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Del susto al alivio: el petróleo se calma tras la tormenta geopolítica

Volatilidad geopolítica, temores energéticos y un escenario global frágil marcan la agenda internacional. Pese al pico de tensión en Medio Oriente, los precios del crudo volvieron a estabilizarse.

Un frágil acuerdo de tregua entre Irán e Israel, que redujo las probabilidades de un conflicto prolongado.
Un frágil acuerdo de tregua entre Irán e Israel, que redujo las probabilidades de un conflicto prolongado. (Archivo)
Daniel Barneda 30 junio de 2025

El petróleo volvió a ser protagonista en la agenda económica global, pero esta vez por motivos que encendieron más alarmas que festejos

A comienzos de mayo, el ataque de Israel al aeropuerto de Sanaa, en Yemen, y el posterior conflicto entre Israel e Irán, conocido como la "Guerra de los 12 días",  elevaron fuertemente la tensión en Medio Oriente, y con ella, los precios internacionales del crudo.

El barril de Brent pasó de cotizar a U$S 61,57 a principios de mayo a un pico de U$S 80,37 el 19 de junio. 

El WTI, su contraparte estadounidense, también trepó de manera similar, despertando especulaciones sobre un posible rally que llevara el valor del crudo por encima de los U$S 100.

Sin embargo, el temor se desinfló en la última semana de junio. Los precios del petróleo retrocedieron hasta ubicarse nuevamente por debajo de los U$S 70, gracias a tres factores claves:

  1. Un frágil acuerdo de tregua entre Irán e Israel, que redujo las probabilidades de un conflicto prolongado o del cierre del estratégico Estrecho de Ormuz.
  2. Un mercado escéptico, donde los inversores, acostumbrados a crisis recurrentes en Medio Oriente, evitaron caer en el pánico y moderaron sus apuestas.
  3. Una oferta global sólida, especialmente por el aumento de producción de países fuera de la OPEP y los altos inventarios de Estados Unidos, que contrarrestan los riesgos de interrupción del suministro.

¿Qué significa esto para Argentina?

Según un informe reciente de la consultora Qualy, la volatilidad del crudo generó efectos mixtos para la economía argentina. 

Por un lado, un petróleo más caro podría beneficiar las exportaciones, particularmente desde Vaca Muerta. 

Por otro lado, también encarece importaciones clave, como los productos plásticos o combustibles refinados.

En este contexto, un precio del barril en torno a los U$S 60/70 se mantiene como una franja rentable para las petroleras locales.

Además, la estabilidad en el precio reduce la incertidumbre y favorece la planificación de inversiones. El informe también señala que el Banco Mundial recortó sus previsiones de crecimiento global para 2025 del 2,7% al 2,3%, lo que lo convertiría en el peor año desde 2008, sin contar la pandemia. 

Las tensiones geopolíticas, las guerras activas y latentes, el bajo dinamismo de Europa y la guerra comercial latente entre China y EE.UU. conforman un escenario global frágil y riesgoso.

América Latina, pese a contar con recursos valiosos como los energéticos, enfrenta proyecciones modestas. Argentina, aunque podría crecer más que el promedio regional por "efecto rebote", sigue fuera del radar de los inversores internacionales.

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