La tregua inflacionaria del primer bimestre (2,3% y 2% en enero y febrero, respectivamente) se revirtió en marzo, como tantas otras cosas. Según OJF & Asociados, los precios escalaron 3,6% en el mes que concluyó el martes mientras que desde Ecolatina confiaron a El Economista que su tradicionalmente certero IPC GBA dio 2,6%.
Según Ferreres, la inflación marcó un crecimiento interanual de 52,5% y el índice de precios acumuló una suba de 8,8% en los primeros tres meses de 2020. Por otra parte, la inflación núcleo avanzó a un ritmo mensual de 2,6%, marcando un aumento del 52,2% anual.
El rubro más “caliente” (alimentos y bebidas) dio 3,8% y aportó 1,3 punto del 3,6%. El rubro que más subió fue educación, con 10,7%.
En Ecolatina cerraron marzo en 2,6% (febrero les había dado 2%), con alimentos y bebidas debajo de ese nivel (2,5%), “algo que no pasaba hace mucho tiempo”, dice Federico Moll. Los rubros que más escalaron fueron educación e indumentaria, agrega.
El problema, dice Moll, “es que estamos viendo una película que ya pasó porque, a partir de ahora, la dinámica inflacionaria, y la economía en general, va a tener otros condimentos”. No se puede extrapolar marzo, dice.
Además, hay un problema metodológico: el relevamiento en la calle, aislamiento obligatorio mediante, es menor y Moll dice que el Indec tiene ese mismo problema. “Estamos buscando herramientas alternativas, sobre todo, el canal tradicional porque supermercados se pueden medir online”, sostiene.
“Marzo nos dio en la zona de 2,7%”, dice Martín Vauthier, desde EcoGo, ante El Economista. La dinámica de la inflación a futuro está muy sujeta a la duración de la cuarentena y la emisión monetaria, agrega. Otro factor clave a mirar de cerca es la resolución de la deuda dado que determinará la dinámica de la demanda de dinero y el rolleo de la deuda en pesos. “En el escenario sin default estamos con una estimación de inflación de 45%”, concluye Vauthier. En 2019 fue de 53,8%.
