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La industria y la construcción son las puntas de lanza para reactivar la economía

Ambos sectores, estratégicos para el Gobierno, están liderando la recuperación de la actividad: los números

INDUSTRIA-ARGENTINA
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Agustín Maza 22 enero de 2021

Por Agustín Maza

La economía argentina viene de años muy duros y, en abril de 2020, la crisis preexistente comenzó a empeorar por la pandemia del coronavirus. Sin embargo, en los últimos meses del año algunos indicadores mostraron signos positivos, de la mano de la industria y la construcción.

Según informó ayer la Unión Industrial Argentina (UIA), la actividad industrial creció en noviembre último 2,2% interanual y alcanzó el mayor nivel de utilización de la capacidad instalada desde el mismo mes de 2018 (63,3%), es decir, el máximo nivel en dos años. Por otra parte, los indicadores vinculados a la construcción también mostraron mejoras sustanciales. Esto tuvo consecuencias positivas para el empleo y el consumo.

Los rubros que impulsaron al sector con subas con respecto al mismo mes del año anterior fueron automotores (20,2%), minerales no metálicos (9%), papel y cartón (3,8%), sustancias y productos químicos (2,8%), metalmecánica (2,6%) y alimentos y bebidas (1,2 %). En tanto, otros sectores tuvieron caídas interanuales y atenuaron el crecimiento promedio, aunque desaceleraron su contracción con respecto a meses anteriores: refinación de petróleo (-15,1 %), metales básicas (-3,7%), productos textiles (-2,7%) y productos de tabaco (-1,9%).

Durante el período 2018-2019 el daño al sector industrial en general fue significativo, dejando un entramado productivo muy debilitado para hacer frente a la crisis que generó la pandemia. El Indicador Industrial Manufacturero (IPI), que mide el Indec, contabilizó caídas interanuales de 14% en noviembre 2018 y de 4,3% en 2019. Por otra parte, en noviembre también se cumplieron siete meses consecutivos de aumento en la utilización de la capacidad instalada. “Las políticas que acompañaron al sector, como por ejemplo el programa de Asistencia al Trabajo y la Producción (ATP), acompañaron en los momentos más difíciles, como lo fueron abril y mayo pasado”, expresó José Urtubey, dirigente de la Unión Industrial Argentina (UIA), ante El Economista. En cuanto a la prohibición de despidos y la doble indemnización, consideró que deberían desactivarse gradualmente, ya que lo peor de la pandemia parece haber pasado.

Según un trabajo del Centro de Economía Política Argentina (CEPA), los despachos de cemento totalizaron 976.939 toneladas en el último mes de 2020, una mejora de 33,6% con respecto al mismo mes del año anterior (732.734 toneladas). Esto representó el mejor desempeño en 28 meses (desde agosto 2018). Si bien existió una caída significativa a partir de abril y las restricciones dispuestas por el Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio (ASPO), el informe sostuvo: “En el último cuatrimestre del año el incremento fue significativo: +10% en septiembre, +13% en octubre, +25% en noviembre y +33% en diciembre”.

Asimismo, el Indice Construya (IC) registró en diciembre un incremento de 25,3 % en comparación al mismo mes de 2019. Ese índice mide la evolución de los volúmenes vendidos al sector privado de los productos para obras que fabrican las empresas líderes que conforman el Grupo Construya (ladrillos cerámicos, cemento, cal, acero, etcétera). Por su parte, el Indicador Sintético de la Actividad de la Construcción (ISAC) de noviembre mostró por primera vez en 2020 un aumento interanual (7,1%). Si bien el dato es alentador, en el acumulado de 11 meses cayó 22,8% con respecto al mismo lapso.

“Lo que nosotros vemos es que hay una aceleración de los precios en productos de construcción por encima de la inflación. Por eso las ventas de materiales por encima de la actividad constructora, es una forma de reserva de valor”, explicó Hernán Letcher, director del CEPA, ante El Economista. Además, anticipó que este rubro tendrá un mayor dinamismo a lo largo de 2021.

Otro dato que señalan como positivo desde CEPA es el incremento del 107, 7% interanual que tuvo en diciembre la producción automotriz (30.172 unidades). “Si bien se compara con un mes donde la gran mayoría de las plantas había parado parte de sus líneas por el receso de vacaciones (diciembre de 2019), el dato resulta trascendente dado que fue antecedido por caídas históricas: 100% en abril, 84% en mayo y 35% en junio”, resaltaron.

“Argentina tuvo una reactivación mayor comparada con otros países porque la base de 2019 es muy mala, sumado a los cambios en los hábitos de consumo, de servicios a bienes relacionados mayormente con la vida dentro del hogar y movilidad urbana (autos, motos y bicicletas)”, agrega Daniel Schteingart, director del Centro de Estudios para la Producción XXI (CEP XXI) ante El Economista. Por otro lado, destacó que programas como el Ahora 12, que fue relanzado en octubre y cuenta con tres meses de gracia para comenzar a pagar, fueron centrales para generar consumo en bienes industrializados de producción nacional.

El empleo industrial registrado se movió de manera positiva por quinto mes consecutivo, esto está relacionado con los datos mencionados anteriormente, resaltaron desde la UIA. En octubre del año pasado hubo 3.672 más trabajadores industriales que el mes anterior (+0,3%) , superando los niveles prepandemia en 4.469 empleados (+0,4%). En cuanto al empleo registrado, octubre registró una caída de 4 % interanual (- 244.000 trabajadores), un número elevado pero con tendencia decreciente. La pérdida interanual de puestos industriales en ese mes fue de 0,3 % (-3.078 trabajadores), desacelerándose respecto meses anteriores. Cabe recordar que durante 2019 el empleo en la industria sufrió una retracción de casi 58.000 trabajadores, la peor desde 2002, en base a datos del Sistema Previsional Argentino (SIPA). “Las suspensiones se están reduciendo de manera significativa, en noviembre alcanzaron el nivel más bajo desde abril, pero todavía cerca del 15 % de las empresas tienen operarios bajo este régimen”, señaló Urtubey.

“La previsión para los salarios de 2021 es que suban y, lamentablemente, la pandemia erosionó la recuperación que venía mostrando hasta marzo”, anticipó Schteingart y sumó: “La masa salarial real es un gran motor de la economía, de eso depende el consumo privado que representa más de la mitad del PIB”. Para Letcher, hasta octubre los salarios recuperaron los niveles de 2019, pero sostuvo que el desafío del Gobierno es controlar el nivel de precios y aumentar nominalmente los sueldos. “Este año va a estar caracterizado por la puja distributiva entre empresarios y asalariados”, finalizó.

En cuanto al consumo, las políticas de asistencia a los ingresos como el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) y la prohibición de despidos, vigente hasta el 25 de este mes, consiguieron mantener el consumo a niveles aceptables. Por ejemplo, de acuerdo con datos de Indec, las ventas acumuladas entre enero y octubre en supermercados mostraron un leve crecimiento con respecto al mismo lapso de 2019 (+0,8%). También las ventas en mayoristas crecieron interanualmente 6,8 % en ese mismo período. El cambio de tendencia es evidente si se tiene en cuenta que en 2019 las caídas fueron de 10,8% y 11,2% interanual, respectivamente.

Del mismo modo, el Indicador de Consumo subrayado por CEPA expuso que por primera vez en el año le ganó a la inflación en noviembre con un resultado positivo de 1,9% en términos reales. A pesar de que la caída interanual fue de 1,3%, el crecimiento mensual desestacionalizado estuvo en 3,8 %. No obstante, el dato termina siendo alentador si se tiene en cuenta la caída de marzo, la profundización en abril y la mejora a partir de septiembre.

La recaudación también reflejó signos positivos en los últimos meses de 2020. El IVA tuvo el mayor nivel de recaudación en los últimos 25 meses. Descontando la inflación, la variación interanual mostró un aumento de 11,5%, consignó la Universidad Nacional de Avellaneda (UNDAV). Por su parte, desde CEPA describieron que la recaudación se movió levemente por encima de la inflación en el último mes de 2020.

El Gobierno Nacional deberá generar las condiciones para que estos repuntes no sufran una merma o se reviertan. Para el oficialismo, el desafío en 2021 estará en generar las condiciones para conseguir un alivio en una economía que viene muy golpeada.

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