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Industria Global Educativa: entre celebraciones y regulaciones

Byuj's da cuenta de una floreciente y lucrativa industria global educativa (IGE), con el ingreso de grandes corporaciones tecnológicas a la educación

Industria Global Educativa: entre celebraciones y regulaciones
13 julio de 2022

Por Fernando Bordignon (*) y Lucila Dughera (**)

Dentro de unos pocos meses llega la tan esperada XXII Copa Mundial de Fútbol. Entre otras tantas particularidades del evento, una que llama la atención, para quienes suscriben estas líneas, es que la empresa Byju's, multinacional india de tecnología educativa con sede en Bangalore, es la sponsor oficial de Qatar 2022

Así, en un abrir y cerrar de ojos, el logo del decacornio fundado en 2011 y que actualmente registra en sus plataformas a más de 100 millones de estudiantes formará parte de nuestra escenografía cotidiana. Pero, ¿qué es lo que efectivamente despierta nuestra atención? 

Además de sus ganancias, que derivan de servicios a estudiantes de distintos países del mundo -tutorías a través de videollamadas, capacitación para aprobar exámenes de admisión a educación superior, entre otras-, su estrategia de marketing en relación a instalar su nombre como marca global.

El ejemplo de Byuj's da cuenta de una floreciente y lucrativa industria global educativa (IGE), la cual se despliega, entre otras cuestiones, a partir del ingreso de grandes corporaciones tecnológicas a la educación en sus diferentes modalidades. En relación a los sistemas educativos, se identifica que estos nuevos actores "colonizan" los modos de enseñar, las formas de aprender, los currículums y los estándares de evaluación educativa a los efectos de extender sus negocios

En nuestro país, la IGE se está desarrollando principalmente sobre el área de tecnología educativa (EdTech), la cual engloba las herramientas tecnológicas digitales aplicadas a la educación como aplicaciones, servicios de plataforma, libros electrónicos, entre otros. Según informes recientes, el área EdTech en Argentina ya cuenta con alrededor de cien emprendimientos: cerca de un tercio se encuentra en la fase de crecimiento exponencial e internacionalización.

El fenomenal crecimiento de las EdTechs en el mundo, sobre todo en tiempos de pandemia (cuando casi todo se aceleró y amplificó), acarrea también una diversidad de problemáticas. Entre ellas, acá, nos interesa destacar un caso donde se vulneraron derechos de estudiantes, debido, en gran parte, a la ausencia de regulaciones y controles por parte de los estados. En una investigación internacional en la que se analizaron 164 productos EdTech (aplicaciones para teléfonos móviles, aplicaciones para computadoras y plataformas de Internet) aprobados por 49 países durante la pandemia, se identificó que 89% de dichos productos parecían realizar prácticas de datos que ponían en riesgo los derechos de los niños, contribuían a socavarlos o los infringían activamente. 

Específicamente, tenían las capacidades de vigilar, recopilar datos personales, realizar acciones de rastreo fuera de las aulas virtuales y administrar el suministro de publicidad personalizada, entre otras. Esta lamentable situación puso en riesgo o violó directamente la privacidad de los niños y otros derechos no relacionados con su educación.

Durante la educación de emergencia distribuida, muchos países buscaron y promovieron formas de enseñar mediadas por alguna aplicación en línea, como una forma de remediar la ausencia de salones de clases. 

Dicha situación dejó al descubierto al menos dos situaciones que se hallan íntimamente relacionadas: por un lado, lo parcial de las discusiones respecto al tratamiento de datos personales en la infancia como la necesidad urgente de su debate y consecuente reglamentación específica. 

Por otro lado, el crecimiento y cada vez mayor presencia del sector comercial EdTech en la educación. 

Desde el Centro de Estado, Gobierno y Políticas Públicas de la Universidad Pedagógica Nacional vemos que dichos fenómenos demandan a los Estados, en sus diferentes niveles, políticas públicas que recuperen y ensayen diálogos superadores con estas problemáticas. Este desafío supone, una vez más, la necesidad de alcanzar una sinergia entre el conjunto de actores públicos y privados, en los que la tecnología educativa potencie prácticas pedagógicas situadas.

(*) Profesor de la Universidad Pedagógica Nacional
(**) Conicet

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