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El rumbo

Si no fijamos rumbo, en este estado lamentable, corremos el riesgo de no tener destino.

Si no fijamos rumbo, en este estado lamentable, corremos el riesgo de no tener destino.
Si no fijamos rumbo, en este estado lamentable, corremos el riesgo de no tener destino.
Carlos Leyba 29 febrero de 2024

En el período previo a la primera propuesta presidencial ante el Congreso, desde el 10 de diciembre hasta el 1° de marzo, Javier Milei ha generado "ruidosos cambios" que, en síntesis, han golpeado a los bolsillos de su electorado pero no han disminuido, hasta la fecha, el apoyo con que llegó a la Presidencia. 

Pero tampoco agregó voluntades o esperanzas a su gestión. No han sido días de cosecha y no parecen haberlo sido de siembra. Preocupante, labrador que no siembra se cubre de malezas. 

En términos de opinión todo está como llegó, pero la realidad material cruje, la inflación vive, la recesión se profundiza, la estanflación privada penetra al sistema y cae la recaudación. Preocupante, el encantamiento de los aliados obscurece el futuro. 

Las malezas y el futuro son inexorables y sin nuestra acción, ganan. 

La noticia política es que la "acción presidencial" no disminuyó "la voluntad de la elección presidencial", pero no la aumentó. 

"Per se" el inicio presidencial, habitualmente, genera adhesiones. No es este el caso. 

Milei ha señalado que a pesar que el impresionante ajuste (reducción del nivel de vida) ha caído sobre los sectores más pobres (hay más pobres) y sobre los sectores medios (hay menos sectores medios), él conserva la adhesión en esos sectores a pesar que les prometió enfáticamente que el ajuste lo pagaría "la casta", la "gente que vive de la política" o los sectores privilegiados. 

La permanencia del régimen de Tierra del Fuego es una demostración que, una vez más, "con los amigos" no.

Nunca anunció que el ajuste lo pagarían sectores medios y bajos. Pero lo están pagando. En silencio. 

La síntesis es que, en términos de opinión, Milei, no ha perdido adhesiones significativas, la consecuencia es que para "la política" chiquita, "no se manifestó la debilidad esperada" para poder enfrentarlo y se multiplica el silencio de "la política chiquita" que se guía por "encuestas" y consejo de consultores. 

Esa "política", entonces, no conduce porque no piensa: carece de ideas propias. Llevamos generaciones de gente haciendo política que no comprende que "la política" es pedagogía: despertar, enseñar.   

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Milei con periodistas de LN+

Los actos del presidente no le agregaron simpatías ni rechazos. Los votantes de Cambiemos se han convertido a "una nueva fidelidad partidaria" con más carisma que el que ofrecieron Macri, Bullrich o Larreta. Esa nueva fidelidad ha disuelto a Cambiemos y ha erosionado al PRO. El partido liberal libertario lo conducirá Milei y pertenecer implica  un contrato de adhesión a sus acciones que sólo serán reveladas una vez ejecutadas. 

En éste escenario, materialmente complicado y sólido en materia de opinión, el discurso inaugural - con cambios teatrales -  más allá de la necesaria y tradicional lectura crítica de la herencia recibida, debe ser una propuesta de la acción para 2024 y los cuatro años de mandato y dado el énfasis de "cambio" anunciado, debe marcar los hitos del largo viaje al que convoca a los argentinos. 

Javier ha señalado que su objetivo y además "su pronóstico" es que en 45 años igualaremos el PIB ph de Irlanda (US$ 103.000) y en 30 años al de EEUU (US$ 76.200) 

Este discurso debe señalar cuál es el camino que nos ofrece para lograrlo. Referencias concretas.

El rugido del León, la afirmación ideológica de paleolibertarismo de M. Rothbard, el atajo del minarquismo y el tránsito final al anarcocapitalismo, son su fe filosófica. 

Pero el rumbo no puede limitarse a concretar la "libre competencia de monedas" y la "eliminación del Banco Central" -que acaba de reiterar el diputado A. Bengas Lynch- y al retiro integral del Estado en el área de la economía, de modo que las "fuerzas del mercado" fijen qué y cómo producir, determinen "per se" el proceso de inversión y los modos de distribución del producto social. 

Ese es el mensaje que baja Milei, sus seguidores y los filósofos en los que se nutre. "El Estado es una organización criminal" y - como sostuvo en la TV Italiana - él ha llegado a "el poder para dinamitar al sistema". 

Hasta aquí implica repetir a la manera de Alfonso El Sabio que "hay cuestiones que el mercado ha resuelto" y "cuestiones que el mercado resolverá". 

En tal caso el programa sería "la demolición" de todo lo que impide que el mercado libremente funcione. La derogación de la "organización criminal" y el mercado proveerá. 

  • La inconsistencia es que hasta ahora está cometiendo una retahíla de infidelidades a esa doctrina: ha fijado precios al dólar, jubilaciones, fijando subsidios estatales a la oferta de servicios públicos, fijando la tasa de interés, etc. etc. El Estado, a pesar de ser una organización "criminal", actúa. Obvio. 

En la situación que estamos el Santo Padre ha dicho a propósito y frente a argentinos y para argentinos:  "El Estado, hoy más importante que nunca, está llamado a ejercer ese papel central de redistribución y justicia social"y agregó que  "No alcanza con la legitimidad de origen, el ejercicio también tiene que ser legítimo. De qué sirve tener el poder si se aleja de la construcción de sociedades justas". 

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En términos de opinión todo está como llegó, pero la realidad material cruje, la inflación vive, la recesión se profundiza, la estanflación privada penetra al sistema y cae la recaudación.

Esas palabras ratifican la necesidad que el discurso presidencial fije un rumbo y determine como construirá las condiciones para avanzar por ese rumbo.

El "poder" sustantivo, lo alcanzó legítimamente. Pero el "poder hacer" exige "construir el poder", lo que implica acumular voluntades en términos de "las reglas". 

No aceptar, sabiamente, la necesidad de construir "el poder" en las reglas, implica la imposibilidad de realizar "la legitimidad de ejercicio" y "el poder" se desmorona o bien se "ilegitima por la vía de la "revolución". 

Milei con sus dichos ha generado la necesidad de manifestar prioritariamente su vocación de construir poder legitimante y es hoy el día en que debe manifestarlo. El "rumbo" empieza por la manera de construir el poder en las reglas para legitimar, con los hechos, el ejercicio. 

El segundo punto relevante es el "despliegue del rumbo" que debe abortar la contradicción entre su abuso de las palabras y la materialización de los hechos. Por ejemplo, la contradicción fundamental en la mismísima Ley de Bases  que incluía un régimen estatal de promoción para grandes inversiones con la expresa exclusión de la industria manufacturera. Una demostración de ignorancia de lo que todo Occidente está intensificando: política industrial. 

La norma propuesta por Milei contradice (promoción de inversiones que celebramos) la esencia del "libertarismo" (trasladar recursos de unos a otros) y revela la idea de desarrollo de Milei: la Argentina debe ser una economía primarizada, extractiva, renunciando a la intensificación en la agregación de valor. Esto es lo dicho hasta hoy. 

Fotografía Aérea De Roca Junto Al Cuerpo De Agua
Si Irlanda no se mueve por 45 años, tendremos que crecer al 4,5% anual del PIB ph acumulativo para llegar a US$ 103.000 en 45 años.

Por esta vía elemental, única en el mundo, será imposible llegar al actual ingreso por habitante de Irlanda en 45 años y al de EE.UU en 30. Si Irlanda no se mueve por 45 años, tendremos que crecer al 4,5% anual del PIB ph acumulativo para llegar a US$ 103.000 en 45 años. Pero si en esos 45 años Irlanda crece en su PIB ph -lo que es obvio- a los 4,5% habrá que sumarle anualmente el crecimiento de Irlanda. 

Intentarlo no está mal, pero hay que tener un rumbo que, por lo que han hecho los 10 países con mayor PIB ph en el Planeta, implica mucha decisión pública. 

Los países líderes en PIB ph, con el peso del gasto público en cada uno de ellos, son: Luxemburgo 44%, Noruega 38%, Irlanda 12%, Suiza 36%, Qatar 24%, Singapur 16%, EE.UU. 36%, Islandia 47%, Dinamarca 45%, Australia 42%, Países Bajos 43%. 

El detalle señala que alcanzar esos niveles de vida implica una muy balanceada gestión entre decisiones públicas (peso del Estado) y las de mercado. No hay tal cosa que "cuestiones que el mercado resolverá" sin las decisiones estratégicas públicas pensadas y gestionadas desde el Estado o, si se quiere, desde el poder.

Milei tiene la oportunidad (y la obligación) de señalar no sólo su visión ideológica, sino pasos concretos de políticas públicas que propone para llegar a las metas materiales (Irlanda y EE.UU.) que anunció en su campaña. Se trata de señalar con precisiones ese camino. Sin esas precisiones el discurso se torna en uno más de las imprecisiones y vulgaridades de campaña. Algo de lo que Cristina, Néstor, Macri, Fernández, para citar a los últimos han hecho gala. Palabrerío vacío: los 4 dijeron alguna vez "a mi no me hablen de planes". No los tenían. Los gobernaban los hechos.

Decía Paul Ricoeur que "el plan es ética en acción". Y justamente por ausencia de plan, hubo ausencia de ética en la acción. Milei tendrá derecho de señalar delitos, saqueos, corrupción, corruptela, de los últimos gobiernos. ¿Cánones no pagados, concesiones abusivas, permisos de edificación, etc.?  Demasiado. 

Pocas manos limpias, demasiadas fortunas súbitas y una enorme apatía social incapaz de la condena cuando la evidencia ciega a los ojos. Una Justicia selectiva y el silencio selectivo de los medios. 

"Los beneficios son míos y los delitos son ajenos". Los pequeños curros se ventilan. Los grandes, tapan ojos y oídos. La "nueva oligarquía de los concesionarios", nuestra suerte de mafia rusa, en definitiva marca el rumbo, moralmente triste, de una sociedad en que muchos más de la mitad son pobres y -por este sistema- los nuevos ricos lo son, en pocos años y en acumulaciones de dinero que jamás antes existieron. 

La "vieja oligarquía" es merecedora de un desagravio histórico: sus palacios y sus obras se radicaban en la Patria y ahora vemos como estos "nuevos ricos" se radican en el exterior para no pagar bienes personales. Esas conductas morales no se construyen en una generación. 

Lo notable es que todos ellos se deshacen en elogios a Milei, mientras son evasores legalizados, y Milei asfixia a los de abajo para equilibrar cuentas públicas que la evasión, legalizada o no, es la responsable de ese desequilibrio.

 Si no fijamos rumbo, en este estado lamentable, corremos el riesgo de no tener destino.

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