El indulto del presidente Kuczynski a Alberto Fujimori desató una crisis en Perú. Desde hace algún tiempo, se venía hablando desa posibilidad pero la decisión no se tomaba, precisamente, por temor a la reacción popular. Pedro Kuczynski ganó las elecciones con un claro mensaje antifujimorista y por ese motivo este pasó molestó a quienes lo apoyaron.
Se eligió el peor momento para el indulto porque días tras evitó ser destituido por el Prlamento gracias a que diez diputados fujimoristas se apartaron de su bloque. El fujimorismo, que tiene mayoría en el cuerpo, quería desplazar a PPK por sus negociaciones con Odebrecht. La posterior concesión del indulto confirmó las peores sospechas sobre un pacto entre sectores políticos que se habían mostrado antagónicos. De todas maneras, las diviones internas del fujimorismo son evidente que involucran a dos hijos del expresidente.
Las declaraciones posteriores de Kuczynski y Fujimori hicieron poco para calmar los ánimos. El indultado agradeció el gesto y aceptó que había defraudado a algunas compatriotas. Fue visto como un mensaje con muy poca autocrítica teniendo en cuenta que condenado por delitos muy graves. Las palabras del Presidente tampoco ayudaron porque habló de “excesos” y “errores graves” de Fujimori pero al mismo tiempo rescató logros de su gestión. Durante la última campaña electoral PPK había afirmado que nunca le daría un indulto a Fujimori a quien criticó duramente en varias oportunidades. Por eso no sorprende la indignación entre sus propios votantes y la renuncia a sus cargos de varios de su Gobierno. La crisis sigue abierta
