Las inundaciones de las últimas semanas sumaron más agua a las ya acumuladas en las provincias de Buenos Aires y La Pampa, las zonas más afectadas por las lluvias de la primavera, en conjunto con algunas regiones de Córdoba.
Si bien aún no están contabilizadas las pérdidas, según la Bolsa de Cereales de Buenos Aires el avance hídrico compromete la siembra del 70% del girasol y del 50% del maíz tardío, por lo que hoy la actividad se concentra en el este bonaerense y el sur de la provincia de Santa Fe, donde actualmente se desarrolla la implantación de maíz temprano.
Por otra parte, continúa la cosecha de trigo, aunque sin buenas noticias, dado que podría registrar daños principalmente en los lotes bajos del oeste de Buenos Aires, con ajustes de hasta el 15%. En tanto, en el sur cordobés tampoco mejoran las expectativas. “En las localidades más afectadas por anegamientos no se descarta la posibilidad de registrar pérdidas en el stand de plantas que repercutan en el potencial de rendimiento del lote”, señaló la Bolsa en su informe semanal.
La soja con bajas
La situación no solamente pone en alerta al productor sino también al Gobierno Nacional, ya que este año la intención de siembra de soja cayó significativamente, a causa de los desincentivos a partir de las retenciones - que finalmente seguirán vigentes -, y también por las inundaciones, que retornaron con fuerza después del desastre de abril, cuando la cosecha se retrasó y provocó pérdidas millonarias en una campaña 2015/16 que prometía cambios que no tuvieron el efecto esperado.
En ese sentido, el Ejecutivo sigue de cerca los pasos del los agricultores, ya que el sector tiene un rol clave dentro de la reactivación de la economía, que se refleja en las liquidaciones de divisas, y ahí es donde la provincia lidera con un incremento del 41% en las ventas externas de granos. Es que, en números concretos, entre enero y agosto concentró el 33,9% del total de las exportaciones primarias del país y el 17,7% de las manufacturas de origen agropecuario. Y, según el Ministerio de Agroindustria bonaerense, las perspectivas son todavía más grandes, dado que apuntan a recuperar mercados internacionales y a mejorar la cantidad y la calidad con aumentos en el volumen de trigo y maíz, para impulsar la rotación de cultivos. Córdoba, por su parte, también posee un papel fundamental si se toma en cuenta que en los primeros nueve meses despachó 69 millones de toneladas de cereales, lo que representa diez millones más que en igual fecha de 2015 o un promedio de 36.500 toneladas por día más que hace un año atrás.
Lo cierto es que ahora, cuando las condiciones parecían estar dadas para un nuevo ciclo colmado de inversiones, la oleaginosa pierde cada vez más presencia en el área agrícola nacional dada la imposibilidad de sembrar por la falta de piso. Sin ir más lejos, la Bolsa de Comercio de Rosario indicó que este año el avance de las labores en la zona núcleo alcanza recién el 13%, mientras que el año pasado en el mismo período el progreso llegaba al 23%. “El fin de semana pasado se retomó la siembra, pero las lluvias del lunes y martes interrumpieron las actividades. Muchos trabajos, sobre todo los ultratempranos, deberán hacerse de nuevo, sobre todo en el noreste bonaerense, y se mantiene el retraso respecto de la campaña anterior”, detalló.
De todos modos, la entidad resaltó que el buen tiempo que se pronostica para los próximos días será fundamental para avanzar lo máximo posible con la siembra de la oleaginosa, pero recordó que se espera un sistema frontal frío que llegará con chaparrones y tormentas de variada intensidad el próximo martes.
