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El mundo

Seguirá ayudando al modelo.

16 marzo de 2012

El mundo le dará a la economía argentina una ayuda mayor a la esperada unos meses atrás. “El panorama actual es diferente al que veíamos el año pasado cuando se pensaba que Europa entraba claramente en una recesión y hoy hay señales mixtas viniendo de ese continente, especialmente de Alemania; tampoco estaban los datos duros sobre la recuperación del mercado laboral en EE.UU.; el enfriamiento de China llegó, pero no es nada grave; Brasil está creciendo al 3% y la soja está nuevamente en los U$S 500 la tonelada, además de que la sequía será menos grave de lo esperado. Esto le abre un panorama diferente al país”, le dijo el economista Ricardo Delgado, de Analytica Consultora, a El Economista.

En las economías del Atlántico Norte, especialmente en Europa, comienzan a verse algunas señales de optimismo. “Lo peor de la crisis ya pasó”, fue el diagnóstico compartido de la canciller alemana, Angela Merkel y del primer ministro italiano, Mario Monti, esta semana. “La demorada inyección de liquidez del Banco Central Europeo a través de una línea de crédito a tres años junto a los anuncios del segundo rescate a Grecia con quita voluntaria incluida, puso coto a la crisis sistémica”, sostiene el último informe del Estudio Bein (EB) que, sin embrago, aclara que “la inconsistencia intertemporal de una zona euro que se somete al ajuste nominal en medio del desapalancamiento privado seguirá gatillando la corrección de la economía real”.

En la principal economía del mundo, EE.UU., “tras la aceleración en el ritmo del crecimiento económico durante el último trimestre de 2011 ?con un PIB que pasó de crecer a un promedio de 1,2% a 3%? aparecieron algunas señales de moderación en los primeros meses del año en consistencia con el escenario de recuperación moderada de la Reserva Federal. Más allá de estas incipientes señales de desaceleración en el margen, EE.UU. seguirá manteniendo un ritmo de recuperación moderada”, agrega el informe del EB. Para Juan Llach, del IAE, los buenos datos de EE.UU. y el comienzo de una solución a la crisis europea confirman que “la Gran Recesión II se aleja más aún”.

Emergentes

Los dos países emergentes que más le importan a la Argentina, y muy probablemente a la economía global en su conjunto, son China y Brasil. En el Gigante Asiático, el crecimiento será menor al exhibido en los últimos años. Sin embargo, todo indica que el aterrizaje en el nivel de actividad será más suave que brusco. Esta semana, la prestigiosa consultora Nomura subió 0,3 puntos la proyección de crecimiento para este año. El PIB crecerá 8,2%, y no 7,9% como se pensaba a finales del año pasado.

Lo que ocurra en Brasil, destino de más del 20% de las exportaciones argentinas (y más de 40% de la manufacturas de origen industrial ?MOI?) también será clave. En enero, crecieron 2% interanual según el INDEC. En febrero, sin embargo, cayeron casi 25%, según abeceb. Habrá que ver qué depara el resto del año. Mientras el Gobierno espera un crecimiento de entre 4 y 4,5%, el sector privado (según el relevamiento que hace el Banco Central de Brasil) espera un alza de 3,3%. En cualquier caso, sería superior al magro 2,7% logrado en 2011. La fase más aguda de la desaceleración del Gigante Sudamericano habría quedado atrás.

Agro

El campo volverá a darle una mano al kirchnerismo. El volumen de producción y los precios de los principales cereales y oleaginosas será mejor al que se especulaba un tiempo atrás. Según el IERALFundación Mediterránea, la producción agrícola de la campaña 2011/2012 alcanzaría un volumen cercano a los 89 millones de toneladas, computando los principales cereales y oleaginosas de la región pampeana, marcando un retroceso de 6 millones de toneladas respecto a la campaña anterior (6,5%).

“La caída, por la sequía de diciembre y enero, podría haber sido mayor”, dice el informe. Los precios también se corrigieron al alza. La soja, que explica alrededor del 25% de las exportaciones totales del país, volvió a trepar por encima de los U$S 500 la tonelada. Para los meses de cosecha, la cotización rondaría los U$S 510-515. El precio seguirá subiendo si la próxima cosecha americana no es tan buena y si el crecimiento de China se mantiene en niveles elevados. Aún así, Guadalupe González, economista del IERAL, cree que los precios de las commodities que exporta el país serán, en promedio, 4% menores este año de lo que fueron en 2011. Es que el precio de otros cultivos, como el maíz, aún no ha vuelto a los niveles que exhibía en la misma época del año pasado. En términos históricos, los precios de los productos del agro sigue siendo más que auspiciosa: el Índice de Precios de las Materias Primas (IPMP) que elabora el BCRA se ubica 64% por encima del promedio histórico de la serie que se inicia en 1996.

Sin embargo, pese a las mejores en los precios y los rindes, el IERAL estima que “los productores facturarán U$S 2.500 millones menos en esta campaña, el flujo de exportaciones se reducirá U$S 1.466 millones (-5%) y la afluencia de recursos al Fisco, U$S 361 millones (-3,9%)”. Empero, si se calcula la recaudación del Fisco en pesos, la situación se revertiría, dado el mayor tipo de cambio esperado para el 2012 respecto al 2011. “La mejora nominal de $1.500 millones (+4,1%)”, dice el IERAL. “La mejora en los precios internacionales ha atenuado (no compensado) el impacto de la menor producción esperada sobre las principales macrovariables que están asociadas al sector: ingresos brutos (facturación) de los productores agropecuarios; divisas generadas en exportaciones de granos y subproductos; derechos de exportación que se recaudan a partir de la exportación de granos y subproductos”, remata el informe.

Según el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF), el valor de la cosecha de soja será U$S 2.000 menor a la de 2010/2011 (escenario optimista) o de U$S 3.500 (escenario pesimista). En lo referido a lo derechos de exportación, la caída sería insignificante en el primer caso (U$S 50 millones) y también en el escenario pesimista (U$S 429 millones).

Exportaciones

Las exportaciones no crecerán a tasas elevadas este año, como sí lo hicieron en 2011. Pero tampoco lo harán las importaciones. Por lo tanto, la balanza comercial se mantendrá en terreno positivo. El objetivo no declarado del Gobierno es que el saldo comercial se ubique cerca de los U$S 10.000 millones. Las estimaciones de los economistas privados no están muy lejos de ese guarismo. Según el IAE, el superávit comercial llegará a U$S 8.700 millones, producto de exportaciones por U$S 77.6000 millones e importaciones por U$S 68.900 millones. Ambas caerían con respecto a 2011. El EB ofrece un panorama distinto: las exportaciones crecerán 5,8% interanual y las importaciones, 8,1%. El superávit comercial, en tanto, ascendería a U$S 9.300 millones.

(De la edición impresa)

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