Los referentes de 20 provincias del PRO realizaron este lunes una declaración conjunta para pedir que el expresidente Mauricio Macri asuma la presidencia del partido, que hoy está en manos de Patricia Bullrich, ministra de Seguridad del gobierno de Javier Milei.
La carta está firmada por representantes de todas las provincias, a excepción de la Ciudad de Buenos Aires, Buenos Aires, Chubut y Santa Cruz.
"Consideramos que Mauricio Macri es la persona indicada para llevar adelante este proceso de unidad. Su experiencia, liderazgo y visión son fundamentales para fortalecer el espacio y que el PRO siga siendo un actor protagónico en la escena política de nuestro país", dice la carta en uno de sus fragmentos.
"En el marco de la renovación de autoridades, ponderamos al federalismo como parte esencial de este proceso y consideramos clave la presencia de los líderes del interior en el Consejo Nacional, acompañando a la presidencia en la conducción y dándole vida a las secretarias desde los territorios que representamos", continúa el texto.
Y agrega: "Estamos convencidos de que necesitamos fortalecer el partido, potenciarlo como un espacio político que represente las demandas de los argentinos y sobre todo, seguir trabajando por la unidad. Sabemos que la diversidad de opiniones enriquece y queremos fomentar un diálogo abierto, constructivo y federal, trabajando en la generación de consensos necesarios para enfrentar los desafíos que tenemos como sociedad".
El camino hacia el liderazgo del PRO
El pedido para que Macri reasuma la conducción del partido se había iniciado a fines del año pasado, después de las tensiones que se formaron a raíz de la conformación del gabinete de Milei.
Bullrich decidió asumir la cartera de Seguridad de manera personal y sin acordar una estrategia colectiva con la conducción del PRO. Eso generó que perdiera cierto apoyo dentro de la estructura del partido.
La presencia de Bullrich en el gobierno de La Libertad Avanza no es compatible con la presidencia de un partido que se posiciona como un espacio, que al menos en lo formal, no integra el oficialismo. Por eso, la renovación de autoridades le permitiría al PRO marcar la mayor distinción de la LLA. Y al mismo tiempo, la cercanía entre Macri y Milei le permitiría afianzar la interlocución entre el sector y el Gobierno.
Además, durante el proceso electoral nacional, Macri dejó en evidencia que sigue siendo un referente indiscutible en el sector. En aquel momento, inclinó la balanza hacia la candidatura de Bullrich, siendo casi el ideólogo de su campaña, y mostró así el peso de su apoyo.
Paralelamente, la victoria de los "halcones" parece dejar sin rival a Macri en la competencia por el liderazgo del partido. En ese sentido, en la coalición de Juntos por el Cambio, Horacio Rodríguez Larreta tuvo mayor respaldo en la base radical que en la del PRO.
Fuentes cercanas al exjefe de Gobierno porteño afirmaron que Rodríguez Larreta "quiere que el partido vuelva a ser lo que era" y no descartan que quiera competir por su liderazgo. Sin embargo, su derrota en agosto demostró su baja competitividad. Así, no pareciera haber grandes adversarios en el camino de Macri hacia la presidencia del partido.
