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No se mide lo que es barato o caro, sino lo que se pagará o no

El mercado argentino repitió la tendencia de los últimos meses: dólar hacia arriba con recuperación de bonos y acciones.

Mañana Massa sale a tomar pesos en un mercado renuente, por lo que se descuenta que organismos estatales serán los que lo abastezcan.
Mañana Massa sale a tomar pesos en un mercado renuente, por lo que se descuenta que organismos estatales serán los que lo abastezcan.
Luis Varela 17 enero de 2023

En otra clásica jornada que debe ser tomada con la punta de los dedos porque hubo feriado en Wall Street (por homenaje a Martin Luther King), el mercado argentino repitió ayer la misma tónica que viene repitiendo desde hace 120 días: persiste la suba creciente del dólar (ayer hubo récord en todos, el blue, el MEP y el CCL), continúa la mejora de los bonos y volvió a registrarse un nuevo salto en la cotización de las acciones argentinas.

"La lectura que estamos viendo -dijo un experimentado operador de la city, con años navegando esos mares- indica que estamos experimentando un clásico cambio de ciclo, con los inversores típicamente divididos en dos: el 80% son conservadores, tienen temor y eligen salir del peso y colocarse en dólares para pasar el temporal que viene, mientras que el 20% restante, integrado por inversores más osados, están comprando títulos argentinos, que venían con precios de sexto subsuelo y con muy poca plata ya lograron subir dos pisos, pero siguen todavía muy debajo de la tierra".

Frente a esta interpretación, surgió la pregunta obligada: ¿en las consultoras imaginan para fin de año un dólar de más de $500, puede continuar esta vertical recuperación de las acciones o de los bonos, o puede sobrevenir una toma de ganancias? Y la respuesta fue ciertamente sorpresiva: "Tanto a nivel local, como a nivel internacional, la mayor parte de los analistas ven venir un período de recesión y ante semejante incertidumbre, los inversores ya no miden sus movimientos estudiando lo que está barato o lo que está caro, sino en quiénes son los que podrán pagar y los que no podrán hacerlo".

Las dudas del mercado

Obviamente, después de los primeros balances trimestrales presentados en Wall Street el viernes pasado, con las menores ganancias de los últimos diez trimestres, hay creciente inquietud en los tenedores de papeles que los baches que se vieron en algunas exchange dedicadas a las criptomonedas pueda extenderse a quiebras de empresas de determinados sectores, que eso provoque un susto y que eso se extienda como una mancha de aceite, colocando a Wall Street y obviamente a mercados más débiles como los latinoamericanos en un gran signo de interrogación.

Ayer, sin negocios en EE.UU., casi todos los mercados del mundo operaron con volúmenes reducidos, a la espera que los grandes montos y los nuevos balances determinen cómo seguirá el rumbo. Por eso en los commodities se observó una especie de freno: el petróleo cedió 1,2%, los metales preciosos estuvieron débiles, los metales básicos actuaron mixtos y el sector que se sigue destacando como fuga, con la integración relativa de pocos inversores globales, son las criptomonedas, que saltaron mucho entre sábado y domingo, pero ayer estuvieron más tranquilas, aunque contra el viernes el Bitcoin saltó 7% y el resto de los valores del panel lo siguieron también con fuerte recuperación.

El precio de los granos

El tema de los granos es un capítulo completamente aparte. Argentina sufrió ayer otro día con temperaturas muy altas. Se prevé que el calor durará durante toda la semana. El INTA, ratificando su cálculo de que empezará a haber un régimen de lluvias un poco más normalizado hacia fin de mes, anunció ayer que en el noroeste del país se esperan lluvias para el fin de semana. Pero las Bolsas de Cereales insisten: la mitad del trigo ya se perdió, el crecimiento del maíz y de la soja vienen con mucho daño, habrá al menos US$ 14.000 millones menos de agro exportaciones menos este año, y eso significará un golpe equivalente al 2% del PIB.

Con ese contexto, los inversores conservadores se asustaron un poco más y los inversores osados continuaron insistiendo con su apuesta, entendiendo que estamos en un cambio de ciclo electoral, que en abril se conocerán los candidatos y que la suba puede persistir hasta que se empiecen a conocer los resultados de las elecciones provinciales: en apenas cuatro semanas, el 12 de febrero, las urnas se abrirán en la provincia de La Pampa, y el 16 de abril moverán el avispero Río Negro y Neuquén.

Sea como fuere, para los ahorristas, la situación es muy grave, no hay solución a la vista, por lo que ayer todos los dólares fueron a otro valor récord: en el exterior el dólar global saltó 1,1% en Brasil, 0,6% en Chile, 0,5% en Japón y China, 0,3% contra la libra, 0,2% en México y 0,1% contra el euro. Y en Argentina se vieron números candentes: el BCRA usó manos amigas para frenar la corrida (perdió US$ 116 millones de las reservas) pero igualmente el dólar blue subió $1 hasta $370, el dólar Qatar subió $1,88 hasta $378,94, el MEP saltó $3,80 hasta $344,03 y el contado con liquidación brincó $6,43 hasta $355,69. Por lo que la brecha entre el oficial y el blue llegó al 95% y la del CCL con el mayorista fue también del 95%.

Pero un dato que hizo girar la cabeza de más de un analista fue la serie de depósitos en dólares de los privados que emite día tras día el Banco Central: entre mediados de agosto y mediados de diciembre ese tipo de colocación crecía a un ritmo de unos US$ 250 millones por mes, pero en las últimas tres semanas esa suba se congeló, dejó de subir, mucha gente decidió contratar pequeñas cajas de seguridad en los bancos, y las entidades aprovecharon la demanda y subieron el alquiler de las cajas fuertes nada menos que 88%: cobraban $4.000 y el nuevo valor es de $7.500, por estuches pequeños, solo paga guardar joyas o algunos billetes.

Por otra parte, se está viendo en las consultoras que no parece haber chance de que se logre encauzar a la economía en un proceso de desinflación, bajando las variaciones mensuales de 7 a 6, de 6 a 5, de 5 a 4 y de 4 a 3%, como busca Massa. Los precios justos no están funcionando, el ministro que hasta ahora se mostraba más amigable con las empresas envió a camioneros y piqueteros a controlar grandes centros de distribución a ver si las grandes empresas cumplen. Pero la única verdad es la realidad: los precios justos son algo que no existen en los comercios de cercanía, la suba del dólar mantiene todo en ebullición y los nuevos suministros están llegando con subas del 10% cada dos semanas.

Massa toma más deuda

Por si eso fuera poco, mañana el ministro Massa se ve obligado a salir a tomar en el mercado unos $400.000 millones colocando una serie de  papeles en pesos, casi todos con vencimientos cortos, apuntando a un amplio espectro de inversores posibles. Se descuenta que Massa no tendrá problema en cumplir con el llamado, ya que sigue usando la misma estrategia: el BCRA emite pesos a dos manos, le compra bonos a los organismos oficiales, y estos a su vez luego participan en la licitación que debe realizar Massa. El tema es que la montaña de pesos que vence está en manos privadas, y poco vuelve a bonos a 100 de VN, son comprados a valor de mercado, pero preferentemente se están dolarizando, de ahí los precios récord de ayer, con mayor incremento en el dólar fuga.

En números concretos, Massa saldrá mañana a intentar colocar más bonos en pesos a fondos de inversión, a los denominados creadores de mercado, a inversores independientes y a importadores: les ofrecerá Lelites, Ledes, Lecer, Letras dollar linked, bonos dollar linked y hasta un Bonte con vencimiento dentro de cuatro años.

A los fondos comunes de inversión les ofrecerá una letra de liquidez del tesoro nacional en pesos a descuento con vencimiento 17 de febrero de 2023 (nueva). A los denominados creadores de mercado les ofrecerá tres letras: una letra del Tesoro nacional en pesos a descuento con vencimiento 28 de abril de 2023 (s28a3 -reapertura); una letra del Tesoro nacional en pesos ajustada por CER a descuento con vencimiento 19 de mayo de 2023 (x19y3 -reapertura) y una letra del Tesoro nacional en pesos a descuento con vencimiento 31 de mayo de 2023 (s31y3 -reapertura). A los inversores independientes les ofrecerá dos instrumentos: una letra del Tesoro nacional vinculada al dólar estadounidense con vencimiento 31 octubre de 2023 (nueva) y un bono del Tesoro nacional en pesos a tasa Badlar privada por 0,70 con vencimiento 23 de noviembre de 2027 (tb27p - reapertura). Y, esto es nuevo, a los importadores registrados en Afip y Aduana les ofrecerá un bono del Tesoro nacional vinculado al dólar estadounidense vencimiento 28 de abril de 2023 (t3v3d - reapertura).

Los bonos para arriba

Todo esto no alteró la tendencia alcista de los bonos, que ganaron otro 2%, aunque con un volumen operado bastante reducido, más por ceguera por el feriado en Wall Street que por otra cosa. Y a nivel papeles privados hubo otra fiesta: con $3.999 millones  operados en acciones y $1.530 millones en Cedears, la Bolsa de Buenos Aires subió otro 3,4%. Sin registrarse ADR por el feriado en Estados Unidos. Aunque los Cedear, con muy bajo volumen, tuvieron mayoría de subas, de hasta el 5%, con expectativa de que la Fed no podrá ser muy dura con la tasa corta dentro de dos semanas.

¿Qué proyecciones hacen los analistas? En general creen que el equipo económico seguirá "hirviéndonos como ranas", licuándonos, tratando de repetir en 2023 un proceso parecido al 2020. Inflación muy alta, dólar siguiéndolo desde atrás, títulos impulsados por el trade electoral. Y todo parecería que seguiría en esa tendencia, pero con un riesgo ciertamente alto. Los vencimientos de deuda son cada vez más altos, el BCRA tendrá que emitir cada vez más pesos. Brasil está mostrando complicaciones (ayer bajó el real contra el dólar y la Bolsa de San Pablo perdió 1,7%. 

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