Después de una semana negra en el Congreso, el Gobierno intenta recuperar el control de su agenda legislativa. Ahora, a La Libertad Avanza le espera otra semana cargada de tensión en el Senado.
El oficialismo evalúa realizar una sesión especial el jueves para avanzar con la sanción de la Boleta Única de Papel, proyecto aprobado por Diputados en junio de 2022.
Se trata, sin embargo, de un movimiento riesgoso, ya que la oposición busca avanzar en la anulación del DNU de Javier Milei que aumentó los fondos reservados de la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE), que ya tiene el rechazo de la Cámara de Diputados.
"En medio del endeudamiento del país en niveles límites aparece una opción que dice que necesitan $100.000 millones para la SIDE. Fue una de las gotas que colmó el vaso", dijo el formoseño, José Mayans, líder de uno de los bloques kirchneristas del Senado. En diálogo con Radio Con Vos, adelantó el domingo por la mañana que el objetivo de los legisladores es tratar el decreto en la próxima sesión y "terminar con el abuso total".
En el caso de conseguir el quórum y los votos para voltear el controvertido decreto en el recinto, se trataría de un revés histórico para Milei, dado que sería la primera vez que el Congreso rechaza un Decreto de Necesidad y Urgencia.
El peronismo cuenta con 33 senadores, y la heterogeneidad caracteriza a los bloques. El rechazo en Diputados adelanta que, en la Cámara Alta, habrá voluntades en contra de la medida de Milei en todos los espacios.
Esto se encuadra, además, en un escenario de tensión entre el Ejecutivo y el Congreso. Sucede que el Presidente desafió a los legisladores con el anuncio de que vetará la ley de recomposición jubilatoria, que incluye una nueva fórmula de movilidad.
Según trascendió, en Casa Rosada ya están preparando la impugnación para ejecutarla tan pronto como sea posible. Si eso sucede, el Congreso tiene la oportunidad de insistir con la medida, y entonces La Libertad Avanza deberá negociar con la oposición para evitarlo.
La urgencia del Gobierno para tratar el proyecto de Boleta Única responde a un ajuste de tiempos. Por un lado, la iniciativa perderá estado parlamentario a finales de febrero. Y por otro, el oficialismo quiere que el nuevo sistema de votación se empiece a aplicar desde las elecciones legislativas de 2025.
El Congreso no discute cambios en las reglas de juego en los años electorales, por lo que quedan apenas cinco meses para promover modificaciones en la manera en la que se ejerce el voto.
Entre los bloques dialoguistas habría un amplio consenso para aprobar la reforma. La Constitución Nacional define que, para modificar cuestiones de índole electoral, se requiere una mayoría absoluta en ambas cámaras.
