La CGT expresó su "preocupación" ante "la difusión de medidas gubernamentales que implicarían restricciones presupuestarias en relación con programas sociales, ayudas económicas a sectores productivos afectados por la crisis sanitaria y apoyo al sostenimiento de los ingresos laborales".
La central agrega: "Con la pandemia en curso, con la economía comenzando a moverse, con muchos sectores aún impedidos de funcionar y con secuelas económico-sociales, no es posible desarmar el andamiaje socio-económico construido con tanto esfuerzo, y hay que garantizar que el cambio de fórmula de actualización jubilatoria no perjudique a los beneficiarios previsionales".Sin mencionarlo directamente, el dardo de la central obrera apunta al programa de Asistencia a la Producción y el Trabajo (ATP), cuya nueva versión se acotó sólo a los sectores "críticos" con facturación interanual negativa. También trascendió que la largamente demorada cuarta etapa del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), el bono de $10.000 que entrega Anses a informales y algunos monotributistas, se acotará bastante. Los primeros tres aportes alcanzaron cerca de 9 millones de personas en cada ronda, con un costo aproximado de $300.000 millones en total.
El ajuste en ambas iniciativas ocurre en un contexto en el que el Gobierno quiere mostrar cierta moderación fiscal y acotar la asistencia monetaria del Tesoro, que ha financiado de modo excluyente el enorme agujero fiscal de 2020.
El consejo directivo de la central obrera se reunió ayer por primera vez de forma presencial en el edificio de Azopardo al 800 desde el inicio de la pandemia de coronavirus y analizó una variada agenda de temas sanitarios, económicos, laborales y la realidad de las obras sociales.
Además del pedido por el ATP, la CGT reclamó que se garantice que el cambio de fórmula de actualización jubilatoria "no perjudique a los beneficiarios del sistema previsional argentino". El Gobierno presentó la nueva fórmula, que pretende aplicar desde 2021, con una composición de salarios y recaudación en partes iguales.
Los dirigentes sostuvieron que "el esfuerzo compartido entre el Estado, los trabajadores, los jubilados, los beneficiarios de planes sociales y las empresas para transitar la pandemia, mantener el empleo y evitar la profundización de la desigualdad social no puede ni debe ser ahora dilapidado".
La CGT, que colideran Héctor Daer y Carlos Acuña, puntualizó al término del encuentro que, entre todos, "se construyó una red de contención que evitó el colapso social en los momentos más críticos".
"Asistimos en tiempo récord a la reconstrucción de un Estado olvidado y desguazado por el Gobierno liberal. Compartimos y apoyamos las medidas de emergencia adoptadas en la pandemia y, con responsabilidad social, acordamos con los empresarios medidas extraordinarias para sostener el ingreso de los trabajadores", enfatizó el documento emitido por la central.
El consejo directivo añadió que "se negoció la renovación de los convenios colectivos de trabajo en condiciones muy críticas y se garantizó la paz social en momentos difíciles".
