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¿Quién le debe a quién?

La deuda externa argentina asciende a US$ 276.000 millones. Apelando a jurisprudencia internacional reciente, se puede cancelar esta deuda exigiendo a la Unión Europea un justificado resarcimiento por daños y perjuicios. 

¿Quién le debe a quién?
José Luis Kelly 15 mayo de 2023

En febrero del 2016, la mayoría de los habitantes de Reino Unido votaron a favor de la salida de la Unión Europea (UE). El proceso de separación, al que se denominó Brexit, duró cuatro años, formalizándose en enero del 2020. 

Entre las arduas negociaciones, reproches y reclamos que se dieron durante el proceso, llamó la atención la exigencia de la UE de un resarcimiento económico por 100.000 millones de euros, para cubrir los daños y perjuicios que ocasionaba el abandono británico

Trasladándolo a nuestra realidad, esos 100.000 millones equivalen aproximadamente a 35% de la deuda externa argentina. Ahora bien, si la UE exigía ese resarcimiento por los servicios prestados durante algunas décadas de convivencia pactada de común acuerdo. ¿De cuánto hubiera sido el reclamo si se hubiera tratado de una adopción?

Entre finales del siglo XIX y principios del XX, Argentina recibió y adoptó a casi 6 millones de inmigrantes europeos que huían de la guerra y las hambrunas. 

Cuantifiquemos el gasto que implicó esto para el país: si calculamos US$ 500 mensuales de gasto de adopción por cada inmigrante (en materia de alimentación, educación y salud), multiplicados por un promedio de 80 años (lo que duró la etapa de inmigración europea) nos da un promedio de US$ 480.000 por inmigrante. Este número multiplicado por 6 millones de inmigrantes da un total aproximado de  2,8 billones de dólares. Para ponerlo en contexto, nos deberían diez veces más que nuestra deuda externa.

Cabe agregar que el trato dispensado a los inmigrantes no fue recíproco. Argentina fue madre de países, brindando techo, trabajo y educación, mientras que en las últimas décadas Europa endureció su política migratoria, expulsando y discriminando a los migrantes que llegan a sus costas. Como muestra (y además como jurisprudencia) basta citar el caso de la misma UE, que en plena pandemia ofrecía 2000 euros a cada inmigrante que se volviera a su país de origen. 

El último caso internacional similar es el de Paraguay. En noviembre del año pasado, una comisión del Parlamento del Mercosur (Parlasur) presentó un detallado informe sobre los crímenes cometidos por Argentina, Uruguay y Brasil en el marco de la "Guerra de la Triple alianza", concluyendo que se había asesinado a 67% de la población paraguaya, se robó el 30% del territorio del país y se destruyó su economía. 

Los analistas internacionales coinciden que este informe significa el puntapié inicial para un reclamo de reparación económica, un viejo anhelo del Estado paraguayo. Este principio podría aplicarse también a la colonización europea, por el saqueo sistemático de recursos durante los siglos que duró.       

Por lo expuesto, los ciudadanos europeos sabrán y entenderán el reclamo realizado, y si no lo entienden hay que recordarles que el 30% del FMI son países europeos y, por lo tanto, es fácil llegar a un acuerdo. La pregunta es: ¿quién le debe a quién? 

Creo que el Brexit nos abrió la puerta moral para hacer este reclamo. Economistas, técnicos e intelectuales podrán mejorar los conceptos vertidos tanto en forma cualitativa como cuantitativa. El país no habla ni reclama por sí solo, sino a través de sus habitantes y como tal tomé la humilde acción de opinar y poner en conocimiento sobre esta posibilidad a mis compatriotas.  

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