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Otro año desafiante

No miran los canjes, sino lo que pasa en los fondos de inversión

Massa logró sumar en el BCRA la mayor cantidad de reservas en quince meses. Pero los pagos por hacer son gigantescos.

Grandes inversores, analistas y operadores ya no le dan tanta importancia a los resultados que obtenga Massa en el canje o en las licitaciones
Grandes inversores, analistas y operadores ya no le dan tanta importancia a los resultados que obtenga Massa en el canje o en las licitaciones
Luis Varela 02 enero de 2023

A todo vapor, Sergio Massa logró terminar el 2022 con la mayor cantidad de reservas en el Banco Central de los últimos quince meses. En reservas brutas la autoridad monetaria terminó en nada menos que US$ 44.588 millones. 

¿De dónde salieron todos esos fondos? De los dólares soja 1 y 2, de los DEG que nos mantiene entubados con el FMI y de diversos créditos obtenidos con organismos multilaterales, incluso con China, que da su puntada para avanzar con las represas de la provincia de Santa Cruz.

A partir de este fuerte incremento de reservas, inversores y analistas se preguntan: ¿alcanzarán estos fondos para llegar a mediados de mayo, cuando empezará a liquidarse la nueva cosecha gruesa? Y los desafíos son ciertamente enormes. Muchos cuentan los billones de pesos por mes que debe devolver el Tesoro desde este momento hasta noviembre, pero la cuenta es mucho más extendida que lo registrado hasta el momento. 

El FMI ya dijo en su última auditoría que "basta de dólar soja", este 9 de enero vencen los cupones de los bonos emitidos en el canje que hizo Martín Guzmán en agosto de 2020. Y, sumando todo, según la Oficina de Presupuesto del Congreso, en base a datos del Ministerio de Economía, en enero, incluyendo amortización e intereses, habrá que pagar la enormidad de US$ 17.900 millones.

Mucho es negociable, renovable incluso de manera automática (con jugosos intereses), pero hay muchos inversores privados de salida: ven que la chance de reperfilamiento es seria, no le creen demasiado al IPC del Indec ni al CER, no ven que haya tasas en pesos reales positivas, y quieren bajarse, a como dé lugar.

Los desafíos de Massa

Massa, y sobre todo el viceministro Gabriel Rubinstein, que es el que entiende ciertamente la maraña en la que estamos metidos, saben que el desafío es muy importante y desde mañana mismo inician para enero tres pasos para ver si pueden seguir procrastinando todo, realizando algunos ajustes (en su mayoría demorando pagos, licuándolos): realizarán mañana un canje voluntario de bonos entregando a cambio dos canastas de papeles posibles, una que vence antes de la hipotéticas PASO de agosto y otra que le pasará de manera unilateral una montaña de deuda emitida por este Gobierno al Gobierno que surja de la elección presidencial de octubre. La idea es seguir con el plan llegar, que no explote todo, tratar de conseguir la mayor cantidad de votos en las elecciones para mantener la cuota de poder más amplia que se pueda, y que la bomba de tiempo le explote al que sigue.

Las licitaciones

Es un poco tedioso pero es necesario revisar bien la propuesta. Antes de hacer las dos licitaciones programadas para el mes, el 18 y el 27 de enero, Massa quiere despejar los vencimientos de deuda en pesos más cortos: ofrecerá Ledes y Bonos Duales, de manera voluntaria, intentando sortear el "riesgo elecciones". Con esta movida buscará postergar pagos por $ 4,2 billones en parte con un título que heredará el nuevo gobierno con un vencimiento en febrero de 2024, es decir a apenas tres meses de asumir.

Para esto, Massa llama a conversión de los títulos Lecer X20E3 y X17F3, Ledes, S31E3, S28F3 y S31M3, Bote, TB23, Boncer TC23 y TX23. A cambio de todos estos pagarés ofrecerá dos canastas: 

  • Conversión de esos títulos por una canasta compuesta en un 25% por una Letra del Tesoro Nacional en pesos a descuento con vencimiento 28 de abril de 2023 (S28A3), en un 35% por una Letra del Tesoro Nacional en pesos a descuento con vencimiento 31 de mayo de 2023 (S31Y3) y en un 40% POR UNA nueva Letra del Tesoro Nacional en pesos a descuento con vencimiento 30 de junio de 2023 (S30J3).
  •  Conversión de esos títulos por una canasta compuesta en un 35% por un Bono de la Nación Argentina en moneda dual vencimiento julio de 2023 (TDL23), en un 35% por un Bono de la Nación Argentina en moneda dual vencimiento septiembre de 2023 (TDS23) y en 30% por un Bono de la Nación Argentina en moneda dual vencimiento febrero de 2024 (TDF24).

¿Qué visión tiene el mercado frente a esta propuesta? Varios operadores hicieron la misma lectura: "Sabemos perfectamente que lo que están haciendo es emitir pesos sin parar, comprar bonos en el mercado secundario, luego tanto en este canje como en las licitaciones que hagan el 18 y el 27 de enero lograrán buenos resultados haciéndose trampa al solitario, porque obtendrán los objetivos, pero con pesos recién fabricados, que serán en buena medida reabsorbidos por el BCRA en Leliq, con una bomba de tiempo que ya se acerca a los $ 11billones, y que más que se duplicarán en los próximos doce meses porque son remunerados, por lo que el Gobierno que asuma en diciembre tendrá una papa caliente en las manos".

  • Por esa "trampa al solitario", grandes inversores, analistas y operadores ya no le dan tanta importancia a los resultados que obtenga Massa en el canje o en las licitaciones, sino a los retiros de dinero que van haciendo de manera persistente los inversores reales de los fondos de inversión: son personas que resuelven sacarse de encima bonos en pesos que consideran peligrosos por riesgo de reperfilamiento o licuación. 

En las últimas semanas los retiros fueron muy importantes, el BCRA tuvo que emitir muchos pesos para sostener el valor de los bonos en pesos, no tanto como en la crisis de julio, pero casi. 

Por eso los dólares libres saltaron la semana pasada hasta $345, con el dólar turista ya arañando los $370, y por la misma razón en los últimos diez días de diciembre los bonos argentinos volvieron a bajar y el riesgo país retomó el camino alcista, subiendo en 132 unidades, desde 2.081 a 2.213 puntos básicos.

Los movimientos del dólar

Debe hacerse notar, además, que mientras la semana pasada el contado con liquidación saltó 3,3%, el blue 1,8% y el MEP 0,7%, la dirección que tuvo el dólar en el mundo fue bien diferente. El billete verde subió en la última semana de 2022 sólo en Brasil (2,5%, por los miembros de izquierda que nombró Lula para su tercera presidencia que se inició ayer), pero luego el dólar cayó 3,5% en Chile, 1,3% contra el yen y el yuan, declinó 1% contra el franco suizo, cedió 0,8% contra el euro y estuvo 0,2% incluso contra la libra, con Gran Bretaña sumergida en una crisis que no se ve desde hace años.

El gran "milagro argentino" (como sugirió el premio Nobel Joseph Stiglitz que recomendó a Cristina Kirchner que lo pusiera a Martín Guzmán como ministro de Economía) se dio en el precio de las acciones argentinas. Los analistas internacionales ven venir en 2023 una recesión global, sin que se sepa por ahora si va a ser leve o profunda, y las bolsas de todas partes tuvieron una última semana de 2022 en baja: la de México se hundió 4,1%, Madrid y Tokio bajaron 0,5%, los índices de Nueva York achicaron 0,3%, Frankfurt cedió 0,1%, con las bolsas de San Pablo y de Chile cerrando casi sin modificaciones.

  • En cambio, la Bolsa de Buenos Aires  fue una fiesta. Con notable ciclotimia en el volumen operado (38% en acciones nacionales y 62% en empresas extranjeras vía cedears), el índice S&P Merval fue en la última semana del año el mejor del mundo: subió nada menos que 7,9% en pesos y 6% en dólares. Y con resultados que ofrecieron una disparidad que da miedo: en diciembre Grupo Concesionario del Oeste subió 59% y el Banco Hipotecario ganó 58%, mientras que Agrometal, Bodegas Esmeralda, Insumos Agroquímicos, TGLT y Grimoldi  anotaron bajas o diferencias bien por debajo de la inflación.

¿Por qué razón las acciones siguieron subiendo y los bonos pegaron un freno luego de la suba que venían mostrando? 

Los analistas encuentran una respuesta única frente a ese interrogante: "Es tan complejo el desafío de deudas en el que se metió el Estado que salir del peso o de títulos del Estado es lo más recomendable. Muchos compran dólares porque es el método de inversión tradicional más líquido, pero hay quienes se están volcando sobre todo a las Cedears y también a las acciones locales, con mucho más volumen en las extranjeras porque el índice S&P Merval ya no está tan barato, sube 154% en dólares en los últimos 26 meses, si llega a subir otro 11% llegará al promedio que tuvo ese índice en los últimos quince años.

Commodities mixtas 

A partir de todo esto, además de los artilugios contables que haga Massa, todo el mercado global está pendiente de los índices de inflación mundiales y de lo que hagan los principales bancos centrales mundiales en febrero (Fed, BCE, BoJ y BoE). 

  • Se espera que Powell suba la tasa corta al 5,1% anual y que la mantenga en ese nivel por quince meses. La mayoría de los inversores arriesgados no le creen: piensan que si mantiene la tasa corta tan alta durante tanto tiempo generará recesión, desempleo y protestas sociales, por lo que entienden que la tasa corta debería ablandarse algo en la parte final de 2023.

¿Ocurrirá eso? Los commodities, que son los que de alguna manera fijan la base de la inflación global, tuvieron un resultado dispar en diciembre. Los metales (básicos y preciosos) y los granos siguieron subiendo. El petróleo, punta a punta, se mantuvo casi sin cambios. Y las criptomonedas siguen perdiendo valor, con los fanáticos que decían "mejor, compro más" desaparecidos. Las tres quiebras que afectaron al sector hicieron que el volumen total operado bajara de manera sustancial. 

Y todo el mercado teme que aparezca una quiebra en otro sector esencial, como pasó con el banco de inversión Lehman Brothers, que venía operando desde 1850 y en 2008 plantó un "no va más" que provocó un derrumbe del 53% en el índice más diversificado del mundo, el S&P 500, que tardó exactamente cinco años en volver al mismo lugar que tenía antes de Lehman. Por esa razón, los analistas recomiendan: "el riesgo es muy grande, y para los inversores tenemos tres recomendaciones: bonos privados de alta calidad, bonos privados de alta calidad y bonos privados de alta calidad". Y en ese menú  Argentina no entra: somos "standalone".

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