El titular de la Convención Nacional de la UCR, Gastón Manes, recibió en sus oficinas a El Economista para hablar sobre la actualidad del partido radical, la figura y proyección de Facundo Manes, y analizar a su vez la grieta que atraviesa hoy al sistema político argentino.
Sin dejar de criticar a los expresidentes Cristina Kirchner y Mauricio Macri, Manes calificó de “error político y legislativo” el pedido de juicio político a Alberto Fernández. Además, aseguró que de la grieta actual se sale “por arriba”.
Usted es el titular de la Convención Nacional de la UCR. ¿En qué estado se encuentra el radicalismo?
El radicalismo se encuentra en el mejor momento de los últimos veinte años. Nosotros tenemos un componente federal y otro nacional. El federal es la capilaridad territorial y el nacional es la performance históricamente buena en la Ciudad y con oscilaciones en la provincia de Buenos Aires. El componente nacional nos dio prevalencia en su momento y el federal nos permitió resistir. Hoy hay concejales en todo el país y más de 450 intendentes. Históricamente cuando el componente federal se une al nacional, es un partido de gobierno. La Ciudad siempre fue más proclive al radicalismo y después del 2001 gran parte de ese electorado se volcó al PRO. En la provincia cuando hay un liderazgo que sobresale se pone de pie el partido, la provincia y se pone de pie la UCR a nivel nacional. Eso es lo que está sucediendo ahora. Lo demuestran la a extraordinaria elección de Facundo (Manes) en el 2021 y previamente a eso la elección interna que hicimos junto con Maxi Abad contra el sector de Gustavo Posse que llevó a 130.000 afiliados a votar en plena pandemia. Y ese es un mérito de todos los sectores de la UCR de la provincia.
¿Cómo ve a la UCR dentro de Juntos por el Cambio?
Nosotros tenemos la obligación por mandato de nuestros afiliados y convencionales de intentar equilibrar la coalición, lo que implica darle un semblante diferente. Creemos que la coalición tal cual se la conformó en el 2015 tenía un contexto diferente, y tenía como objetivo ponerle fin a la hegemonía del kirchnerismo tras doce años. Se logró gobernar pero los kirchneristas volvieron. Fue un gobierno del PRO, no uno de la UCR con un frente electoral. El propio Mauricio Macri lo dijo. Nosotros creemos que tiene que ser una coalición de ideas y no estrictamente electoral y allí se verá cómo se dirime que el año próximo que la coalición esté representada por una figura y un conjunto de ideas que reflejen la postura de la UCR.
¿Cuando habla de “dirimir” se refiere a las PASO?
La PASO hoy es el mecanismo natural. Nosotros proponemos que haya un candidato por partido para que se dirima en una primaria. Sobre todo pensándolo en relación a la UCR, tener un solo candidato fortalece las posibilidades del radicalismo. Obviamente que nuestros aliados intentarán que el radicalismo vaya dividido en términos de ofrecer alguna candidatura a vice, u otras herramientas. Creemos que el partido de no debería avalar eso.
¿Está hablando de “fórmulas puras”?
Sí, puras o ampliadas. No te olvides que en la Convención del 27 de mayo hablamos de ampliar la coalición. Ampliar implica sumar gente nueva. No te olvides que Macri en el 2019 en una jugada personal llamó a Miguel Pichetto y lo puso de candidato a vicepresidente y nadie dijo nada. Por eso me llama la atención que ahora se sorprendan de que queramos ampliar hacia dirigentes peronistas con votos.
¿A qué denomina “peronistas con votos”?
Gobernadores, intendentes, dirigentes que no están con el kirchnerismo pero que tampoco están con nosotros. Con un fin de ciclo, un cambio de paradigma, toda esta gente podría sumarse a conformar un consenso amplio.
Usted trabaja de forma muy cercana con Facundo, que machaca mucho sobre sobre la necesidad de salir de la grieta. ¿Está intentando reeditar la “avenida del medio”, pero desde dentro de Juntos?
No me gusta hablar de “avenida del medio”. Se viene hablando desde hace mucho y es un concepto ya obsoleto. Acá hay que salir de los laberintos por arriba. Por eso Facundo hace hincapié en esto, lo que está escrito en la filosofía, en la literatura y en la física. Si uno es hincha de River y el otro de Boca, no hay un punto medio posible. Lo que sí podría unirnos es un proyecto superador como ganar el mundial de fútbol por el que deponemos nuestras parcialidades por un proyecto más ambicioso. Lo que está en jugo hoy en Argentina es eso, cambiar la decadencia de cómo mínimo tres décadas y que todas las fuerzas productivas se pongan al servicio de un proyecto de país que tiene que ser liderado por alguien que venga a calmar las aguas. A mí me gusta la metáfora de un jardinero que viene a emparejar un campo de juego que está con pozos y barro y a los jugadores se les hace imposible jugar bien. Para mí tanto Macri como Cristina Kirchner son el pasado, y el modelo antagónico solo le es funcional a ellos dos.
¿Cómo ve la decisión de Facundo de no impulsar el pedido de juicio político a Alberto Fernández?
Me parece una actitud muy valiente, inspiradora y propia de un líder. Y lo digo porque conozco los entretelones de la decisión. Alberto Fernández hace una declaración el miércoles a la noche, y al mañana del día siguiente estaba decidido que había un pedido de juicio político por eso. No sé quién lo decidió, pero a Facundo no lo habían consultado. Yo particularmente tengo una mirada crítica de ese proyecto por muchas razones. Primero porque es una jugada de una trascendencia institucional tremenda, la remoción de un Presidente por una declaración en un programa de televisión. Por lo menos amerita que lo evaluemos y meritemos el contexto político. Si eso prosperase, la vicepresidenta es Cristina y justamente la muerte del fiscal Alberto Nisman sucedió durante su Presidencia. Por otro lado, los propios impulsores del proyecto reconocieron que era simbólico. Eso significa una banalización de las instituciones, como es el proceso de juicio político. Tampoco hubo posibilidad de discutirlo. Facundo ha acompañado todas las votaciones aún cuando en muchas no ha estado totalmente de acuerdo. Y quiero aclarar que no es un díscolo si no que cree en el colectivo. Pero si te dicen 'tenés que votar esto' a libro cerrado y sin tiempo para debatirlo, me parece que no es una buena práctica legislativa. Es importante esto que remarco porque no sé por qué razón extraña parecía más un tema de cómo se daba a conocer que el propio fondo de la cuestión. Es un error político, legislativo y de época.
En las PASO del 2021 la lista que encabezó Manes cosechó 1.250.000 votos. Pese a ello, a la UCR le está faltando un candidato a la gobernación...
Fueron cerca de 1.300.000 votos. Fue una gran elección teniendo en cuenta el contexto en el que se dio, teniendo en cuenta que fue una campaña de veinte días y sin casi recursos económicos para publicidad. Eso obviamente a Facundo lo posiciona como un dirigente nacional. Ya era un líder social y ahora se transformó en un líder político y en el marco de un partido que es el más antiguo del país, pero que ha demostrado ser un partido de vanguardia porque es el que más ha incorporado figuras nuevas con capacidad y sustento en lo político. Es cierto que la provincia representa casi el 40% del país lo que la presencia de un candidato a gobernador es importante. Nosotros tenemos 32 intendentes y cualquiera de ellos puede ser candidato.
¿Pero le está faltando al radicalismo un candidato a la gobernación?
El radicalismo es parte de una coalición con lo que va a tener un candidato, pero también habrá una PASO por lo que si la sociedad decide que un candidato de otro partido es mejor, nada impide que un candidato presidencial de la UCR esté acompañado en algunas provincias por candidatos que no sean del radicalismo.
Usted y su hermano desarrollaron Ineco en el ámbito privado, que exporta conocimiento. ¿Qué cree que esa experiencia le puede aportar al país y la política?
Creemos que con voluntad, con trabajo y con honestidad que son los valores que nos inculcaron nuestros padres, Argentina tiene una chance muy grande para prevalecer, si bien tengo claro que son dos cosas muy distintas. No estoy comparando una institución privada con el país. Pero la dinámica y la filosofía buscan ser la misma. A mí me gusta decir que lo que está en juego son los valores. Nosotros con Facundo nos criamos en un hogar que a diferencia de otros líderes se jactan de haber viajado a EE.UU. en su juventud o mandados por su padre para negociar con Donald Trump, en nuestra casa nuestros ídolos eran René Favaloro y Arturo Illia. Esos son los valores que tenemos que recuperar los argentinos para que nuestra historia sea mejor.
