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Todo parece subir afuera, pero la realidad es que cae el dólar

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Luis Varela 18 diciembre de 2020

Por Luis Varela

A cinco semanas de que Joe Biden entre a la Casa Blanca y tome el joystick del gobierno de EE.UU., la economía norteamericana provocó ayer un fuerte golpe en el tablero internacional que terminó alterando las cotizaciones de casi todo, llevando a la presente crisis por el Covid-19 a un escalón todavía más complicado.

Según datos económicos internos de la actividad estadounidense, las fuertes complicaciones del virus, con un rebrote muy importante, no solo frenó el consumo en noviembre, sino que también viene generando malos datos en diciembre y eso obligó a la Reserva Federal a dar otro movimiento al inflador: lanzando más dólares para comprar bonos y otros valores y ratificando que la tasa de interés seguirá en 0% hasta nuevo aviso.

La decisión del titular de la Fed, Jerome Powell y todo su directorio en pleno no llegó por causalidad. Hay mucha preocupación porque ayer, en un solo día, Estados Unidos tuvo 244.000 contagios de Covid-19 y otras 3.600 muertes, lo cual lleva al acumulado de trece meses de virus al récord mundial para un solo país de 316.160 fallecidos. De ahí el gran apuro para empezar a vacunar con el producto de Pfizer, que ya tuvo alguna reacción alérgica grave, y se espera que en horas se apruebe la vacuna Moderna, y que llegue lo que sea, con tal de apagar el incendio del virus.

Obviamente, si empiezan a pasar los días y se comprueba que las vacunas amainan la velocidad de los contagios, la situación puede variar. Pero habrá que ver qué sucede, ya que si los fallecimientos siguen castigando, seguramente se verá a más ciudades y Estados regresando a fases anteriores de las cuarentenas, como está pasando en Europa, y eso le restará aún más fuerza a la actividad económica, lo cual puede derivar en complicaciones insospechadas.

Por supuesto, además de las vacunas, la solución de la Fed de arrojar dólares desde helicópteros, tampoco es una solución que se pueda implementar hasta el infinito. De hecho, la suma de estímulos, está provocando una importante debilidad del dólar, generando una vertical suba en muchos activos. Y a partir de ahora empieza otro juego: la recesión, con chance de que haya suba de precios a pesar de la menor actividad.

Distintos informes bancarios venían asegurando hasta ahora que el mercado norteamericano soportaba sin problema una multiplicación de dólares de parte de la Fed, ya que el virus estaba frenando la actividad y con eso la circulación de los dólares no era tan intensa, y era posible que la inflación norteamericana no se fuera tanto de línea, subiendo probablemente hasta el 2% o 3% anual.

Pero la fuerte debilidad del dólar provocó ayer una notable suba de muchas commodities. Además de haber un vuelo en las posiciones refugio, sobre todo en las criptomonedas, y una vuelta en la suba de los metales preciosos, también hubo un firme aumento para los metales básicos y los granos, insumos de todo el complejo industrial norteamericano, con muchos de estos valores elevándose a los mayores valores en 7 u 8 años.

De hecho, con la Fed dándole a la maquinita, en el exterior el dólar bajó 1,7% en Chile, 0,6% contra el euro, 0,5% contra la libra, 0,3% contra el real y el yen y 0,2% contra el mexicano. Y las bajas contra varias monedas ya empiezan a ser importantes, con descensos por ejemplo del 8,5% anual contra el euro y el franco suizo, o con retrocesos del 6,2% contra el yuan, del 5% contra el yen y del 4% contra el chileno o del 2,4% contra la libra.

Esta consistente debilidad del dólar hizo volar ayer a las commodities. El petróleo subió otro 1,3% y el Brent ya cotiza a más de US$ 51 por barril, es decir valores pre pandemia. El cobre, el aluminio y el níquel también levantaron cabeza de manera importante, en algunos casos con los mejores precios desde 2013. Igual sucede con los granos, con la soja enarbolada al mayor valor en más de seis años, y con el trigo y el maíz igualmente sostenidos.

Toda esta suba en los commodities está empezando a provocar reuniones de directorio en varios bancos centrales, donde las discusiones empiezan a ser muy diferentes a lo que se hablaba hasta ahora: en México, por ejemplo, ya se empezó a discutir si es momento de empezar a subir las tasas de interés, para que la presión inflacionaria no empiece a sacar de caja a toda la economía azteca.

Obviamente, este juego de tensiones entre virus, emisión de moneda e inflación, genera desconcierto en los inversores, que buscan colocarse en valores que no tengan nada que ver con las monedas. Muchos analistas ven ya con precios de burbuja a las acciones y regresó la compra de metales preciosos, algo que había perdido fuerza en octubre y noviembre.

Pero el reducto preferido fue el de las criptomonedas, con el bitcoin literalmente estallando ayer, anotando un salto del 10%, arañando el récord de nunca jamás cercano a los US$ 24.000. Y con algunas variantes del panel de criptos subiendo incluso más que el bitcoin, como fue el caso del litecoin, que ayer saltó casi 14%.

Por supuesto, una parte de la emisión de la Fed bendijo a la Bolsa de Nueva York, que volvió a tener una alegría: y en un día con muchas idas y vueltas los índices de Wall Street anotaron una mejora del 0,7%, con liquidez casi infinita. Mientras que la Bolsa de México subió más del 1%, pero la de San Pablo estuvo un poco más apagada, con un alza de apenas el 0,3%.

Lamentablemente, como viene sucediendo desde hace rato, esta lluvia de dólares casi infinita no bendice en absoluto a Argentina, que no logra salir del pozo ni con la mejor soja en casi siete años. Tenemos un viento de cola inigualable, pero la desconfianza en el gobierno hace que la inversión está desaparecida, por lo que tanto los bonos como las acciones locales estuvieron quietos, y el riesgo país continúa inalterado, en las alturas, en 1.386 puntos, ocho veces más alto que el de los países vecinos.

Ayer, en un mundo que sigue todo sumergido en la ignorancia con el tema, hubo una serie de entredichos por el tema de las vacunas, con Vladimir Putin afirmando que la vacuna Sputnik V no puede ser aplicada todavía a los mayores de 60 años, lo cual dejó fuera de escuadra al Gobierno, que rompió vínculos con el laboratorio Pfizer sin que todavía se sepa muy bien por qué.

El caso es que Chile, México, Brasil y otros países de la región están por empezar a vacunar y Argentina sigue en un limbo.

Además, hubo otro elemento que preocupó. La aceleración de la inflación que se está viendo en diciembre, con una variación del 4% en la primera quincena, encendió las alarmas en el Gobierno y, en consecuencia, ayer se decidieron dos cosas: salir a tomar deuda, en vez de pedirle tanta emisión de pesos al BCRA, y retrasar la suba de tarifa que parecía inminente.

Y dejando traslucir que la preocupación es grande, ayer hubo otra señal excepcional. El presidente Fernández, que en general no participa de las reuniones de gabinete de ministros, ayer se hizo presente e hizo una arenga en una reunión que duró dos horas.

El foco de la preocupación es la inflación. Y otra señal desconcertante para el mundo empresario es que se conoció que el jefe de Gabinete Santiago Cafiero se reunió con los intendentes del conurbano para que sean ellos los que vigilen a los supermercados para que no apliquen aumentos excesivos en los días previos a la Navidad.

Con todas esas señales contradictorias, las inversiones en valores argentinos siguen desactivadas. Ayer, mientras las bolsas externas fueron infladas otra vez, la Bolsa de Buenos Aires perdió 0,2%, y con más negocios: $1.007 millones en acciones y $1.487 millones en Cedears. Mientras que los ADR argentinos estuvieron mixtos con subas y bajas de hasta el 5%, con Edenor arriba de todo y con Telecom y Bioceres en el fondo del pozo.

Y mientras el dólar baja en el mundo sin parar, los dólares oficiales siguen subiendo en Argentina, aunque los libres cedieron, sin que el BCRA tuviera que usar reservas. El dólar turista subió 9 centavos hasta $145,50, el oficial subió 5 centavos hasta $88,18, el blue bajó $1 hasta $149 y el mayorista subió 9 centavos hasta $82,71. El Banco Central recuperó US$ 34 millones para las reservas que de esa manera llegaron a US$ 38.828 millones. El dólar MEP bajó 41 centavos hasta $140,85 y el contado con liquidación subió 6 centavos hasta $142,88. Y la brecha entre el dólar oficial y el blue bajó al 69% y la del CCL con el mayorista fue del 73%. Pero atención: el peso no sufrió tanto contra el dólar pero sigue debilitándose contra otras monedas. Ayer, medidos en pesos, la libra subió 85 centavos hasta 112,25, el euro subió 77 centavos hasta 101,42 y el real subió 6 centavos hasta 16,31.

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