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Rothbard, Milei y Chiringuito: perspectivas sobre la comunicación política en Argentina

Entender los cambios en la comunicación política es fundamental para comprender el futuro de la democracia en Argentina: es crucial seguir de cerca esta transformación y buscar formas de fomentar un diálogo constructivo y enriquecedor.

Javier Milei, Jorge D'Alessandro y Murray Rothbard
Javier Milei, Jorge D'Alessandro y Murray Rothbard .
Marcelo Carignano 17 abril de 2024

"El fútbol cambió, señor Presidente", le decía en diciembre de 2022 Jorge D'Alessandro a un compañero de "Chiringuito TV". El ex arquero y ahora panelista de un programa deportivo en España, hacía referencia al estilo de juego con el que Argentina ganó el último Mundial, y el contraste que presentaba con la forma "vieja" que tenían equipos consagrados en años anteriores. 

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El análisis, crudo y directo, dejó mudos a sus colegas y se viralizó en las redes casi de inmediato. Hoy, la frase sirve para interpretar la inusual manera de comunicar del Gobierno. O, mejor dicho, de quien fuera candidato y luego Presidente.  

El principio

El manual del comunicador político quedó desdibujado ante la campaña electoral de Javier Milei, basada en la necesidad imperiosa de realizar un fuerte ajuste y en culpar de manera directa a la clase política (de la que el propio candidato era parte y lo seguiría siendo en caso de ganar) por la crisis socioeconómica que atraviesa el país.

En esta línea, la frase "si decía lo que íbamos a hacer no me votaban", atribuída erróneamente a Carlos Menem, no corre en la misma línea que lo anunciado por el libertario en campaña. Todo lo contrario. "Motosierra" fue el slogan escogido para referirse a la forma de abordar la economía durante su mandato.

Además, Milei tuvo poco territorio, una regular a baja presencia en los medios (si bien su "personaje" político comenzó a construirse aproximadamente en 2018 con sus constantes apariciones en el grupo América) y un uso colosal de las redes sociales. Una vez electo, continúa utilizando la misma fórmula.

Rothbard, descendiente de judíos y a la vez negador del Holocausto, ponderaba el revisionismo histórico y se oponía a la integración racial.
Rothbard, descendiente de judíos y a la vez negador del Holocausto, ponderaba el revisionismo histórico y se oponía a la integración racial.

Por supuesto, el actual presidente argentino no inventó una nueva forma de comunicar. Como él mismo se encarga de explicar, su mapa de gobierno sigue los senderos trazados previamente por el filósofo estadounidense del siglo XX Murray Rothbard. Quien, por su parte, fue "despertado" por los escritos (en particular, por "La Acción Humana") del austríaco Ludwig von Mises, un liberal clásico antiimperialista, antisocialista y procapitalismo.

Rothbard, descendiente de judíos y a la vez negador del Holocausto, ponderaba el revisionismo histórico y se oponía a la integración racial. También, como Mises, rechazaba la aplicación del método científico en economía. Y se definía como anarcocapitalista y antiEstado.

Ahora bien, de Rothbard, Milei tomó muchas ideas a la hora de comunicar: para el norteamericano, la derecha necesitaba de un "líder dinámico y carismático, que tuviera la capacidad de chocar a las élites mediáticas y de llegar y despertar a las masas en forma directa" si quería imponer su agenda en la sociedad. Así suelta, la frase parece sintetizar el modus operandi de La Libertad Avanza durante los últimos 12 meses.

A quiénes y cómo

Con el menemismo ya inserto en el sistema, el sujeto histórico del peronismo (el obrero) cambió en los 90's. Por su parte, el kirchnerismo no escapó a la movida mundial en la que la izquierda dejó de dirigirse al proletariado para apuntar en mayor medida a la clase media alta culposa y a las minorías identitarias. Milei le habló (y lo sigue haciendo) a esa clase trabajadora que antes se veía reflejada en otro espejo.

Javier Milei
Javier Milei

No se trata de analizar cuestiones partidistas o morales: los hechos demuestran que este tipo de comunicación le funcionó a Donald Trump, a Jair Bolsonaro y al propio Milei. El discurso hostil, de trinchera, chabacano, y en algunos casos soez, tuvo efecto positivo en el votante. Incluso en aquél que, a priori, parecía no ser el público apuntado: la población latina y los afroamericanos en Estados Unidos, la clase media y baja en Brasil, los jóvenes y adolescentes en Argentina.

Desde la perspectiva de la teoría de la Agenda Setting, la forma en que Milei, al igual que Bolsonaro y Trump, utiliza un discurso directo, provocador y antiestablishment para el intercambio con su audiencia, refleja la capacidad de los líderes políticos de influir en los temas que son considerados importantes por la sociedad. 

A través de un estilo que desafía las normas establecidas y busca confrontar a las élites políticas y mediáticas, los tres logran colocar sus mensajes en la agenda pública, generando debates y polarización. Esta estrategia comunicativa, basada en la confrontación y la simplificación de los problemas, demostró ser efectiva para captar la atención de sectores de la población descontentos con el status quo y ávidos de un cambio radical.

Asimismo, el libertario se presenta como un ejemplo de cómo un líder político puede ejercer influencia sobre sus seguidores a través de la proyección de una personalidad magnética y disruptiva, posicionándose como un contrapunto a la política tradicional, encarnando la rebeldía y la irreverencia frente al establishment. 

Su capacidad para conectar emocionalmente con sus seguidores, transmitiendo un mensaje claro y directo, le ha permitido consolidar una base de apoyo fiel que se identifica con su discurso anti istema y sus propuestas de cambio radical. En este sentido, la comunicación de Milei, al igual que la de Bolsonaro y Trump, se convierte en una herramienta poderosa para movilizar a las masas y generar un impacto político significativo.

Entender este cambio en la comunicación política es fundamental para comprender el futuro de la democracia en Argentina. A medida que nos adentramos en un nuevo capítulo político, es crucial seguir de cerca esta transformación y buscar formas de fomentar un diálogo constructivo y enriquecedor. 

"La comunicación política (en Argentina) cambió, señor presidente", podría decir un D'Alessandro de los medios. Gran parte de la ciudadanía se dio cuenta. Basta que lo hagamos periodistas, dirigentes y demás profesionales que forman un sector del círculo rojo. O de quienes conforman "la rosca", que todavía observan el panorama político con la mirada de décadas pasadas.

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