El detenido empresario que concentró la mayoría de la obra pública durante los 12 años del gobierno kirchnerista, Lázaro Báez, se negó hoy a ser trasladado desde la cárcel de Ezeiza para ser indagado en el juicio que se le sigue por presunto lavado de dinero y logró postegar el trámite hasta el miércoles próximo.
El juicio oral, cuyo objeto es el lavado de US$ 60 millones a través de una estructura jurídica bancaria y societaria, comenzó hace un año, con un total de 25 acusados. Las expectativas eran altas para hoy, ya que Báez pidió declarar por primera vez desde el inicio del juicio que se le sigue junto a sus cuatro hijos y otros procesados, y el trámite estaba previsto para esta audiencia ante el Tribunal Oral Federal 4.
Pero finalmente el empresario se negó a ser trasladado desde Ezeiza a los tribunales de Comodoro Py 2002, en Retiro, y al inicio de la audiencia su defensora, Elizabeth Gasaro, pidió una postergación, que fue concedida para el miércoles próximo.
Sin embargo, el presidente del Tribunal, Néstor Costabel, advirtió que la ausencia de Báez al juicio en la jornada "no estaba justificada", que la indagatoria estaba programada y que el hecho de que falte la declaración de tres testigos -dos de ellos por videoconferencia desde Suiza- no obstaculiza la indagatoria.
En el último tramo del debate oral previo al inicio de los alegatos, la defensa de uno de los hijos de Báez, Leandro, informó que el joven desistió de ampliar su indagatoria.
Luego fue el turno del imputado por colaborador Leonardo Fariña, quien ya prestó declaración indagatoria a lo largo del debate iniciado hace un año, y hoy ratificó que todas las órdenes para maniobras ilegales las recibió de Báez.
"Esperaba ansioso que declare hoy", dijo Fariña sobre el empresario. "Las órdenes las daba siempre Lázaro, nunca una decisión trascendió al señor Lázaro Báez".
También reiteró que para él hubo maniobras de lavado por US$ 265 millones y que en persona intervino en la primera parte de la compra de una financiera, SGI -conocida como "la Rosadita" en Puerto Madero, por 3 millones de euros, y también del campo Entrevero, en Uruguay, para Báez.
Fariña negó haber ido alguna vez al aeropuerto de San Fernando a buscar dinero ni haberlo trasladado a esa financiera, aunque sí dijo que retiró fondos de allí para esas operaciones. Además, y al ser preguntado por la defensora de Báez, Gasaro, cuestionó los dichos del empresario.
"Su cliente, el señor Báez, dijo que me vio dos veces en su vida. Primero no coincide para nada con mis vuelos a Río Gallegos. Me dio una flota de I phones encriptados para laburar", dijo.
En la jornada también se preveía la indagatoria del ex dueño de SGI Federico Elaskar, pero su abogado, José Manuel Ubeira, explicó que sufrió un accidente: "Hubo que darle 40 puntos en una pierna", y tiene un pronóstico de larga recuperación, informó .
Tampoco concretó su indagatoria el detenido ex abogado de Báez, Jorge Chueco, porque en la cárcel no se le permitió el acceso a una computadora para repasar la causa, algo que tramitará el Tribunal en los próximos días.
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