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Tras la caída de UST

Fundamental diferenciar las criptos: ¿reserva de valor, especulación o timba?

Es un mundo muy volátil y peligroso el de las criptomonedas. Nadie sabe ya qué función cumplen o pueden cumplir.

La semana pasada la stablecoin de Terra cayó y se perdieron más de US$ 200.000 millones en 24 horas
La semana pasada la stablecoin de Terra cayó y se perdieron más de US$ 200.000 millones en 24 horas

Las repercusiones por la caída que tuvo UST, la stablecoin de Terra, todavía siguen sonando. Una pregunta que muchos se hacen es a dónde fueron a parar los Bitcoin que se habían comprado para diversificar el respaldo del sistema entre enero y mayo cuando se adquirieron un poco más de 80.000 Bitcoins (que hoy valdrían aproximadamente US$ 2,4 billones).

En un análisis que hizo Elliptic, compañía especializada en detectar crímenes realizados en el mundo cripto, se muestra que algo más de 52.000 Bitcoin fueron enviados mediante varias transacciones al exchange Gemini, con el supuesto objetivo de venderlos y respaldar el valor de UST. A partir de allí se vuelve imposible rastrear qué ocurrió dado que es información que sólo tiene el exchange.

El resto de los Bitcoin, aproximadamente unos 28.000, fueron enviados al exchange Binance para “hacer trade”.  En un hilo de tweets, la Luna Foundation Guard explicó que sus reservas son de 313 Bitcoin (unos US$ 9 millones), casi 40.000 BNB (US$ 12 millones), casi 2 millones de AVAX (US$  66 millones) y 221 millones de Luna (US$ 44.000) y finalmente 1,8 millones de UST que, al momento de escribir estas líneas, cotiza en 12 centavos de dólar.

Las sospechas son varias y serán muchos los que quieran llevar a la Justicia a los responsables de la que llegó a ser la tercera stablecoin en tamaño. Otros que no estarán contentos serán los usuarios de Binance, que el 10 de mayo detuvo los retiros de UST por una supuesta congestión en la red. Ya son conocidas las acusaciones a ese exchange por supuestas demoras para operar justo en momentos de volatilidad en el mercado.

Algunos se preguntan qué ocurrirá con la stablecoin USDD que se había lanzado sobre Tron hace un par de semanas replicando el funcionamiento de UST. Al momento de escribir estas líneas cotiza en US$ 1 manteniendo la paridad aunque había tocado 0.99 en los peores momentos de UST. La emisión total es de 300 millones de tokens (US$ 300 millones) y creciendo.

Así como el precio de USDD se vio afectado por las turbulencias de Terra, en las dos stablecoins más importantes del mercado se pudo observar un claro “flight to quality” cripto. Tanto Tether como DAI tuvieron fuertes caídas de su capitalización de mercado en la última semana. La primera perdió US$ 7.000 millones y hoy cuenta con un poco menos de 76.000 millones emitidos. La segunda pasó de un poco más de 9.000 millones emitidos a 6.400 millones perdiendo casi 30% del total. USDC, en cambio, ganó US$ 4.000 millones en market share, lo que marca claramente qué criptodólar prefiere el mercado cuando cunde el pánico. De hecho, el precio de Tether llegó a tocar US$ 0,95 el 11 de mayo mientras que USDC llegó a pagarse casi US$ 1,01. 

Sea como sea, lo cierto es que las stablecoins representan la aplicación más utilizada en el ecosistema. Previo a la caída en desgracia de Terra, eran cuatro los criptodólares en el top ten de las criptos con mayor capitalización de mercado. Ahora quedan Tether, USDC y una que no comentamos mucho pero a la que hay que prestarle cada vez más atención: Binance USD, cuya sigla es BUSD. Es otra de las que se benefició del “flight to quality” y su market cap pasó de 16.000 millones de tokens a más de 18.000. 

Pero no sólo en Terra/Luna hubo ruido en la semana. Solana, que ocupa el octavo lugar entre las criptos de mayor tamaño, sufrió nuevamente un parate. Esta vez fue de 7 horas y se debió a la congestión en la red causada por la emisión de NFT (Tokens No Fungibles) que generaron 4 millones de transacciones en un segundo. Cada vez que le pasan este tipo de fallas a esta red, lo que tienen que hacer los validadores es reiniciarla, igual que con tu computadora. No parece muy serio si quiere atraer a inversores y usuarios institucionales.

La red que sí estaría apuntando a ese target es Algorand que, como el lector sabe, es una de las que mayor respeto me merecen. La misma firmó un contrato con la FIFA para ser sponsor oficial del Mundial de Qatar. Además, la blockchain dará asesoramiento para el desarrollo de aplicaciones relacionadas al mundo del fútbol internacional sobre esa red descentralizada. ¿Habrá que prepararse para comprar el NFT de Messi? ¿Podremos votar por el mejor jugador del mundo y de la historia vía el ecosistema cripto?

Pero no solo en el mundo del fútbol es donde esta blockchain se está mostrando activa. Recientemente había anunciado el acuerdo con Envision Racing, que participa en la Fórmula E, una especialidad para autos eléctricos. Claro, Algorand se vende a sí misma como la blockchain más amigable con el medio ambiente en clara contraposición con Bitcoin que, como recordó el diputado Luciano Laspina en un tweet reciente, ya representa el 22% del consumo de energía eléctrica en Tierra del Fuego. Un escándalo. 

Tan verde es esa Blockchain que su logo puede verse en los partidos de los Boston Celtics, que se identifican con ese color y que ya están en las finales de conferencia de la liga de basket más importante del mundo. Claro, aquella red nació en esa misma ciudad donde su fundador, Silvio Micali, da clases en el MIT.

Quien sigue renuente a invertir en el ecosistema es Warren Buffet. Esta vez aseguró que si le ofrecieran comprar todo el Bitcoin emitido por US$ 25, no lo compraría. En realidad se refería a que sí lo compraría, pero inmediatamente lo vendería por su valor de mercado.

Es un mundo muy volátil y peligroso el de las criptomonedas. Nadie sabe ya qué función cumplen o pueden cumplir. ¿Son moneda de cambio, reserva de valor, activo especulativo o pura timba? Me gusta recordar que incluso en este último caso, si las criptos son solo una nueva forma de “timba”, también podrían tener un sentido. 

Después de todo, los casinos son un gran negocio y, en el caso particular de las monedas digitales, podríamos estar ante el juego de apuestas más grande e interesante del mundo. Lo importante será que quienes participen entiendan cuál es la esencia que mueve a estos activos y no les pase como a aquellos que mantenían sus ahorros en Terra creyendo que era un dólar, cuando en realidad no era más que, en el mejor de los casos, un activo especulativo.

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