Este lunes 7 de agosto, se cumplirá un año desde que Gustavo Petro llegó al poder en Colombia, aunque, en el marco de la detención de su hijo, no tendrá mucho para festejar.
Este fin de semana, un juez colombiano ordenó que Nicolás Petro Burgos, primogénito del presidente colombiano, y su exesposa Daysuris Vásquez, respondan en libertad al proceso que enfrentan por lavado de activos y otros delitos, aunque no podrán salir de la ciudad de Barranquilla.
La pareja fue detenida el último fin de semana de julio y tres días después la Fiscalía le imputó al hijo del presidente los delitos de lavado de activos y enriquecimiento ilícito de servidor público; a Vásquez, los de lavado de activos y violación de datos personales.
Pero la gran polémica se generó cuando Nicolás dijo que parte de ese dinero ilegal se utilizó en la campaña electoral de 2022 de su padre.
Sin embargo, el hijo del mandatario manifestó que "ni mi papá ni el gerente de la campaña, Ricardo Roa, sabían de los dineros que recibimos Daysuris y yo de Santander Lopesierra y de Gabriel Hilsaca. Obviamente, no sabían que parte de esos aportes yo los utilizaba para la campaña. Es importante hacer esa aclaración, pero hay otras circunstancias".
"Nunca se lo comenté. No tenía forma de enterarse de esos aportes... lo importante es que la justicia actúe de la mejor manera, sin presiones, y que se sepa toda la verdad", agregó.