El índice de salarios registró en agosto un incremento de 6,5% frente a una suba del 7% en el índice de precios al consumidor el mismo mes, según informó ayer el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).
En los primeros 8 meses del año, el índice de salarios acumuló un alza de 51% promedio, contra una inflación del 56,4%.
La suba de agosto en los ingresos fue producto de una suba del 8,1% en los sueldos de los trabajadores privados, 4,2% en los de los empleados públicos y 5,4% en los ingresos de los empleados no registrados.
En la comparación de agosto de este año con igual mes del año pasado, el índice acumuló un alza del 74,2% en promedio, frente a una suba de precios del 78,5% producto de un incremento del 76,5 % en los sueldos de los trabajadores privados, del 76,4% en los de los empleados públicos, y del 63,4% en los trabajadores informales.
Así, en agosto los salarios perdieron contra la inflación y por tercer mes consecutivo, los trabajadores experimentaron una pérdida del poder adquisitivo.
Según LCG, en el caso del mes de agosto, la caída real de los salarios fue del 0,5% mensual (versus 1,8% mensual real en julio),
- En perspectiva, la consultora señala que la caída del poder adquisitivo en el nivel general de salarios continúa profundizándose mes a mes, acumulando en julio un recorte del 24,4% respecto a noviembre de 2017, último techo.
"No sorpresivamente los más afectados fueron los trabajadores informales con una caída acumulada del 39%, 18,2 puntos porcentuales por encima de la observada por los trabajadores registrados (20,7%)", afirmó el informe.
Por su parte, el coordinador del Observatorio del Derecho Social de la CTA, Luis Campos, señaló: "En comparación con diciembre de 2019, el salario de los privados registrados se mantiene estable (0,5% arriba) mientras que el sector público cae 5,3% y los no registrados pierden 15,6%. El retroceso del sector informal es dramático: contra diciembre de 2016 la caída supera el 35%".
"El índice de salarios de agosto mostró una recuperación del salario de los trabajadores registrados del sector privado y una profundización del retroceso en el sector público y en los no registrados. En términos generales, el sector privado registrado viene mostrando cierta estabilidad y está en los mismos niveles de diciembre de 2019. Por el contrario, en el mismo período los trabajadores del sector público perdieron el 5% y los no registrados más de 15%. Todo esto en el marco de una aceleración de la carrera precios-salarios que no preanuncia nada bueno para los próximos meses", afirmó Campos.
También se publicó el Ripte de septiembre, que releva únicamente la remuneración de los trabajadores estables registrados. En ese caso, el incremento fue del 6,2%, levemente por encima de la inflación de ese mes que había sido del 6,1%.
"Aquí se frenó un poco el retroceso que se había verificado en julio y agosto, pero seguimos estando por debajo de los niveles de diciembre de 2019 (- 2,2%)", dijo el economista.
¿Qué se espera?
"De cara a lo que viene, hay muchos aumentos nominales pendientes ya pactados en las paritarias y las revisiones de este año, pero es muy difícil hacer una estimación de la evolución de los precios. La variación del salario real va a depender fundamentalmente de cómo se muevan estos últimos, que en septiembre ya crecían al 83% interanual y de acá a febrero del 2023, como mínimo, vamos a tener tasas interanuales cada vez más importantes", consideró Campos.
"En síntesis, un escenario en el que siendo optimistas los trabajadores que pueden defender el salario a través de las negociaciones colectivas le empatan a la inflación, mientras que quienes no tienen acceso a este recurso (informales) o lo tienen de manera muy parcial (sector público) ven su situación salarial cada vez más deteriorada", concluyó.
En la misma línea, LCG afirmó: "Con un piso de inflación proyectada del 100% anual a diciembre, es difícil plantear un escenario donde los salarios ganen la carrera contra los precios (hasta el momento, la mayor parte de las paritarias fijó un aumento promedio del 75% anual). En este sentido, esperamos que en el promedio anual los salarios del sector formal caigan en torno al 1,5% real, consistente con un mayor deterioro hacia fin de año, orbitando valores del -9% real medido diciembre a diciembre".
"Aún con evidencia de una recuperación del nivel de actividad, todo esto se conjuga con un nivel elevado de nominalidad y un importante atraso en el nivel de salarios reales que no logra recuperar niveles similares a los del último aumento de la actividad en 2017. En este sentido, no consideramos que esta recuperación comenzará hasta al menos el año que viene. Cuando se de la corrección del atraso del tipo de cambio, esto tendrá un reflejo negativo en el nivel de salarios", analizó.
La mirada oficial
El ministro de Economía, Sergio Massa, admitió este lunes en una entrevista con El Destape Radio el daño que sufrió el salario ante la aceleración de la inflación. Pero argumentó que se necesita fortalecer al Estado para poder llevar adelante iniciativas como la del bono de fin de año para trabajadores en relación de dependencia.
"Entre el Gobierno de (Mauricio) Macri y la pandemia, el asalariado medio perdió 23 puntos de poder real de compra (...) Ahora, si vos no tenés fortaleza, si vos no asumís que tenés que recuperar fuerza, que tenés que recomponer los músculos del cuerpo no tenés capacidad de tirar una piña, en el buen sentido, para recuperar el ingreso. Nosotros tenemos que recuperar el ingreso y te diría que esa es la deuda del Frente de Todos, la deuda más profunda de nuestro contrato con la ciudadanía", afirmó.
"¿Cuáles son los instrumentos? Bueno, lo podemos discutir", dijo y se refirió a medidas tomadas desde que llegó al Ministerio de Economía en agosto pasado, como la suba del Mínimo No Imponible de Ganancias y el aumento de asignaciones familiares para trabajadores.
