Nayib Bukele, presidente de El Salvador, está generando una cripto-revolución: tras adoptar el Bitcoin como moneda de curso legal, el mandatario anunció que planea construir la primera “Ciudad Bitcoin”, financiada inicialmente con bonos respaldados por esa criptomoneda.
Sin embargo, no todos están de acuerdo con este accionar y ayer el FMI volvió a advertir a El Salvador de los riesgos que conlleva su decisión de haber adoptado el Bitcoin como moneda de curso legal.
Luego de una evaluación periódica de las finanzas del país centroamericano, conocida como Artículo IV, el FMI consideró que "dada la alta volatilidad del Bitcoin" su uso como moneda de curso legal "implica grandes riesgos para la protección al consumidor, la integridad del sistema financiero y la estabilidad financiera".
En este sentido, advirtió que "su utilización también puede ocasionar contingencias fiscales", por lo que recomendó "limitar el alcance de la Ley Bitcoin" y "fortalecer la regulación y supervisión del nuevo ecosistema de pagos".
Además, el FMI sugirió que Chivo, la cartera digital creada por el Gobierno, debe "asegurar completamente los fondos de los usuarios, en dólares y en bitcoins, a través de la separación y protección de los activos de reserva".
Por otra parte, el organismo no estudió los planes del Gobierno de emitir bonos soberanos para comprar Bitcoin, ya que estos se anunciaron el pasado 20 de noviembre, cuando la misión del FMI ya había concluido. No obstante, puntualizó que estos anuncios "requerirán un análisis muy cuidadoso de las implicaciones y los riesgos potenciales para la estabilidad financiera".
Si bien el FMI hizo algunas críticas adicionales a la macroeconomía, Bukele se enfocó en lo positivo del informe. “Las políticas expansivas, la fuerte recuperación de la demanda externa y el crecimiento continuo de las remesas están impulsando una fuerte recuperación. La producción industrial, empleo y salarios al tercer trimestre de 2021 alcanzaron los niveles existentes previos a la pandemia. Las exportaciones de mercancías y la recaudación de impuestos están por encima de los niveles previos a la pandemia. Se estima que, gracias a la tendencia al alza de las exportaciones, las elevadas remesas y la inversión pública, la economía crecerá alrededor de 10% en 2021 y 3,2% en 2022”, dijo el organismo.
