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Los salarios volverán a caer en 2021 y peligra la recomposición para 2022

El salario real formal cerrará el año con una caída promedio del orden del 3%, aunque mostrará un crecimiento de casi 4% sobre finales de año

Los salarios volverán a caer en 2021 y peligra la recomposición para 2022
Los salarios volverán a caer en 2021 y peligra la recomposición para 2022 Archivo
08 noviembre de 2021

Por cuarto año consecutivo, los salarios formales perderán contra la inflación en 2021. En tanto, las reaperturas de paritarias que se prevén para los próximos meses podrían dejar un piso nominal muy alto para 2022 y, así, poner en jaque la recomposición una vez más.

El Gobierno se planteó un objetivo que sostuvo casi todo el año y que últimamente se repite con menor convicción: “Los salarios le ganarán a los precios en 2021”. Sin embargo, esa proyección era producto de una inflación esperada en torno al 29%, primero, y luego al 45% que también parecería descartada en base a las previsiones privadas. Según explicó la consultora Ecolatina, de hecho, el salario formal real cerró la primera mitad del año con una caída promedio de casi 7% interanual.

Ante eso, se comenzaron a convalidar desde el Ministerio de Trabajo las aperturas de paritarias para llevarlas en torno al 45%, que el Presupuesto  prevé será el movimiento acumulado de los precios minoristas en 2021. De todas formas, esas actualizaciones se distribuyeron de manera escalonada entre el segundo semestre y comienzos del 2022.

“Esta dinámica, junto a una lenta desaceleración de la inflación (solo en agosto fue menor al 3%) implicará una magra recuperación, cercana a 1% del poder adquisitivo en el segundo semestre, pero que no compensará el deterioro acumulado en la primera parte del año”, dijo Ecolatina.

“Efectivamente, los salarios vienen mostrando una mejor performance que a principios de año. Pero no será suficiente para compensar el avance de la inflación. En 2021 los salarios caerán en términos reales por cuarto año consecutivo”, afirmó Econviews.

Mantener el poder adquisitivo será central para poder mantener, y también mejorar, los niveles de demanda agregada para permitir seguir con el proceso de recuperación. La economía podría rebotar 9% en 2021, según estimaciones oficiales y privadas, aunque una merma en los ingresos hace peligrar que ese proceso sea sostenible durante 2022. 

Caída libre

En los últimos años, el salario de los trabajadores registrados viene en caída libre. La pandemia, en tanto, mantuvo esa dinámica y algunos sectores registrados incluso se vieron más perjudicados que otros. Por otro lado, los trabajadores informales sufrirán una reducción mayor en su poder adquisitivo cuando finalice 2021.

Entre 2018 y 2020, detalló Ecolatina, el salario real de los trabajadores formales retrocedió casi 17%. Esto fue el resultado, en primer lugar, de paritarias que no anticiparon aceleraciones inflacionarias y corrieron detrás del avance de los precios. A su vez, la irrupción de la pandemia y su impacto en el mercado laboral habría condicionado la recuperación del salario real. 

“La inédita caída de actividad entre abril y agosto del año pasado, junto a un elevado nivel de incertidumbre, implicó que muchos gremios prioricen la preservación de los puestos de trabajo y posterguen las negociaciones paritarias. Pero como los precios no desaceleraron su dinámica de forma tan abrupta, la consecuencia en 2020 fue la profundización de la pérdida del poder adquisitivo de los salarios”, explicó la consultora.

Por su parte, Econviews detalló que, en base a datos del Sistema Integrado Previsional Argentina (Sipa), los salarios se aproximarían a la inflación de este año (cercana al 50%) pero no llegarán a empatar. En tanto, durante los 8 meses de registros, se anotaron caídas reales en términos reales en cuatro de ellos y subas en la otra mitad. 

En el cuatrimestre restante continuarán las subas, “pero en nuestro escenario base esperamos que el promedio anual cierre en -0,6%”, agregaron. De todas formas, el proceso de reapertura de paritarias está generando una mayor capacidad de compra que se ve reflejada en el consumo masivo, pero que la inflación está diluyendo.

En este contexto, es importante también destacar lo que sucede con los trabajadores informales. Vale destacar que este segmento no cuenta con protecciones legales ni con los derechos que sí tiene el sector formal (vacaciones pagas, aguinaldos, paritarias, entre otros). Esa vulnerabilidad explica por qué este sector fue el que explicó la mayor parte de la caída en el empleo durante la crisis sanitaria. De hecho, “esperamos que para el cierre del año el nivel de empleo bajo esta modalidad prácticamente recupere los niveles prepandemia”, estimó Ecolatina.

En 2021, los salarios caerán en términos reales por cuarto año consecutivo

La imposibilidad de no poder acceder a los diversos ajustes por paritarias derivó en una pérdida del 5% en el poder adquisitivo durante 2020. Además, la consultora prevé que esa caída se repita este año, duplicando la baja de los trabajadores formales. “Esta fuente de heterogeneidad adicional es la que más impacta sobre la desigualdad y presiona por una mayor asistencia de parte del gobierno”, señalaron.

“Las demandas salariales se recalientan y el gobierno está dispuesto a convalidar reaperturas de paritarias. Los últimos acuerdos ya superan el 50% y nuevas subas apuntarían a esos valores”, señaló Econviews

Para Ecolatina, en ese sentido, el salario real formal cerrará este año con una caída promedio del orden del 3%, encadenando el cuarto rojo consecutivo, pero con una dinámica que habrá sido de menor a mayor. “En términos interanuales el salario real mostrará un crecimiento de casi 4% sobre fin de año, lo que deja un arrastre positivo para la recuperación en 2022”, describieron.

Salarios: el peligro para 2022

Ante eso, el Gobierno está pensando, e incluso los funcionarios lo han dicho de forma pública, en comenzar un nuevo proceso de reapertura de paritarias para después de las elecciones legislativas del 14 de noviembre en torno al 50% de inflación que estiman las consultoras. Esas actualizaciones seguramente se harán efectivas a partir del año próximo. “Eso significaría un combustible adicional para los precios, en un verano que vendrá caliente en materia inflacionaria y cambiaria”, comentó Econviews.

Los trabajadores informales tuvieron una pérdida del salario real superior al 5% en 2020, “deterioro que prevemos se repita durante este año e implique una pérdida del poder adquisitivo que duplique la de los trabajadores formales”, dijo Ecolatina

Esa dinámica podría generar un arrastre positivo para los primeros meses de 2022 que se sumarían a algunas cuotas pendientes de algunos gremios. Los nuevos acuerdos podrían asentarse también en valores nominales más altos, por miedo a que suceda lo mismo que en 2021 y la recomposición vuelva a quedar trunca nuevamente. “Estos factores constituyen elementos importantes para sentar las bases para una recomposición del poder adquisitivo, después de 5 años”, consideró Ecolatina.

Sin embargo, apuntó la consultora, para que esto ocurra deben suceder, a grandes rasgos, dos cosas. La primera es evitar que la inflación vuelva a acelerarse respecto de los ya elevados niveles actuales, un desafío en sí mismo teniendo en cuenta los desequilibrios cambiarios, tarifarios y de congelamiento de precios de productos de consumo masivo que impulsó el Gobierno. 

“La segunda, asociada a la primera, es que el Gobierno no utilice de forma aislada la política salarial como ancla inflacionaria si la dinámica de precios vuelve a subir un escalón: esto sólo desinflaría los salarios más rápido que los precios, resultando en una dinámica similar a la de este año”, aclaró Ecolatina.

Por último, la consultora precisó que será importante que el Gobierno muestre un plan antiinflacionario concreto que sea “transversal” a toda la política económica llevada adelante. “La continuidad del financiamiento monetario del déficit fiscal y de la continua acentuación de las restricciones cambiarias -con su impacto en la brecha y las expectativas de devaluación- son elementos que deberán considerarse, para que toda la política antiinflacionaria no recaiga únicamente en el control de los precios relativos (en general, salarios, tipo de cambio y tarifas)”, concluyeron.

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