La producción industrial en Estados Unidos subió 5,4% en junio con relación mayo, superando las expectativas. Fue el segundo incremento mensual consecutivo luego de la caída de 12,7% en abril y fue el reflejo de la reapertura de muchas actividades económicas. El rebrote del coronavirus en muchos estados que obligó a nuevas restricciones, podría llevar a que esta tendencia ascendente se modere en julio.
Según el indicador elaborado por la Reserva Federal, la mayor suba se produjo en la actividad manufacturera impulsada por el aumento de la producción de autos mientras que la producción en los servicios públicos se expandió a un ritmo menor. La dinámica de la industria automotriz está impulsada por un incremento de la demanda que aprovecha las tasas de interés que están en un nivel históricamente bajo.
Por otra parte, la Fed informó que la utilización de la capacidad instalada de la industria alcanzó en junio al 68,6%, un porcentaje mayor que el que habían estimado los analistas.
También ayer se conoció el llamado Libro Beige que recopila diferente tipo de información en los doce distritos que componen el sistema de la Reserva Federal. En los primeros días de julio se observaba una moderada recuperación, pero con mucha incertidumbre frente al rebrote del Covid-19 en varios lugares del país.
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Retroceso del dólar
El dólar volvió a bajar ayer contra una canasta de monedas y se ubicó en su menor nivel desde principios de marzo según el índice de Bloomberg. En la medida en que la economía mundial tienda a normalizarse la moneda estadounidense, que es considerada un refugio en tiempos de incertidumbre, apuntará a la baja. Por otra parte, la Reserva Federal anunció que mantendrá la tasa de interés cercana a 0% por lo menso hasta 2022 y de esa manera la diferencia en los rendimientos de las distintas monedas que favoreció al dólar en los últimos años dejó de hacerlo. También el dólar se valorizó porque el desempeño de la economía estadounidense fue muy superior al de otras economías desarrolladas, pero ya no. Según las proyecciones del FMI tanto la caída de este año como la recuperación de 2021 serán de casi idéntica magnitud en Estados Unidos y la zona euro. Un dólar estable o con tendencia a la baja siempre es una buena noticia para países como Argentina porque implica un mejor precio para las materias primas, reduce el peso de las deudas y limita el riesgo de las devaluaciones bruscas.
