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Elecciones

Lula versus Bolsonaro

Aunque los sondeos apuntan a un balotaje, Lula podría coronarse este mismo domingo. El posible impacto regional.

En unas históricas elecciones, el actual mandatario y el líder del Partido de los Trabajadores irán en busca de la presidencia a partir de 2023.
En unas históricas elecciones, el actual mandatario y el líder del Partido de los Trabajadores irán en busca de la presidencia a partir de 2023.
Damián Cichero 30 septiembre de 2022

Llega la hora de la verdad para Jair Bolsonaro y Lula da Silva, que el próximo domingo 2 de octubre se disputarán, mano a mano, la presidencial de Brasil.

Según el Tribunal Superior Electoral del país vecino, hasta 156,4 millones de brasileños podrán participar de los próximos comicios presidenciales, en los que también se elegirán a los gobernadores de los 27 estados, a los 513 legisladores de la Cámara de Diputados y a 27 de los 81 senadores. 

En Brasil, el voto es obligatorio y la participación suele ser relativamente alta. Por ejemplo, en la primera vuelta de las presidenciales de 2018 estuvo cerca del 80%. 

En lo que respecta a la disputa presidencial, además de Lula y Bolsonaro, habrá otros 9 candidatos, entre los que se destacan Ciro Gomes, Simone Tebet y Vera Lúcia Salgado. 

Sin embargo, aunque la esperanza es lo último que se pierde, solamente Bolsonaro y Lula, que acapararían hasta más del 80% de los votos, tienen chances reales de imponerse. 

Lula, ampliamente favorito 

Lula, que se presentará con el ya histórico Partido de los Trabajadores, es el máximo favorito para el próximo domingo e incluso muchos proyectan que podría coronarse ese mismo día. Por su parte, Bolsonaro, que ya tiene asegurado el segundo lugar, apunta a que todo se defina en un balotaje a fines de octubre. 

Según uno de los últimos sondeos de la consultora IPEC, el líder del PT tendría una intención de voto del 48%, contra el 31% de Bolsonaro, lo que representaría una categórica diferencia de 17 puntos.

Para ganar en la primera vuelta, Lula necesitaría superar el 50,01%, algo que desde IPEC ven como probable: excluyendo las abstenciones y los votos nulos, Lula ya cuenta con el 52% de la intención de voto. 

Pero, en el caso de que no lo logre, todo se definiría en un balotaje el próximo 30 de octubre, en el que el expresidente se terminaría imponiendo con el 54% de los votos contra el 35% de Bolsonaro. 

Sin embargo, aunque todas las encuestas dan como favorito a Lula, no todas proyectan una diferencia tan abultada: CNN Brasil estima que Lula podría alcanzar el 48,5%, mientras que Bolsonaro escalaría hasta el 41%. Aunque, al igual que IPEC, CNN proyecta que Lula se impondría en el balotaje con el 51,3% frente al 43,7% de Bolsonaro. 

En el tercer lugar, muy lejos, se encontraría Ciro Gomes, que apenas lograría superar el 5%. 

Las propuestas

Como sucede en todo el mundo, la principal preocupación de los votantes es el estado de la economía brasileña, que en 2021 entró en recesión, aunque este año ha dado signos de recuperación, mientras que la tasa de desempleo cayó al 9,1%.

Actualmente, el 15% de brasileños (unos 33 millones de personas) pasa hambre, otra cantidad similar sufre de inseguridad alimentaria moderada y otro 28% vive con inseguridad alimentaria leve. Así, más de la mitad de los brasileños padece o se enfrenta diariamente a este problema. 

Para resolverlos, Bolsonaro propone eximir del impuesto a la renta a quienes ganen hasta cinco salarios mínimos, mejorar la infraestructura en las regiones menos desarrolladas y ampliar el proceso de privatizaciones, incluyendo a Petrobras.

En un giro inesperado, y pese a haber negado el calentamiento global en reiteradas oportunidades, en su programa afirma que “buscará acelerar el desarrollo de acciones de reducción y mitigación de gases de efecto invernadero”. 

Además, promete aumentar la inversión en organismos de seguridad pública y seguirá impulsando el acceso de la población a las armas, aunque no promoverá el aborto ni derechos para la comunidad LGTB.

Por su parte, Lula relanzará el programa Bolsa Familia “renovado y ampliado”, agregando a los 600 reales mensuales otros 150 por cada hijo menor de seis años.

También combatirá la minería ilegal, los incendios y la deforestación en la Amazonía, y cumplirá con las metas de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero del Acuerdo de París.

Asimismo, defenderá “los derechos y territorios de los pueblos indígenas” e implementará políticas de salud, educación y empleo para la comunidad LGTB.

Temor al efecto Trump

Una de las máximas preocupaciones de la comunidad internacional es que, al igual que Donald Trump en Estados Unidos en las elecciones de 2020, Bolsonaro no reconozca una hipotética derrota. 

En los últimos meses, el mandatario ha dicho que el sistema de votación electrónico de su país, que se utiliza desde fines del siglo pasado, es muy manipulable, aunque no ha brindado pruebas al respecto. 

Ante esta situación, desde Washington, la administración de Joe Biden le ha advertido a Bolsonaro en reiteradas oportunidades con el objetivo de evitar que esto desencadene actos de violencia, como ocurrió en EE.UU. el 6 de enero de 2021, cuando simpatizantes de Trump atacaron el Capitolio. 

En las últimas semanas, Bolsonaro ha moderado su retórica y hasta confirmó que se retirará de la política si pierde. Sin embargo, muchos temen que solo sea una estrategia para sumar votos. 

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