A apenas cinco días del balotaje, con el mundo viendo atónito las condiciones de política económica del ministro Sergio Massa, los argentinos se sorprendieron ayer con la abismal diferencia en la inflación que sufre el país en comparación con lo que ocurre en casi todas las naciones del planeta.
Lejos del 142,7% anual de inflación que argentina tuvo de octubre de 2022 a octubre de 2023, España sorprendió al mundo al marcar una suba de precios del 3,5% anual el lunes y ayer el cachetazo fue todavía más grande cuando se conoció el IPC de EE.UU. Los norteamericanos tuvieron en octubre inflación mensual del 0% y una inflación anual del 3,2% anual. Y no fue solo eso, la denominada inflación núcleo fue de apenas el 0,2%, contra el 0,4% esperado, lo cual significó el menor nivel de incremento de precios en dos años.
Por si algún desprevenido no lo nota, estos números significan que Argentina, con su particular política económica de emisión de pesos sin fin, déficit fiscal crónico y endeudamiento sin límites, tiene una inflación 44 veces más alta que España o Estados Unidos. Y ese contundente impuesto sobre la población, con entrega de pesos inventados, repartidos de manera discrecional a población elegida, provoca que durante la lectura de este comentario hayan aparecido en el país otras tres familias pobres.
Sin embargo, a tan poco tiempo del balotaje, como UP tiene a un candidato en la final de la elección, hace semanas que no hay un solo piquete y los sindicatos están sin abrir la boca, como si todo estuviera en calma, pero la realidad muestra que la situación está al límite, que se aguanta todo hasta que se vote, y a partir del lunes la realidad comenzará a correr por andariveles completamente diferentes, sea cual fuere el ganador de la elección.
Caída de las tasas
De hecho, la consistente baja de la inflación mundial está provocando un descenso en las tasas de interés internacionales y con eso cambian las condiciones crediticias universales. Ayer mismo se observó un fuerte brinco en los activos de riesgo externos, una importante toma de ganancias en las criptomonedas y un repunte de proporciones en los metales preciosos, con la Argentina viendo pasar el tren, sin poder subirse a ningún vagón, como sucedió muchas veces en el último siglo.
Ayer, puntualmente, ni bien se conoció que la inflación norteamericana de octubre fue del 0%, hubo una inmediata caída de las tasas largas norteamericanas, ya que ahora se duda que la Fed pueda seguir subiendo su tasa de interés base. Por eso, ayer, se pagó 5,2% anual en los bonos de la Fed a 1 año de plazo, 4,4% a 5 años, 4,5% a 10 años y 4,6% a 30 años. Y, en consecuencia, en el exterior el dólar cayó de manera vertical contra todas las monedas: descendió 3,5% en Chile, 1,8% contra la libra, 1,7% contra el euro, 1,3% en México, 0,9% en Brasil y Japón y 0,5% en China, todo para abajo.
Por supuesto, esta fuerte baja para las tasas largas norteamericanas es una buena noticia para los endeudados y los mercados emergentes, y de alguna manera también debería ser algo bueno para Argentina, que como el país está encepado, totalmente desconectado del mundo, en una categoría denominada "stand alone", este abaratamiento del crédito nos mantiene apartados de todos los movimientos de capitales.
En línea con esto, tal como anticipó Sergio Massa hace un par de semanas, a partir de hoy se inicia nuevamente el sistema de crawling peg, con micro devaluaciones diarias y, después del balotaje, según sea el que gane la elección, podrá o no iniciarse un nuevo esquema de tipo de cambio. Ayer por ejemplo hubo rumores que habrá para los importadores un "dólar fernet", parecido al de los exportadores, con una composición 70% dólar MEP y 30% dólar oficial, pero habrá que ver si esto se produce, después del conteo de votos del domingo, y del feriado del lunes.
El dólar en Argentina
Con esa falta de certezas, y con intervención oficial utilizando bonos para que el mercado cambiario continúe completamente tranquilo y dominado hasta que se vote, el dólar blue no cambió y cerró a $925, el Senebi bajó $3,18 hasta $902,02, el MEP bajó $4,91 hasta $868,42 y el contado con liquidación bajó $6,91hasta $875,46. Por lo que en una condición económica que no cierra, la brecha entre el oficial y el blue sigue en el 152% y la del CCL con el mayorista fue del 150%.
En general hubo subas en casi todos los bonos de países emergentes, pero los bonos argentinos estuvieron ultra selectivos aunque en promedio terminaron moviéndose muy poco y en definitiva el riesgo país subió otros 3 puntos hasta 2.497 puntos básicos, aún en la estratósfera, casi diez veces por encima del riesgo que tienen nuestros países vecinos como Uruguay, Chile, Brasil y Perú, entre otros.
Bolsas de fiesta
La consistente baja inflación norteamericana, y el consecuente descenso de las tasas de interés largas, con la casi total seguridad de que la Fed no subirá la tasa ni en diciembre ni probablemente no lo haga en 2024, provocó un verdadero festejo en Wall Street: hubo un absoluto día de fiesta en la Bolsa de Nueva York: el Dow subió 1,4%, el S&P avanzó 1,9% y el Nasdaq brincó 2,4%. Y también sonrieron ampliamente los principales mercados latinoamericanos: la Bolsa de San Pablo saltó 2,4% y la de México avanzó 2,8%.
Sin embargo, con los papeles argentinos ocurrió una verdadera contradicción. Con $8.178 millones operados en acciones y $19.927 millones en Cedears, la Bolsa de Buenos Aires bajó otro 0,4%. Pero los ADR argentinos que cotizan en Nueva York anotaron una suba en bloque del 1% al 5% para Edenor, Bioceres, Despegar, Central Puerto, mercado Libre, YPF, TGS, Pampa E, Telecom, Cresud, Loma Negra, Francés y Supervielle.
La baja de tasas norteamericanas, con una inflación que da amplias señales de estar resuelta, terminó generando amplias modificaciones en el precio de las materias primas, en medio de un conflicto geopolítico que no cesa, pero con la ilusión de que el encuentro que tendrán el titular de EE.UU. Joe Biden y el mandamás chino Xi Jinping en San Francisco esta semana le baje las preocupaciones de desaceleración económica al mundo.
Así, ayer el petróleo subió 0,1%, los metales preciosos tuvieron un brinco, los metales básicos actuaron mixtos, el maíz estuvo para arriba tanto en Chicago como en Rosario, aunque en el puerto santafesino hubo pocos negocios, con el trigo en baja y sin actividad sojera, con todos esperando la modificación cambiaria que se iniciará hoy, con la vuelta del la microdevaluación diaria, y sobre todo a la espera del resultado que tendrá el balotaje el domingo.
Pero probablemente lo que más muecas generó fue un marcado cambio de posición en los activos refugio: se esperaba que las menores tasas norteamericanas con riesgo de desaceleración económica marcada, hiciera brillar a las criptomonedas y debilitara a los metales preciosos, ya que gran parte de estos valores están en las arcas de los principales Bancos Centrales. Pero ocurrió todo lo contrario: hubo un desplome del 3,9% para el Bitcoin con bajas similares en el resto de las criptomonedas y un brinco del 3,3% para la onza de plata.
Después del cierre de negocios, en una recorrida por los operadores parecía olfatearse que hoy se inicia el movimiento de ficha de dominó que terminará generando todo el cambio que viene. Ayer, el dólar fernet (70% oficial y 30% CCL) determinó para la exportación un dólar de 507,40 pesos, y los importadores temen que desde el lunes, si gana Massa, probablemente se practique una fórmula parecida con el dólar para traer bienes desde el exterior (veremos).
Operaciones en el Rofex
De hecho, con participación del BCRA, ayer se dio otra baja en los dólares futuros en el Rofex: se pactó a $ 375 para fin de noviembre, a $ 630 para fin de diciembre y a $1.400 para fin de septiembre. Los precios muestran devaluaciones verticales ni bien asuma la nueva conducción en la Casa Rosada. Sin duda no vendrán tiempos sencillos. En sus primeros meses, el próximo Gobierno enfrentará vencimientos por US$ 6.200 millones, de los cuales el 9 de enero hay que pagar cupones de bonos surgidos del canje que hizo Guzmán en agosto de 2020 por unos US$ 1.450 millones (y para el 9 de julio ya empieza a pagarse algo de capital, un monto mayor, es decir no solo de intereses.
Y, para coronar la preocupación, la Universidad Torcuato Di Tella presentó su informe de coyuntura, donde remarcó que en esta Argentina donde el ministro de Economía con la inflación más alta en 32 años, acaba de finalizar octubre con un pico de pobreza. El 42,9% de los argentinos son pobres y todos los especialistas esperan que al menos los próximos cinco meses tengan una inflación mensual de dos dígitos, y sin embargo está en el balotaje.
