Mercados
En un día en el que no todos los números del mercado fueron tan malos como los del lunes, empezaron a verse a algunos inversores profesionales que subían las escaleras trabajosamente, en medio de una muchedumbre que seguía bajando rápidamente, como si estuvieran tratando de hacerse espacio para trepar en medio de un "efecto Puerta 12" (en alusión a la tragedia ocurrida en 1968 en el estadio de River, donde 70 personas murieron aplastadas porque todo el mundo quería salir).
Los pocos que iban esquivando a los que bajaban no eran muchos, casi se los podía contar con los dedos de un par de manos.
Pero mientras ahorristas menos experimentados siguen huyendo de los bancos, con stock total de depósitos en pesos en franco retroceso real desde que Santiago Bausili bajó excesivamente la tasa de interés, empezaron a verse viejos lobos del mar bursátil tocando la tecla "compro", en una movida que logró vencer la ola bajista en las acciones, pero no paró el descenso de los bonos, y mucho menos pudo frenar la suba de los dólares libres.
Es más, en promedio, los dólares irregularmente llamados libres (porque en realidad no son libres del todo, ya que cotizan dentro de un mercado encepado) anotaron una suba promedio de casi $20, consolidando entre el contado con liquidación y el dólar mayorista una brecha cambiaria del 58%, récord desde que Javier Milei está en la Casa Rosada y un verdadero problema para el comercio exterior, ya que la diferencia beneficia a los importadores y perjudica a toda la exportación.
Mientras un profesional de la talla de Orlando Ferreres hacía tragar saliva a muchos, afirmando que el traspaso de los pases a un día que tiene el BCRA con los bancos a una Letra de Regulación Monetaria (LeReMo) "es una especie de Plan Bonex para los bancos". E inclusive con otro economista muy respetado como Fausto Spotorno (asesor directo del equipo de Milei) reconociendo que lo que hicieron Luis Caputo y Bausili el viernes "fue un mal anuncio".
A pesar de todos esos carteles, estos pocos inversores internacionales decidieron hacer una apuesta contra la corriente, convencidos de que la tormenta pasará y que ya hay precios lo suficientemente castigados como para encontrar en este nivel una buena oportunidad de ganancia.
Y mirando a Argentina desde más arriba, desde el exterior, hubo muchas consultas de inversores internacionales que hubieran estado dispuestos a entrar en este momento. Y si se hubiera realizado esa movida los números malos del día quizás habrían terminado en verde.
Pero no pudieron entrar porque el cepo cambiario todavía existe, Caputo ratificó que sigue el crawling peg al 2%, que sigue el dólar blend y que no hay fecha para sacar el cepo.
Y, como si se tratara de una puerta giratoria, nadie va a meter dólares en un país si después no podrá sacarlos en caso de pretender tomar utilidades.
Sin miramientos, el susto de la mayoría es comprensible. La letra ofrecida "voluntariamente" por el Gobierno a los bancos es por el momento una pelota en el aire, cuyo plazo y su tasa de interés (flotante) no se conoce. Los bancos fueron seducidos (prometiéndoles que con el nuevo papel podrán ahorrarse pagos en ingresos brutos), pero los ahorristas saben que con los pases el BCRA tenía que pagarle a los bancos una montaña de pesos recién emitidos, y que con la nueva letra el traspaso de deuda del BCRA le exigirá al Tesoro nada menos que $1,3 billones por mes en pagos de intereses.
También saben que esto ocurre en medio de la recesión, con un reciente anuncio confirmando que la recaudación impositiva de junio tuvo, contra igual mes del año pasado, una caída real del 14%. Y los ahorristas se preguntan si con la nueva mochila en el Tesoro hay algún riesgo de que se pulverice el superávit fiscal. Y el temor no es sonso: porque toda la masa de dinero que está en los pases no es de los bancos, sino de los ahorristas, es en su gran mayoría el stock de los plazos fijos y mucho del dinero transaccional que hay en el sistema. De ahí que lunes y martes fueron dos días de salida de mucha gente asustada.
Pero hubo dos elementos que les dieron coraje a los pocos inversores que decidieron "comprar cuando todos vendían". Por un lado, dieron un leve paso atrás para las tasas largas de EE.UU.: se pagó 5,1% anual a 1 año de plazo, 4,4% anual a 5 años, 4,4% anual a 10 años y 4,6% anual a 30 años. Y con eso en el exterior el dólar subió 0,5% en Brasil (algo muy malo para la Argentina) y avanzó 0,1% en Chile y China, no cambió contra el euro y el yen, pero bajó 0,3% contra la libra y cedió 0,6% en México.
Y el otro gran anzuelo que invitó a los osados a tocar la tecla de comprar fue bien concreto: dentro de exactamente una semana, el 9 de julio, el día en el que Milei pretende armar el "Pacto de Mayo" en Tucumán, se realizará el pago de cupones de los bonos que emitió el ex ministro de Economía Martín Guzmán, en algunos casos con rentas ya interesantes, y además con algunos papeles que devolverán amortización, como los AL30 y GD30, que entregarán el 4% en este turno y el 8% el 9 de enero próximo.
Qué pasó con el dólar hoy
Así y todo, los ahorristas que no están involucrados con los negocios financieros de segundo escalón siguen desconfiando, y muchos volvieron a inclinarse por comprar dólares, pretendiendo abandonar todo, y llevarse los billetes verdes a cajas de seguridad o al colchón.
Con eso, el dólar blue saltó $25 hasta $1.430, el Senebi brincó $36,89 hasta $1.456,08, el MEP subió $15,82 hasta $1.428,46 y el contado con liquidación subió $14,58 hasta $1.432,03.
Por lo que la brecha entre oficial y blue fue del 50% y la brecha entre el CCL y el mayorista fue del 57%.
La onda pesimista también pesó sobre los títulos públicos. Mientras con el dólar exportador a $1.049,76, el BCRA compró apenas US$ 2 millones en el mercado, y al final del día el BCRA sumó US$ 31 millones a las reservas, las negociaciones con papeles estatales tuvo un volumen récord y gran dispersión, por lo que los bonos argentinos cayeron otro 2,8% y el riesgo país subió otras 23 unidades hasta 1.536 puntos básicos.
Pero en papeles privados, que ya son considerados operaciones de tercer escalón, tuvieron un día con alivio. La Bolsa de Nueva York terminó en alza: el Dow mejoró 0,4%, el S&P subió 0,6% y mejora del 0,8% para el Nasdaq. Hubo suba del 0,1% en la Bolsa de San Pablo, pero baja del 1,8% en la Bolsa de México (porque la nueva presidenta azteca anunció su nuevo gabinete y algunos nombres hicieron ruido).
Qué pasó en la Bolsa hoy
Y lo mejor del día estuvo en el mercado bursátil local. Los que "la ven" permitieron que con $26.251 millones operados en acciones y $33.601 millones en Cedears, la Bolsa de Buenos Aires pudiera subir 2,6% en pesos (0,8% en dólares).
Al tiempo que los ADR argentinas que se transan en NY directamente tuvieron una suba en bloque del 1 al 3,5% para YPF, Macro, Francés, Supervielle, Galicia, Pampa E y TGS; con una sola baja, del 1%, para Bioceres.
Por supuesto ocurrieron decenas de acontecimientos más, pero por cuestiones de espacio, a días de la elección francesa y con Joe Biden en la cuerda floja como candidato, los commodities se están moviendo de manera particular. Hubo una baja del 0,6% para el petróleo. Los metales preciosos actuaron sostenidos. Los metales básicos terminaron mixtos. En Chicago hubo subas para el maíz y la soja y bajas para el trigo. En Rosario hubo recuperación para el sorgo y el maíz y día flojo para la soja.
Y lo inquietante de la rueda para los criptoadictos fue que el Bitcoin bajó 2%, pero hubo desempeño algo mejor para el resto de los valores de ese panel, que ya tiene 588 criptomonedas cotizando en todo el planeta.
