En los últimos meses, además de las miles de empresas (principalmente pymes) que cerraron definitivamente como consecuencia de la actual crisis económica, varias empresas grandes han anunciado su salida de Argentina. A este éxodo de empresas en el país buscará sumarse la cadena Falabella, que ayer confirmó que se quiere ir de Argentina y, en ese sentido, informó que su próxima acción será el cierre de las primeras cuatro tiendas.
Según indicó ayer la empresa chilena mediante un comunicado, la compañía está en la búsqueda de socios estratégicos que le permitan desprenderse del negocio en Argentina, en donde cuenta con diez tiendas de esta marca: tres en la ciudad de Buenos Aires, tres en el Gran Buenos Aires y el resto en Rosario, Mendoza, Córdoba y San Juan. Además, posee nueve locales de la marca Sodimac (ocho en la provincia de Buenos Aires y uno en Córdoba), que vende productos para la construcción, ferretería y artículos para el hogar.
La prensa chilena señaló ayer que desde hace varios meses la cadena Falabella ha estado analizando alternativas “para que alguien se haga cargo de su operación en Argentina”, según consignó el Diario Financiero, que consideró que lograrlo “no es fácil porque tiene un alto costo de contingencias relacionadas con el personal”.
De acuerdo con ese diario, durante el segundo trimestre de este año la compañía registró una baja de 24,7% en sus ingresos, lo que se explica por la caída de las ventas en Chile y Perú. Aunque la contracción fue mucho mayor en Argentina: registró un desplome de casi 59% en ese mismo período, como consecuencia de la cuarentena. “La empresa explicó que el formato de tiendas departamentales sufrió el cierre total durante el mes de marzo, abril y la primera mitad de mayo, operando de manera parcial el resto del trimestre”, remarcó el medio.
La empresa venía padeciendo la caída del consumo por la crisis económica desde el año pasado, pero las bajas expectativas de una posible mejora, a lo que luego se sumó el empeoramiento del escenario con la cuarentena, habría generado la decisión de cesar sus operaciones en el país. Además, el cepo al dólar, la brecha cambiaria y las trabas a las importaciones habrían tenido también una influencia sobre esta decisión.
“Para acompañar este proceso se ha resuelto la implementación de un retiro voluntario. Este plan, también, incluye a trabajadores de las oficinas centrales. Aquellos colaboradores de las tiendas que serán cerradas tendrán la alternativa de ser reubicados en otra tienda sucursal”, explicó la compañía en su comunicado, en el que detalló que los cuatro locales que cerrará próximamente serán dos de la marca Falabella, uno en el centro porteño y otro ubicado en un mall del noroeste del Gran Buenos Aires; y dos de la marca Sodimac, ambos ubicados en la localidad de Villa Tesei, en el partido de Hurlingham, zona oeste del conurbano bonaerense.
En mayo trascendió que la cadena estadounidense Walmart también quiere irse de Argentina, por lo que busca vender su negocio en el país. De esta manera, estas dos empresas, en caso de concretar sus planes de irse, se sumarían a la lista de las que en los últimos meses anunciaron su salida de Argentina. Entre ellas se encuentran la aerolínea Latam, también chilena, cuya salida del país afectó a más de 1.700 trabajadores.
De este mismo rubro, las líneas aéreas Qatar, Emirates, Air New Zealand y Norwegian también anunciaron el cese de operaciones en Argentina. También lo hicieron las compañías Saint Gobain Sekurit, Nike, Pierre Fabré y Gerresheimer. Otras empresas grandes, como en el caso de Starbucks y Burger King, entre otras, si bien no decidieron su salida de Argentina, en los últimos meses anunciaron la reducción de su presencia en el país con el cierre de varios de sus locales.
A principios de julio, la alemana Basf y la estadounidense Axalta, dos de las principales compañías productoras de pinturas para el sector automotriz, anunciaron su salida de Argentina a causa de la crisis local. La planta de Axalta había sido inaugurada hace sólo tres años, en enero de 2017, y su salida del país afecta a cerca de cien personas. En tanto, Basf, que tiene 70 años de presencia en Argentina, trasladará su planta a Brasil el próximo año.
