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A 40 días de las elecciones

¿Los electores se terminarán inclinando por la búsqueda de un cambio profundo casi sin anestesia, otro profundo pero con ciertos cuidados o por una cirugía nada o mínimamente invasiva?

Elecciones 2023
Elecciones 2023 El Economista
13 septiembre de 2023

Por Leandro Ezequiel Gómez

"Cada día simpatizo más con Milei

- José Luis Barrionuevo, ex interventor del Partido Justicialista y secretario general del gremio de gastronómicos y hoteleros desde 1985.

* * *

Es el momento del líder libertario, Javier Milei. ¿Es el momento de sus ideas? ¿De sus propuestas? ¿De sus equipos? ¿O Milei es sólo el beneficiario de la desilusión y el enojo con la "casta"? 

Milei gana a un lado y otro de la grieta: Maximiliano Pullaro, radical de Juntos por el Cambio, electo gobernador de Santa Fe el domingo pasado, avisó que lo votaría en un eventual ballotage frente a Sergio Massa. Y Omar Perotti, peronista, gobernador saliente de la provincia, avisó que también elegiría a Milei si enfrenta a Patricia Bullrich en segunda vuelta. ¿Previsores los dos? Pullaro deberá administrar; Perotti quiere mantener poder puertas adentro del peronismo local.

¿Se votará a Milei, más allá del descontento generalizado, especialmente por "economía" o por "política"? El libertario desprecia a "los políticos": esta postura sería su principal fuente de popularidad y votos. Paradójicamente, es lo que hace que algunos empresarios -especialmente- tengan dudas respecto del candidato: en este caso, para ellos, no aplicaría el tan mentado "es la economía, estúpido" de Bill Clinton. Para los empresarios..."es la política" donde ven con debilidades a Milei.

En caso de llegar a la presidencia, ¿con quiénes debería gobernar el libertario? ¿Con quiénes podría aliarse? Hasta ahora, en Argentina no funcionó el sistema de coaliciones. La Alianza, que se formó en agosto de 1997 y asumió dos años después, fracasó a los 10 meses con la salida de Carlos Álvarez. Cambiemos fue una exitosa alianza electoral pero no de gobierno. Los frentes kirchneristas (de la Victoria y de Todos) fueron de hecho hegemonizados por Néstor Kirchner primero y por Cristina Fernández hasta hoy. ¿Podría funcionar un sistema de coalición ahora, con un recién llegado a la política institucional, que también está rodeado de outsiders -aunque no en exclusividad-? Trabajo para Guillermo Francos, ex Partido Federal, ex cavallista, ex sciolista, es albertista...¿Desprecio real por la casta? Teorema de Raúl Baglini en su máxima expresión.

Javier Milei
Javier Milei

¿Aparece como "caótico" el mileismo? ¿Esto podría ahuyentar votantes, incluso a quienes en la PASO aportaron su granito de arena para el triunfo? Por oposición: ¿esos votos adónde irían en octubre? Lo más probable es que la ola ganadora consolide a sus seguidores.

Milei y La Libertad Avanza: ¿"caprichoso/s"?, ¿"egocéntrico/s"?, ¿"volátil/es"?, ¿"frágil/es"? A los dos, y especialmente al hombre, no le estarían entrando las balas, máxime en este momento de relativo -y acertado a sus fines- repliegue silencioso. Alarmas en rojo furioso para Sergio Massa y el (pan)peronismo; también para Patricia Bullrich y Juntos por el Cambio.

¿Ramiro Marra podría desplazar a Leandro Santoro del segundo lugar en CABA, y entrar a un balotaje con Jorge Macri? Mientras Milei siga con su aura en crecimiento, podría darse el escenario. ¿Tanto como para imponerse en esa eventual segunda vuelta? Sería un golpe de nocaut para el Pro. Horacio Rodríguez Larreta y Martín Lousteau, derrotados en las internas de agosto, tienen incentivos para hacer fuerza por las listas de legisladores (se eligen 30) y de comuneros (en total se eligen 105), por lo que el apoyo de estos dos al exintendente de Vicente López estaría garantizado.

La Libertad Avanza alcanzó a fiscalizar cerca del 60% de las mesas en todo el país. Con su envión ganador, muy probablemente aumente ese número. Queda flotando la duda respecto a la fiscalización que los peronismos provinciales podrían haberle prestado amistosamente en la PASO. ¿Se repetirá esa cooperación ahora, por los puntos?

Si desde veredas opuestas van a buscar atacar a Milei con la "campaña del miedo", podrían estar pegándose un tiro en los pies: en la disyuntiva "esperanza" versus "miedo", la primera termina imponiéndose casi siempre, y más cuando hay un cansancio y una desilusión generalizados, que va de la mano con el desprestigio de la clase dirigente como denominador común. 

Para dar un golpe electoral demoledor, Milei tiene que afianzar su campaña en la provincia de Buenos Aires y especialmente en el AMBA (incluida CABA, por supuesto). Allí obtuvo sus números más discretos en la PASO, y son los baluartes de Unión por la Patria y de Juntos. Será vital que el candidato y sus colaboradores no comentan un error -especialmente, declarativo- en estas semanas.

El mileismo tiene esperanza en un eventual "shock de confianza" en el mercado, que se daría por su victoria y por la implementación de su política económica. Pero queda una duda: en 2015 y 2016, con el gobierno de Mauricio Macri no hubo tal shock. Ni siquiera en el victorioso 2017 ni en el posterior 2018 expectante. ¿Podría darse desde 2024 esa catarata de inversiones amparadas en esa supuesta confianza?

Con un Milei que ya rompió el hielo a lo largo y ancho del país, no habría mayor lugar en octubre para una eventual "vergüenza" de votarlo: "No me animé, pero lo votaron muchos. Ahora lo voto también yo". ¿Esto podría depositarlo en la presidencia? Tal vez no, pero si el crecimiento es claro, casi seguro sería el antecedente de un triunfo en el ballotage de noviembre.

Es el momento del líder libertario. Acaso una de las claves de todo este 2023 electoral y de los próximos años, es si seguirá siendo, especialmente, el domingo 22 de octubre, su momento.

Macri se ha mostrado amistoso con Milei. ¿Le sirve al diputado nacional este acercamiento? Tal vez, en caso de que aumenten esos gestos, se le ahuyenten al candidato algunos de sus votantes que ayer nomás tributaban al peronismo/kirchnerismo.

¿Si la ola a favor de La Libertad Avanza asoma incontenible hacia principios o mediados de octubre, llegaría el pánico y el sálvese quien pueda -aún cuando muchas gobernaciones ya se hayan resuelto- en el peronismo/kirchnerismo? ¿O esto ocurriría principalmente en Juntos por Cambio?

Quedar afuera del ballotage no es sólo eso. Trae por añadidura ser la tercera lista en la elección, lo que tendría su correlato en las 24 elecciones de diputados y 8 de senadores: pérdida al por mayor para Unión por la Patria y Juntos por el Cambio, especialmente en aquellos distritos donde se eligen como mucho 5 o 4 diputados. Ganancia total y pura de los libertarios.

Bullrich dijo que JxC "aprendió" de las "fallas" que tuvo Macri y ahora irá por un "cambio profundo"
Patricia Bullrich

Mauricio Macri logró imponerse puertas adentro del Pro, de la mano de Bullrich -más allá del hasta ahora tímido apoyo post PASO a ella, y de los coqueteos con Milei- y su primo Jorge. ¿Le seguirá interesando Juntos por el Cambio al ex presidente? ¿Qué lo uniría a la Unión Cívica Radical y a la Coalición Cívica si Milei llega a la Rosada?

La UCR -y más aún la CC- podrían ganar muchos menos legisladores nacionales cuanto más bajo le vaya a Patricia. ¿Qué debate habrá puertas adentro en la UCR, que cada vez más es una confederación de sectores con cierto poder real en algunas provincias? ¿Gerardo Morales, dos veces candidato a vicepresidente, en 2007 de Roberto Lavagna, y en 2023 de Rodríguez Larreta, logrará mantener su liderazgo interno? Ha sido muy crítico de Macri desde que este dejó la presidencia. Morales gobierna en Jujuy, y la UCR también lo hace en Mendoza -en las dos provincias ganó Milei en agosto- y en Corrientes. En esta provincia sí logró imponerse Juntos por el Cambio en la PASO presidencial. ¿Gustavo Valdés, que fue reelecto como gobernador por una amplísima mayoría en 2021, reclamará más poder puertas adentro del radicalismo?

En los próximos dos domingos hay elecciones de gobernador en Chaco y Mendoza. Los dos distritos tuvieron su PASO para ese cargo, y en ambos casos los precandidatos más votados fueron radicales, muestra de su poder local. ¿Lograrán finalmente Leandro Zdero en el norte y Alfredo Cornejo en Cuyo las gobernaciones? Casi con seguridad, sí (a excepción de que en Chaco, Jorge Capitanich pueda dar vuelta el favor popular, en tiempos posdesaparición y casi seguro asesinato de Cecilia Strzyzowski). A esos muy probables triunfos radicales se debe sumar el de Pullaro. Será interesante ver el nivel de participación y la variación de los votos entre las primarias y estas generales locales.

Bullrich vería crecer sus posibilidades por esas victorias de los socios de la UCR. De cara a octubre, ¿tiene la candidata espacio para "ser" y "parecer" un tanto más moderada que Milei, y diferenciarse de él? ¿Le conviene ese posicionamiento? ¿O debería recurrir a un "palo y palo" con el León? Carlos Melconian, nominado como ministro de Economía, será clave en estos 40 días. 

Melconian llegaría con, entre otros, Rodolfo Santángelo y Daniel Artana. Quedará por ver el papel de los economistas que venían trabajando con el Pro, como Luciano Laspina (bullrichista) y Hernán Lacunza (larretista). Tal vez Melco vea con buenos ojos que no se produzcan más escenas como la del pisoteo de la "Peser" (tenaz máquina impresora de pesos argentinos) a manos de Martín Tetaz. Se impone afinar el discurso en serio, especialmente el económico.

¿El economista de origen armenio es la muestra de fuerza o de debilidad de Bullrich? ¿Los votantes miran esto? ¿Lo asimilarán? ¿Le sirve a Patricia para recuperar la iniciativa, golpeada tras el muy pálido 28% de Juntos por el Cambio? Tal vez otro aporte de Melconian a Bullrich sea acercar definitivamente a Mauricio Macri, que en 2007 lo presentó como su candidato a senador nacional y en 2015 lo llevó a la presidencia del Banco Nación. Aquí corre lo mismo que para el acercamiento de Mauricio con Milei: ¿le sumaría o le restaría a Patricia?

La candidata apareció, hasta ahora, a merced de las ideas y las muletillas económicas de Milei y su equipo, y a la vez también lo está de las medidas que toma Massa como ministro. Ahí entra Melconian en funciones: tiene que atacar las ideas del libertario (no al personaje, porque esto hasta podría beneficiar al diputado) y las decisiones de Massa.

Sergio Massa, con aportantes a la campaña
Sergio Massa

Así como Bullrich debería (o no) modificar su ser y parecer, ¿Massa debería asimilarse más a Cristina Fernández? ¿Le serviría, o cuanto más lejos de ella -que no aparece desde días antes de las PASO- mejor? Massa es el candidato, pero casi un llanero solitario. Alberto Fernández (el presidente de la Nación, su jefe directo) y los Kirchner, Alicia y Máximo, lo estarían dejando solo.

Massa perdió en la PASO presidencial de Santa Cruz, provincia en la que el voto en blanco fue notorio. Pero Alicia Kirchner, gobernadora saliente que podría haber buscado su re-re-elección, se impuso (con un escuálido 18% de los votos) en la PASO para senador/a nacional. Alicia es una de las mandatarias provinciales que avisó que no pagará el bono de $60.000 a los empleados estatales, aún cuando ya no pone en juego su mandato.

Massa, que está en la gestión, tiene 40 días para gastar las balas para lograr ese éxito que sería ingresar en el ballotage (los candidatos a legisladores nacionales de su espacio se lo agradecerían), aún cuando fue individualmente en segundo precandidato más votado. ¿Está a tiempo? Pérdida de salario real mata expectativas, en teoría. ¿Medidas como los "congelamientos" (que nacen derretidos) de tarifas y precios, y el PreViaje 5, serán suficientes para atraer nuevos votantes? Para Alberto Fernández esto no es el "plan platita", sino que es el "plan justicia". Un problema es que la "justicia" demorada, tardía, no es justicia.

Massa. Milei. Melconian. Ministro; economista anarcocapitalistsa; economista liberal. Bullrich queda afuera en este escenario. ¿Hay ganas en el electorado de escuchar debates económicos? ¿O lo que buscaría una parte importante de los votantes es un cambio profundo, verdadero, esta vez? Allí residiría la ventaja de Milei, y también de Melconian (que no es Bullirch). Pero Milei tiene a su favor de manera notable el posicionamiento y su instalación. Y a Massa le quedan estos 41 días para dar algún otro golpe de efecto.

Asoman por delante los dos debates presidenciales, que se realizarán los domingos 1° y 8 de octubre, en Santiago el Estero y en la Facultad de Derecho de la UBA. 

¿El superclásico entre Boca Juniors y River Plate, programado para el primer domingo de ese mes, eclipsará a los cinco candidatos? Acaso sería la última chance -es especial, para Bullrich- de dar un golpe de timón a su favor. Quedará por ver si Juan Schiaretti y Myriam Bregman usufructúan el momento y logran convencer a votantes indefinidos, lo que podría modificar las adhesiones a los tres principales candidatos.

En un escenario en el que cuatro de los candidatos son, de mínima, muy amistosos con "el mercado", será relevante cómo votarán quienes se reconocen como progresistas y, a la vez, no de izquierda pura. 

¿A los votantes de Juan Grabois los seducirá esta vez Sergio Massa? Es probable que no; pero es casi seguro que no conciban votar ni a Milei ni a Bullrich. Así, el ministro lograría fidelizar los votos de su rival interno -excepto que desistan de ir a votar-. Eso sería vital para Massa en su disputa con Bullrich: la candidata tiene que tratar de mantener también los dos 2,6 millones de votos que consiguió Rodríguez Larreta. Massa le saca una ventaja: tiene que tratar de sostener sólo la mitad de esa cantidad, porque Grabois obtuvo 1,3 millones de sufragios.

Si Bullrich o Milei llegan a la Rosada, especialmente apalancados en una demanda de rotundo "cambio" (casi a "como dé lugar", "a donde sea"), ¿cómo quedará interpelado el kirchnerismo/cristinismo? Los dos candidatos son fuertemente opuestos en sus discursos al ideario de la fuerza que emergió en 2003, luego del colapso de 2001. Se estaría dando un giro de 180 grados hacia una fuerte preponderancia del capitalismo con una notoria baja de la intervención estatal. Lejos quedarían aquellos estudios que daban cuenta de los argentinos como los "menos amistosos con el libremercado.

Alberto Fernández casi no habla ("no soy candidato, tengo que gobernar"). ¿Motu propio o imposición cristinista/massista? ¿Qué tendría para resaltar de su gestión? Acaso el IFE y el ATP de tiempos de la cuarentena, pero quedan muy lejos. ¿El electorado registra como éxito el ingreso al Brics? Muy probablemente no. ¿La enunciación de lo que para el presidente haya sido positivo de su mandato le sumaría a Massa? El comando de campaña, en lo formal a cargo de Eduardo de Pedro -el genuino candidato de Cristina-, no compartiría esa visión.

Alberto viaja. Después de Nueva Delhi, India, lo esperan en La Habana y Nueva York, en la ONU. 

Se impone tener esperanza, esta vez. Está vigente uno de los principales instrumentos: la elección transparente de autoridades (casi no hubo denuncias en la PASO, y no hubo quejas de robos masivos de esas boletas partidarias modelo 1890). 

Los tres candidatos deben interpretar las demandas y los enojos de los votantes, especialmente si estos se terminan inclinando por la búsqueda de un cambio profundo casi sin anestesia, otro profundo pero con ciertos cuidados o por una cirugía nada o mínimamente invasiva.

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