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Dólares aplastados, bonos quietos y acciones golpeadas

Enfocado en terminar con la inflación, el equipo económico siguió vendiendo reservas para bajar los dólares libres. Cayeron otros $25 y la brecha cambiaria ya se redujo 20 puntos.

Lo peor el día estuvo en la Bolsa, que sufre por malos balances, por la recesión y por granos en picada.
Lo peor el día estuvo en la Bolsa, que sufre por malos balances, por la recesión y por granos en picada.
Luis Varela 30 julio de 2024

Mientras el baño de sangre prometido por Nicolás Maduro empieza a consumarse en Venezuela, con Lula titubeante y un silencio que aturde en el kirchnerismo, el equipo económico argentino sigue dando pelea, sin ningún tipo de asistencia ni del FMI ni de ningún organismo internacional, con un mundo que se ha convertido en un viento en contra para las necesidades del país.

En medio de una situación fuertemente recesiva, con balances trimestrales que están llegando con resultados claramente negativos, el Gobierno sigue fiel a su primer objetivo: secar de pesos al mercado, anclar los dólares como sea, buscar que la inflación de julio muestre otro escalón a la baja y en esa decisión hay clara confianza ya que el ministro Caputo dijo en una reunión con las ALyC que el IPC de este mes será el más alto de lo que queda del año.

La idea sigue siendo la misma: llevar la variación de precios a un primer objetivo del 2% mensual, equiparándolo con el crawling peg que viaja con esa diferencia, y ya empiezan a abundar conocidos analistas del mercado que esa idea será cumplida, por lo que la repetida queja de un tipo de cambio atrasado empezará a quedar como una especie de canción vieja.

Y la estrategia realizada fue idéntica: se le compraron dólares a la exportación y hubo una fuerte venta en el mercado, con tal de anclar los dólares libres, con la idea de que la brecha cambiaria, que estaba en el 60% hasta hace poco, se vaya acercando, bajando el techo, en vez de subir el piso como venían reclamando persistentemente sobre todo los productores agropecuarios.

Por supuesto, sin que el FMI envíe un solo dólar, la estrategia del ministro Luis Caputo y del titular del BCRA Santiago Bausili está generando un esfuerzo que es la gran preocupación del mercado. Con el dólar exportador a $1031,12, el Banco Central vendió hoy US$ 64 millones en el mercado y al final del día el BCRA perdió reservas por US$ 140 millones. 

  • Pero con la movida logró hundir el valor de los dólares libres y achicar aún más la brecha, mientras los bonos se sostienen, el riesgo casi no cambia, y el dato más oscuro está en la Bolsa, que derrapa cada vez más por la recesión y por precios de los granos que siguen en picada.

Mientras el drama venezolano hace temblar a América Latina, el mercado norteamericano está ya envuelto en los 100 días previos de campaña electoral, con Donald Trump con ventaja sobre Kamala Harris, y con la Fed (que será reformada si Trump llega a la Casa Blanca) dando una idea de que su tasa base puede bajar 25 puntos básicos en setiembre, de 5,5% a 5,25% anual. 

Y eso determinó que siguieron bajando las tasas largas de EE.UU.: se pagó 4,8% anual a 1 año de plazo, 4% anual a 5 años, 4,1% anual a 10 años y 4,4% anual a 30 años. Y sin tanta fuerza en esos intereses, el súper dólar aflojó algo: en el exterior el billete verde subió 0,6% en México, 0,2% contra la lira y 0,1% contra el euro, pero bajó 01% en Brasil y China, 0,2% en Chila y cayó 0,7% en Japón.

En el mercado cambiario local, con la gran sangría de reservas (el equipo económico había calculado vender unos US$ 1.900 millones en la presente estrategia, y ya lleva vendidos casi US$ 400 millones) el dólar blue cayó $30 hasta $1.385, el Senebi cayó $22,45 hasta $1.326,53, el MEP cayó $28,59 hasta $1.268,39 y el contado con liquidación bajó $25,62 hasta $1.279,58. Por lo que la brecha entre el oficial y el blue fue del 42% y la del CCL con el mayorista fue del 36%, en promedio 20 puntos menos que hace apenas dos semanas.

Dólar blue milei
El dólar blue cayó $30 hasta $1.385.

En la franja de títulos públicos, con muchos inversores institucionales perdiendo interés en papeles vinculados a la inflación o al tipo de cambio, e interesándose más por títulos atados a tasa de interés, la Secretaría de Finanzas acaba de lanzar una licitación para canjear este jueves bonos atados al CER por papeles similares pero con vencimiento a plazos más largos, casi todo lo ofrecido también ajustará por inflación salvo una sola propuesta canjeada por una letra a tasa de interés (TX25 de noviembre 25 por TZXD6 de diciembre 26, TZXD5 diciembre 25 por TZXD6 diciembre 26, TZXM6 marzo 26 por TZXD6 diciembre 26, TZX26 junio 26 por TZXD7 diciembre 27, TZXM7 marzo 27 por TZXD7 diciembre 27, T3X5 junio 25 por TZX25, T4X4 octubre 24 por TZXD5 diciembre 25, T2X5 febrero 25 por TZXD5 diciembre 25 y T2X5 febrero 25 por Lecap S31M5 marzo 25).

Mientras los operadores analizaban en profundidad toda esta propuesta, el día se desarrollo con un volumen récord, sin ningún precedente en títulos públicos, con los bonos argentinos anotando una baja promedio del 0,1% (pero en medio de una selectividad extrema), por lo que en definitiva el riesgo país subió 3 unidades hasta 1.556 puntos básicos, o sea prácticamente se quedó en el mismo sitio.

Donde sí hubo movimiento fue en los papeles privados. Siguieron entrando balances decepcionantes en la Bolsa de Nueva York. Y también se vieron estados contables con números muy pobres en el mercado local, por la economía sumergida en una recesión profunda: por ejemplo, la empresa Ternium informó que cerró el primer semestre de este año con una ganancia de $78.662 millones, contra una utilidad de $161.207 millones en el primer semestre de 2023, lo cual en términos reales significa una caída vertical en la rentabilidad obtenida.

Hasta ahora, según se va observando en los balances que van ingresando en la Bolsa, aproximadamente el 20% llega con suba de ganancias, pero inferiores a la inflación, mientras que el 80% restante de las compañías está entregando estados contables en los que pasaron de ganar a perder dinero. Así, con Wall Street en un día mixto, con duras caídas en papeles tecnológicos, convirtió a la Bolsa argentina nuevamente en la peor de todas.

  • En efecto, la Bolsa de Nueva York terminó mixta, con suba del 0,5% para el Dow, baja del 0,5% para el S&P y caída del 1,3% para el Nasdaq (pero hubo rojos impactantes para firmas como Merck Crowdstrike y Nvidia, entre otras). Al tiempo que la Bolsa de San Pablo bajó 0,6% y la de México perdió 0,4%.

Y la peor parte se la llevaron los papeles argentinos, ya que hubo desplomes de hasta el 10%. Con $34.820 millones operados en acciones y $41.830 millones en Cedears, la Bolsa de Buenos Aires cayó 4,7%. Y los ADR argentinos en Nueva York tuvieron una baja en bloque del 1% al 3% para Pampa E, TGS, Despegar, Supervielle, Galicia, YPF, Edenor, Central Puerto y Cresud, sin alzas para mencionar.

En general, los mercados ven venir tiempos de desaceleración económica y las commodities lo sienten. El petróleo bajó 0,9%, los metales básicos estuvieron mixtos y la peor parte (muy grave para Argentina) se vio en los granos, con caídas de entre 1,3% y 2,7% para la soja, el maíz y el trigo, hasta precios que no se veían desde setiembre de 2020. Mientras tanto, en los activos tomados habitualmente como refugio, esta vez se optó por  los metales preciosos, ya que estuvieron firmes, sobre todo la onza de plata. Mientras que el mundo cripto sufrió: hubo caída del 2,1% para el Bitcoin con bajas de hasta el 3% en el resto de los valores del panel.

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