Apple presentó unos resultados desfavorables ayer tras el cierre de los mercados, al anunciar una caída en sus utilidades netas y su facturación debido a una baja en las ventas de iPhones, que habían estado fuertes en el primer trimestre del año pasado por el lanzamiento de una nueva generación de teléfonos.
El beneficio neto de la compañía cayó casi 23% a unos U$S 10.500 millones, con ventas netas de U$S 50.600 millones, una reducción de aproximadamente 13%. Apple vendió 51,2 millones de iPhones en el período, muy por debajo de los 61,2 millones de los tres primeros meses del año pasado, que igualmente representaban una base alta de comparación.
Los inversores ya habían advertido que el iPhone alcanzó su límite de comercialización, por lo que Apple debería sacar al mercado algún otro dispositivo con potencial para reactivar las ventas. El Apple Watch tuvo un arranque lento, pero ahora muchos consumidores están esperando el lanzamiento del iPhone 7 este año para cambiar sus celulares.
Por su parte, AT&T, la segunda operadora inalámbrica de Estados Unidos, reportó un aumento en sus ganancias netas atribuibles en el primer trimestre, a U$S 3.800 millones desde 3.300 millones. La mejora se debió principalmente al impacto positivo de la adquisición del operador de TV satelital DIRECTV, por la que AT&T pagó U$S 48.500 millones el año pasado. Los ingresos consolidados de AT&T subieron 24% en el primer trimestre.
