La tensión en la frontera ruso-ucraniana sigue en aumento y no se sabe hasta dónde puede escalar.
Actualmente, unos 100.000 soldados rusos se encuentran en dicha frontera, aunque no está claro cuál es su misión. La mayoría de los analistas descartan una invasión, por lo que este despliegue tendría como objetivo presionar a Estados Unidos para que se siente a negociar.
Históricamente, Rusia ha aplicado una política exterior en la que trata de influir en sus países vecinos para formar un “muro de contención” que la proteja de invasiones extranjeras.
Según el Kremlin, en los ´90, tras la caída de la URSS, la OTAN se había comprometido a no expandirse hacia el Este más allá de Alemania. Sin embargo, unos años después, ex repúblicas soviéticas, como Lituania y Letonia, se terminaron uniendo a la misma.
Ante esta situación, y la constante amenaza de que Ucrania siga el mismo camino, Rusia está exigiendo garantías formales de que la OTAN no se seguirá expandiendo hacia el Este y quiere que se retire armamento de las ex repúblicas soviéticas.
Sin embargo, aunque esta teoría cobra fuerza, desde Occidente no descartan una invasión. Por ello, ayer la OTAN anunció que estaba poniendo fuerzas en estado de alerta y reforzando Europa del Este con más barcos y aviones de combate, mientras que el Departamento de Defensa de EE.UU. dijo que 8.500 de sus soldados estaban en alerta máxima.
Hasta el momento, la OTAN tiene unos 4.000 soldados en batallones multinacionales en Estonia, Lituania, Letonia y Polonia, respaldados por tanques, defensas aéreas y unidades de inteligencia y vigilancia.
A esto se suma que tanto EE.UU. como el Reino Unido anunciaron que retirarán parte de su personal en sus embajadas de Ucrania. En el caso del país norteamericano, sus autoridades ordenaron la partida de los familiares de su personal y autorizaron la partida voluntaria de sus empleados.
En este sentido, la embajada en Kiev advirtió a través de un comunicado que "una acción militar de Rusia podría ocurrir en cualquier momento y el gobierno no estará en condiciones de evacuar a los ciudadanos estadounidenses en tal contingencia, por lo que los ciudadanos que se encuentran actualmente en Ucrania deben planificar en consecuencia".
Por su parte, la Unión Europea, que por ahora tiene un papel secundario en este conflicto, por el momento no retirará a su personal de Ucrania, aunque tiene la intención de aprobar un paquete de ayuda financiera de 1.200 millones de euros para este país.
