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El riesgo país alcanzó un nuevo récord poscanje

Hubo incertidumbre con gran temblor en el Banco Central

La cepa Omicron y la decisión de Powell de acelerar el tapering les pusieron la tapa a los mercados externos, y derrumbaron el valor de las commodities

Banco Central de la República Argentina.
Banco Central de la República Argentina.
Luis Varela 01 diciembre de 2021

Los niveles de inestabilidad económica mundial, que ya venían muy golpeados desde mediados de noviembre, acaban de cerrar el mes con la aparición de la cepa Omicron del Covid-19, que aparece como peligrosa y contagiosa, pero que para algunos expertos es la excusa perfecta para provocar un reordenamiento de variables que se venía pidiendo a gritos desde hace meses.

Y desde el cierre de la semana pasada hasta ayer, con una pausa el lunes, se desarrollaron dos ruedas negras, el viernes y este martes, que terminaron convenciendo a los que administran los joystick del mundo de que se viene otro momento de menor actividad, por lo que ayer cayeron fuerte las materias primas, sufrieron una estocada las bolsas y se profundizó la inestabilidad en los mercados emergentes, con Argentina colocada tristemente en la cabeza de todas las listas.

Tras un mes fatídico para las acciones y para el valor del peso argentino, ayer fue un día no tan grave para la Bolsa o para el mercado cambiario local, pero eso ocurrió porque el Banco Central realizó una intervención histórica, pocas veces vista: perdió en un solo día nada menos que US$ 489 millones de sus reservas y chupó de los bancos $ 442.991 millones en depósitos, mientras en la misma puerta de Reconquista 266 se realizó un piquete de autoconvocados que clamaron "no al corralito” y “mis ahorros no se tocan".

Bonos para abajo

La profundidad del mal momento estuvo enfocada fundamentalmente en el precio de los bonos argentinos: ayer cayeron otro 2,3%, por lo que perdieron en todo el mes nada menos que 10,5% en dólares, hasta el menor valor desde 2001. Y el riesgo país anotó su 11° suba consecutiva, exactamente desde el día en el que el presidente Alberto Fernández dijo que ganó la elección legislativa. Desde ahí los inversores sofisticados salen, y con el fallo a favor de Cristina la huída es aún mayor.

Efectivamente, ayer el riesgo argentino trepó otras 21 unidades, hasta 1.898 puntos básicos, record pos canje, con una desvalorización tan grande en los precios contado que el papel más operado de los que entregó Martín Guzmán hace quince meses perdió tanto precio que su tasa a vencimiento subió hasta 29% anual en dólares, un costo absolutamente imposible de pagar.

Mientras los argentinos se enteraban que el país cayó a uno de los últimos lugares de la región en cuanto a nivel educativo, con los jóvenes de entre 18 y 24 años que ni trabajan ni estudian en uno de los porcentajes de la población más altos de un estudio de la OCDE, los inversores perciben que la situación se está yendo de las manos, y en los últimos dos días se fueron del sistema depósitos en dólares a razón de más de US$ 200 millones por día, por lo que desde los US$ 33.000 millones que había antes de que Alberto ganara las PASO de 2019, ya quedan menos de US$ 15.000 millones y eso es lo que vacía las arcas de los encajes del Banco Central.

Este gran temblor argentino ocurre en un mundo que se va complicando cada vez más. La llegada de Omicron advierte a casi todos los gobiernos. Alemania ya no permite a los hinchas ir a las canchas. Israel cerró sus fronteras. Y Powell considera que la inflación es por escasez de oferta, por lo que reconoció ayer que la suba de precios ya no es 'transitoria', por lo que confirmó que el tapering será más rápido: comprará menos bonos en Wall Street, le dará menos liquidez, para que los precios estructurales no salten aún más.

Frente a esta situación, los inversores mundiales resuelven bajarse del riesgo. Ayer, por ejemplo, la lira turca cayó otro 5% y Turquía muestra señales de riesgo de hiperinflación. Y hubo una corriente global de compra de bonos de EE.UU. como refugio, por lo que las tasas largas de esos papeles achicaron fuerte: hasta 1,1% anual a 5 años, 1,4% a 10 años y 1,8% a 30 años.

En paralelo, la Bolsa de Nueva York pasó al rojo: tras bajas consistentes en Asia y Europa, los principales índices de Wall Street perdieron 1,8%, mientras que la Bolsa de San Pablo cedió 0,9% y la de México achicó 0,2%. Y la Bolsa de Buenos Aires, tras un mes durísimo, ayer pudo subir 0,3%, con $1.241 millones operados en acciones y $3.503 millones en Cedears.

Pero la movida de los bonos norteamericanos y el bamboleo de las bolsas, afectó el movimiento de las monedas. En el exterior, el dólar no cambió contra la libra, pero bajó 0,2% en Brasil, 0,5% contra el euro y el yen, 1% en México y cedió 2,3% en Chile. Y en Argentina hubo un verdadero desquicio: la intervención gruesa del BCRA, logró parar la estampida del contado con liquidación, pero el dólar MEP y el Senebi volvieron a saltar y el blue terminó otra vez sostenido, un peso arriba.

La incertidumbre el Omicron, y el temor es que la liquidez de la Fed desaparezca. Eso hundió el valor del petróleo, afectó a los metales básicos y le dio un durísimo golpe a los granos, que cayeron fuerte en Chicago y en Rosario. Al tiempo que las posiciones refugio salvaron la ropa: el oro y la plata se movieron poco, el bitcoin apenas cedió y el gran ganador del día fue el ethereum, que muestra por dónde viene el próximo movimiento.
 

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