Por POST By Santander
Los roadmaps empresariales permiten realizar una planificación estratégica de una organización. Son documentos que proporcionan una representación visual y estructurada de los objetivos clave, hitos y actividades que la empresa, organización o las personas que trabajan en ellas, quieren lograr, tanto a nivel individual como colectivo, a largo plazo.
Esta herramienta no solo sirve como una guía interna para los equipos, sino que también facilita la comunicación con stakeholders (partes interesadas) externos como inversores y clientes. Además, al incorporar metas específicas, fechas límite realistas y consideraciones de recursos, esto permite impulsar la toma de decisiones informadas y la alineación estratégica.
Además, impulsa desafíos y aprovecha oportunidades, asegurando la adaptabilidad continua de la organización mediante actualizaciones periódicas.
¿Qué son los roadmaps empresariales y cuál es su importancia?
Federico Pantanetti, director ejecutivo de Cima Academy, los define como una herramienta clave en la gestión de proyectos, que hace foco en la planificación estratégica a largo plazo.
"Esta herramienta sirve como presentación visual de los planes que tiene una empresa y nos brinda una guía y pasos a seguir de forma ordenada para lograr ciertos objetivos", señala a POST.
En este sentido, el especialista argumenta que, como toda herramienta de planificación, se puede aplicar a distintas áreas, como planificación estratégica general, un proyecto o el lanzamiento de un nuevo producto.
"Tener un roadmap claro les permite a las organizaciones conocer qué recursos necesitan en cada etapa del camino para lograr ser eficientes y no desperdiciarlos. Abarca desde los recursos económicos y financieros hasta los humanos y el 'factor tiempo'. Teniendo claro el camino que se debe recorrer, se puede tener previsibilidad y adaptarse a cada una de las paradas en esa ruta, conociendo los objetivos propuestos y planificar cómo llegar a ellos, diseñando estrategias para superarlos", asegura.
Finalmente, el especialista explica que esta herramienta bien aplicada garantiza que el equipo involucrado en un proyecto o en la empresa en la que se aplique se encuentre motivado, informado y comprometido con transitar ese camino, buscando aportar y distribuir esfuerzos entre diversas áreas de la organización.
Cómo hacer un roadmap en 7 pasos
Desde POST te contamos cómo podés implementar esta metodología y aprovechar todos sus beneficios, aplicando una serie de simples y sencillos pasos.
Definir objetivos
El primer paso es definir los objetivos que se buscan alcanzar. Estos deben seguir la metodología SMART, es decir, deben ser específicos, medibles, alcanzables, relevantes y con un plazo definido. Además, se debe poder identificar metas concretas que proporcionen una base sólida para la planificación y ejecución.
Identificar stakeholders y a la audiencia
El segundo paso es identificar a quién está dirigido. En otras palabras, conocer quiénes son los stakeholders y la audiencia clave garantiza que la información que se presente sea relevante y comprensible para los que la utilizarán, ya que cada una puede requerir un enfoque específico, desde detalles técnicos para el equipo de desarrollo hasta una visión más amplia para los directores ejecutivos.
Seleccionar un formato adecuado
Hoy existen múltiples opciones para crear una hoja de ruta como gráficos de Gantt, diagramas de flujo o mapas de ruta lineales. En este sentido, elegir uno u otro dependerá, en gran medida, del tipo de proyecto y la información que se desea comunicar, ya que un formato claro y atractivo facilitará la comprensión y comunicación.
Establecer logros deseables y fechas realistas
Los "logros" son fundamentales en el camino hacia el cumplimiento de los objetivos. Las empresas suelen establecer metas (largo plazo) y para llegar a ellas marcan objetivos (corto y mediano plazo). Sin embargo, los logros son a muy corto plazo y se presentan como una forma más sencilla de alcanzar los objetivos de una organización.
A esto se le debe sumar la asignación de fechas límites realistas para mantener al equipo enfocado y proporcionar un marco para la evaluación del progreso. En este sentido, se debe ser realista con los plazos para evitar la sobrecarga de trabajo y lograr que el plan sea "viable".
Incluir recursos y las dependencias entre áreas
Es importante que se identifiquen los recursos necesarios para llevar a cabo este proceso, como personal, tecnología y presupuesto disponible. Además, es necesario comprender las dependencias entre las diferentes actividades para evitar cuellos de botella y asegurar de que todas las partes del proyecto avancen de forma coordinada.
Revisar y ajustar regularmente
Los roadmaps no son estáticos, por lo que deben revisarse y ajustarse regularmente a medida que los proyectos evolucionan o cambian las circunstancias. En esta línea, la flexibilidad es clave para adaptarse a nuevos desafíos u oportunidades.
De esta manera, programar revisiones periódicas y realizar los ajustes necesarios facilitarán el alcance de las metas y los objetivos.
Comunicar de forma efectiva
La comunicación tiene un rol fundamental en la gestión de un proyecto, por lo que es aconsejable compartirlo con todas las partes interesadas de forma clara y accesible. De esta forma, se fomenta la transparencia, se alinean expectativas y se promueve la colaboración efectiva.
En conclusión, un roadmap es una herramienta esencial para la planificación estratégica y la gestión de proyectos, por lo que, siguiendo esta serie de pasos podrás implementarlo en tu empresa u organización, facilitándote el alcance de tus metas a largo plazo.