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Informe de Ecolatina

Restricción eterna: las importaciones volverán a ser la variable de ajuste

El mayor control a las compras al exterior funcionaron como variable de ajuste en 2022: en 2023, la historia será la misma

En los últimos años el intercambio comercial de bienes representó el principal flujo entrante de divisas a nuestro país
En los últimos años el intercambio comercial de bienes representó el principal flujo entrante de divisas a nuestro país
09 enero de 2023

Obligado a mantener un resultado comercial positivo, el Gobierno restringió las importaciones en distintos momentos del año pasado, utilizándolas como variable de ajuste para poder cerrar el frente externo sin la necesidad de convalidar una devaluación abrupta. 

Las restricciones fueron consecuencias de la necesidad de no solo poder cumplir con la meta de acumulación de reservas internacionales acordada con el FMI sino, también, de incrementar el poder de fuego del BCRA para intervenir en el mercado cambiario y aplacar las expectativas de devaluación. 

Un enfriamiento menor al esperado

"Durante el primer semestre de 2022 el crecimiento interanual de las importaciones de bienes prácticamente duplicó al de las exportaciones. Más allá del efecto precio generado por las repercusiones del conflicto bélico en Ucrania (se elevaron cerca de 22% tanto los precios de las exportaciones como de las importaciones), fue la divergencia en cuanto a las cantidades lo que diferenció el desempeño de las compras y ventas con el exterior", señaló Ecolatina en un informe. 

Concretamente, mientras que el volumen de exportación creció menos de 3% interanual en la primera mitad del año, las cantidades importadas se incrementaron casi 20% interanual.

Según el informe de la consultora, dentro de las compras al exterior se destacó el nivel de las importaciones energéticas, que casi se triplicaron durante la primera parte del año, no sólo por un notable incremento en los precios (+78% interanual), sino también en las cantidades (+63% interanual).

No obstante, incluso si se excluyen las compras de energía y combustible el crecimiento de las importaciones no energéticas en el acumulado hasta junio (+32% interanual) fue superior al de las exportaciones (+26% interanual).

"Frente a este escenario, y ante el cumplimiento de una meta de reservas que lucía poco probable, las autoridades lanzaron una batería de medidas (entraron en vigor durante la última semana de junio) que apuntaron a postergar los pagos de las importaciones para reducir la demanda de divisas, lo cual ensanchó otra brecha menos difundida: la diferencia entre las importaciones devengadas (ICA-Indec) y las efectivamente pagadas (Mulc)", afirmó Ecolatina. 

"Por consiguiente, según nuestras estimaciones, sólo durante el mes de junio la postergación de pagos trepó en US$ 1.700 millones, representando la mitad del stock de deuda acumulado durante el primer semestre", agregó.

Como resultado, las importaciones comenzaron a evidenciar una desaceleración en su crecimiento interanual. Del mismo modo, las importaciones no energéticas, medidas de forma desestacionalizadas, pasaron de promediar más de US$ 5.900 millones durante los primeros 9 meses del año a menos de US$ 5.300 millones entre octubre y noviembre.

"Ahora bien, la caída en los valores de las importaciones no tuvo como correlato una reducción en las cantidades importadas, sino que respondió en mayor medida a una disminución en los precios. Entre julio y octubre los volúmenes se ubicaron 2% en términos desestacionalizados por encima de su promedio durante el primer semestre, y recién en noviembre mostraron una caída de apenas el 2% mensual", indicó Ecolatina.

"Esta mayor estabilidad a la prevista fue clave para que el enfriamiento de la actividad económica en los últimos meses haya sido inferior al esperado al comienzo de las medidas: aún con la merma del 0,5% acumulada en septiembre y octubre (sin estacionalizar), en el décimo mes del año la economía se mantuvo 0,6% por encima del nivel de junio", afirmó.

Por rubros

En tanto, al observar la dinámica de los distintos rubros, el comportamiento muestra cierta heterogeneidad: mientras algunos usos detienen su marcha, otros comienzan a presentar una caída en las cantidades importadas. 

En concreto, mientras las cantidades de los bienes intermedios se redujeron en 5% interanual en lo que va desde julio (luego de crecer 6% interanual en el primer semestre), el volumen de bienes de capital junto con sus piezas y accesorios sólo mostró una leve desaceleración en su evolución, mostrando subas en torno al 20% interanual.

  • Según afirmó el ministro de Economía, Sergio Massa, se apunta a incrementar la cantidad de oferta este año entre 6% y 7%, fundamentalmente de insumos, bienes intermedios y finales.

"En este marco, los próximos meses serán relevantes a la hora de analizar si la reducción observada durante el último bimestre constituye un cambio de tendencia hacia una contracción de las cantidades, explicado por la instrumentación del SIRA y la marcada ampliación de licencias no automáticas implementada en octubre, o si se continúa bajo una dinámica de contención y recortes quirúrgicos en las importaciones", explicó la consultora.

¿Qué se espera para 2023?

"El frente externo presentará mayores dificultades este año, especialmente durante el verano. Por un lado, las perspectivas de la economía mundial para 2023 no son auspiciosas: se pronostica una desaceleración en el crecimiento y una moderación respecto a este año en los precios de las commodities. La lucha por bajar la inflación en los principales países mediante una política de tasas elevadas genera una incógnita de cara al próximo año", consideró el informe. 

El escenario local tampoco viene acompañado de buenas noticias

  1. A diferencia de los últimos dos años los precios internacionales no compensarán los menores volúmenes esperados para la cosecha producto de la sequía, la cual alargó asimismo el puente hasta la próxima cosecha gruesa.
  2. El dólar soja 2.0 dejaría menos producto para vender en 2023 y generaría incentivos a retener hacia adelante ante la expectativa de que se vuelvan a repetir los beneficios concedidos.
  3. La brecha persistirá en niveles incompatibles con un escenario de estabilidad económica y el nivel de tipo de cambio real no jugará a favor.
  4. El financiamiento neto del FMI será negativo cuando desde 2018 viene siendo positivo. 

En este contexto, será clave la puesta en marcha del Gasoducto Néstor Kirchner para reducir las importaciones energéticas previo a la temporada invernal.

"Al margen de esto, ante la necesidad de acumular reservas para evitar una devaluación brusca y cumplir con lo acordado con el FMI, estimamos que el grado de restricciones a las importaciones continuará siendo elevado en 2023, e incluso podría endurecerse en caso de ser necesario. A su vez, surgen interrogantes sobre cuánto podrán seguir postergándose los pagos pendientes de importaciones (deuda comercial)", concluyó Ecolatina.

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