(“Nos vamos a sentar a las negociaciones con una tasa de inflación en el orden del 3% o 4% mensual”, advierte Gonzalo Saglione, ministro de Economía de Santa Fe. Por Facundo Matos Peychaux)
¿Cuál es la agenda de la provincia para 2016 en materia económica?
En términos de administración financiera, que es el rol del Ministerio de Economía, el desafío para el ejercicio es poder garantizar que los compromisos asumidos por el gobernador tengan el financiamiento necesario, particularmente la fuerte decisión a impulsar la inversión pública. En ese sentido trabajaremos. Por un lado, afectando recursos tributarios a la ejecución de obra pública y buscando fuentes de financiamiento específicas como gestiones ante organismos bilaterales o multilaterales de crédito, ya sea en forma directa o a través de unidades ejecutoras nacionales. Y por otro lado, trabajando sobre la posibilidad de hacer una emisión en el mercado de capitales una vez que el mismo esté en condiciones favorables a una emisión subsoberana.
En 2015, Santa Fe fue una de las provincias con mayor déficit fiscal. ¿Se espera corregir eso en 2016?
El objetivo nuestro nunca ha sido ni va a ser el resultado del Presupuesto. Lo que nos interesa es que desde la administración financiera podamos alcanzar los objetivos de política pública que se persiguen desde el Gobierno. Si eso se da con equilibrio presupuestario, bienvenido sea; si es necesario asumir un déficit para cumplir esos déficit, entonces tendremos que ver cómo podemos administrar la caja provincial para acompañar aún en un contexto de déficit. Particularmente para 2016, el Presupuesto está formulado con equilibrio o un muy leve superávit de $ 500 M, aunque habrá que ver durante la ejecución en qué medida podemos satisfacer esto porque la recomposición salarial no se presupuesta y en consecuencia, la posibilidad de absorber el mayor costo que esto supone viene asociada a que haya una recaudación por encima de lo presupuestado.
Estamos en una situación intermedia en la comparación con las demás provincias. Tenemos recursos propios que representan algo menos del 40% del total del Presupuesto de la provincia y de alícuotas también estamos en una posición intermedia en líneas generales. Donde sí estamos atrasados respecto a otras provincias como Entre Ríos y Córdoba, con las que uno se puede comparar por superficie y características productivas, es en materia de impuesto inmobiliario. Hay margen para crecer en ese punto pero no estamos por el momento tomando medidas en ese sentido. El Presupuesto 2016 incorporó algunas modificaciones en esa materia pero no pretendemos resolver eso en el cortísimo plazo sino que estamos haciendo modificaciones en el margen que tratan de evitar que se siga acumulando el desfasaje.Aun así seguimos estando por debajo de otras jurisdicciones en la incidencia de este impuesto y en cuanto a los montos globales de emisión. La provincia va a estar emitiendo con las incorporaciones $ 1.000 M y Córdoba, $ 2.000 y Entre Ríos, $1.300 M.
Un 50% del gasto público provincial está vinculado al pago de Personal, por lo que las paritarias serán un tema clave para la estabilidad fiscal. ¿En torno a qué número proyectan que se negociarán?
Todavía no estamos planteando números. Creemos que necesitamos tener una referencia nacional un poco más clara y ver también qué hacen las demás provincias. Nuestra posibilidad real de pago de la recomposición salarial está vinculada a la capacidad de generación de recursos, que está asociada a la evolución de precios de la economía nacional.
Es un dato que necesitaríamos verificar con ellos para ver las posibilidades reales de poder cumplirlo. Estamos en un momento en que hay modificaciones importantes de política económica que nos llevan a que en el corto plazo la tasa de inflación mensual se sitúe por encima de la inflación de meses anteriores; diciembre estuvo por encima de noviembre, enero probablemente se sitúe en un nivel similar a diciembre. Si uno extendiera eso a la totalidad del ejercicio, tendríamos una inflación muy elevada. Ahora bien, eso se da como consecuencia de un proceso devaluatorio del orden del 40%. Existen serias probabilidades de que el proceso inflacionario durante el año se vaya morigerando y en consecuencia, ese rango de inflación proyectado por Nación pueda ser finalmente cumplido. El problema es que la inflación mensual que hoy estamos viendo es muy superior a esa proyectada.
Y para el momento de las paritarias, todavía no va a haber descendido.
Cuando nos sentemos a discutir paritarias en febrero, lo que todo el mundo va a tener presente en la mesa de negociación es la inflación de diciembre y enero. Eso le genera una dosis de dificultad mayúscula a la negociación paritaria porque en el momento en que estás negociando, la tasa de inflación va a estar en el orden del 3% o 4% mensual y eso se corresponde con una inflación de 40% en el año. La negociación paritaria en este momento es compleja.
¿Es una posibilidad desdoblar?
Nosotros somos proclives a tener una única negociación salarial en el año. Queremos encontrar un mecanismo en que podamos ponernos de acuerdo para cerrar todo el año. Ahora bien, si no lográsemos un acuerdo en que ambas partes estemos satisfechos, no descartamos de plano la posibilidad de plantearlo en dos momentos.
Santa Fe fue una de las provincias líderes en los últimos años del reclamo de abrir la discusión de la coparticipación federal. ¿Cómo evalúa las noticias recientes en ese sentido?
Nosotros terminamos el año pasado con el fallo de la Corte que reconoce el reclamo de la provincia y en consecuencia, ya a partir de diciembre la provincia viene recibiendo la coparticipación sin el descuento del 15%, lo que en enero implicó un adicional en el orden de los $ 350 M. Por otra parte, tenemos un horizonte de tiempo relativamente corto para negociar con la Nación el mecanismo a través de cual la provincia va a ser resarcida por los descuentos indebidos realizados desde 2006. Respecto a eso, el Gobierno nos ha pedido unos días más para hacer sus propias estimaciones de cuánto es la deuda y para buscar mecanismos para acordar la modalidad de reintegro. Creemos saludable que esa discusión se dé y estamos esperando ser convocados.
¿Qué planteos van a llevar al Gobierno Nacional cuando sean convocados?
No nos gusta llevar planteos ni reclamos. No tenemos una actitud crítica respecto de cómo se establecen los índices de coparticipación. Entendemos la necesidad de transferencias vinculadas a capacidades contributivas y niveles de desarrollo relativos. No vamos a defender una postura de criterios devolutivos al 100 por ciento, es decir, que la provincia que genera 10 por ciento, reciba 10 por ciento. Entendemos necesidades de equidad interjurisdiccional y no nos vamos a oponer a eso, pero vamos a tratar de defender lo que es justo para la provincia. Así como nosotros no defendemos un criterio devolutivo al 100 por ciento, que nos beneficiaría, sí planteamos que se nos deben reconocer situaciones de larga data que nos han perjudicado, no solo en materia de indicadores de distribución secundaria sino también en asignación de recursos no automáticos, donde se nos ha venido perjudicando durante largo tiempo. Por ejemplo, Santa Fe no ha recibido fondos en los últimos años para la construcción de vivienda social. ¿Acaso no lo necesita también? Está la deuda previsional también. La última partida de Nación a la provincia fue en 2007. Es decir, queremos que se discuta la asignación de funciones y la distribución de potestades tributarias entre los niveles de gobierno y en ese sentido, que veamos cuáles van a ser los mecanismos de transferencia intergubernamental que van a permitir que las provincias podamos cumplir con las funciones que nos corresponden.
¿Cómo le cayó el decreto que favoreció a la Ciudad de Buenos Aires?
El argumento que se usó para defender el decreto a CABA no llega a justificarlo; el costo que supone el traspaso de la Política Federal está muy por debajo de la asignación de recursos adicionales que hizo el Gobierno Nacional. Tiene todo el derecho a hacerlo jurídicamente pero supone una decisión política de priorizar un distrito por sobre el resto del país. Sorprende que dado que se está planteando la necesidad de la discusión de la coparticipación, se tome esa decisión sin iniciar la ronda de consultas a las provincias restantes. Hubiéramos preferido que se haga de otra manera.
