desgravado impositivamente, aunque no espera que sea un boom. Eso, sumado a un “acople hacia la normalidad” y un potencial repunte de actividad económica podría implicar una mínima mejora de la performance relativa de los títulos locales, que permita que se muevan a la par de los de los regionales.

De hecho, entre mayo y el presente, los bonos brasileños a veinte años bajaron su tasa de interés desde casi 7% hasta 5,5% mientras que los argentinos lo hicieron desde casi 8% hasta 7%. Y el riesgo país comparados entre ambas naciones, que habían mostrado una buena caída para la economía local, desde 200 en mayo hasta menos de 120 en junio, mostraron un repunte negativo hasta cerca de 180 en la actualidad.

Si bien prevé una leve mejora, el informe sostiene: “De todos modos, no prevemos una mejora relativa significativa mientras que la oferta potencial de deuda argentina siga siendo importante, producto de un déficit fiscal y un gasto público elevado (convalidado por funcionarios del Gobierno)”.

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