Este martes 12 de julio, todas las miradas estuvieron puestas en la cumbre de la OTAN en Lituania, donde se confirmó el apoyo de la alianza a Ucrania.
En su declaración, los líderes de los 31 países miembros de la OTAN dijeron que Ucrania podría unírseles en algún momento en el futuro, aunque no ofrecieron una invitación inmediata a Kiev ni un cronograma sobre cómo podría hacerlo.
"El futuro de Ucrania está en la OTAN. Estaremos en condiciones de extender una invitación a Ucrania para unirse a la alianza cuando los aliados estén de acuerdo y se cumplan las condiciones", informó la declaración de la OTAN, que eliminó un requisito para que Ucrania cumpliera lo que se llama un Plan de Acción de Membresía (MAP), eliminando efectivamente un obstáculo en el camino de Kiev hacia la alianza.
La mesura de la OTAN no llama la atención, ya que desde que la guerra comenzó ha intentado mostrarse lo más neutral posible para no elevar las tensiones con Rusia.
Hoy en día, el pilar de la alianza es su artículo 5, que establece que un ataque contra uno de los miembros es un ataque para todos. Por lo tanto, una hipotética adhesión de Ucrania automáticamente implicaría una declaración de guerra contra Rusia, un costo que nadie está dispuesto a asumir.
Como era de esperar, la noticia no fue bien recibida por el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, quien consideró que "es absurdo y sin precedentes cuando no se establece un plazo, ni para la invitación ni para la membresía de Ucrania".
"La OTAN hará que Ucrania sea más segura, Ucrania hará que la OTAN sea más fuerte. Viajé aquí hoy con fe en una decisión, con fe en los socios, con fe en una OTAN fuerte (...) Desearía que esta creencia se convirtiera en una certeza: certeza en las decisiones que todos merecemos y que cada soldado espera, cada ciudadano, cada madre, cada niño. ¿Y es un deseo demasiado grande?", se preguntó.
Al ser consultado sobre las declaraciones de Zelenski, Jens Stoltenberg, secretario general de la OTAN, dijo que "nunca ha habido un mensaje más fuerte de la OTAN en ningún momento, tanto en lo que respecta al mensaje político del camino a seguir para la membresía como al apoyo concreto de los aliados de la OTAN".
Pero, más allá de los desacuerdos, Zelenski obtuvo algunos triunfos en Lituania, ya que su par francés, Emmanuel Macron, dijo que su país le suministrará misiles de crucero de largo alcance. Además, Alemania anunció una nueva ayuda por el valor de 700 millones de euros, incluidos dos lanzadores de misiles de defensa aérea Patriot y más tanques y vehículos de combate.
Suecia, la buena noticia de la jornada
Aunque esto ya se sabía desde las últimas horas del lunes, este martes hubo celebraciones por la confirmación de que Suecia se convertirá en el miembro número 32 de la alianza.
Durante mucho tiempo, Turquía se opuso a una posible adhesión de Suecia, ya que consideraba que el país defendía grupos terroristas kurdos. Sin embargo, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, decidió revertir su veto, luego de negociar la apertura de un posible proceso de adhesión de Turquía a la Unión Europea.
Turquía, único miembro musulmán de la OTAN, solicitó unirse a la Unión Europea en 1987, aunque no ha tenido mucha suerte al respecto. En parte, uno de los principales problemas es justamente su religión y valores culturales, los cuales son muy diferentes a los europeos occidentales.
Aunque no se dieron noticias al respecto, que Erdogan haya aceptado la membresía de Suecia significa que, como mínimo, recibió alguna garantía desde Bruselas. Sin embargo, desde Rusia le dijeron que no se haga falsas ilusiones.
El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, opinó que "Turquía puede orientarse hacia Occidente, sabemos que en la historia de la República de Turquía hubo períodos de orientación intensiva hacia Occidente, hubo períodos de orientación menos intensa. Pero también sabemos que nadie quiere ver a Turquía en Europa, me refiero a los europeos. Y aquí nuestros socios turcos tampoco deberían usar anteojos color de rosa".
Además, respecto a la posible futura adhesión de Ucrania, Peskov advirtió que "este asunto es muy peligroso para la seguridad europea. Por lo tanto, quienes tomen la decisión deben ser conscientes de esto. Estamos monitoreando todo con mucho cuidado porque mucho de lo que se ha dicho será objeto de un análisis profundo para tomar medidas que garanticen nuestra propia seguridad".
