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Reparto de poder: el mapa es el más favorable para un gobierno no peronista

Según Andrés Malamud, las elecciones provinciales están construyendo un mapa electoral que podría ser el más favorable para la oposición desde 1983.

Andrés Malamud es Licenciado en Ciencia Política de la Universidad de Buenos Aires y Doctor en Ciencia Política por el Instituto Universitario Europeo
Andrés Malamud es Licenciado en Ciencia Política de la Universidad de Buenos Aires y Doctor en Ciencia Política por el Instituto Universitario Europeo .
31 julio de 2023

Las elecciones provinciales están dejando entrever un escenario caracterizado por la repartición del poder. El mapa ya no tiene la mayoría oficialista que había alcanzado en el 2019, sino que ahora la distribución parece beneficiar a la oposición

La principal fuerza opositora ya gobernaba las provincias de Corrientes, Mendoza y Jujuy. La primera no elegirá a sus autoridades locales este año y la última ya definió la continuidad del gobierno actual. 

En el caso Mendoza, las PASO dieron la victoria a JxC con más de 20 puntos de ventaja sobre Omar de Marchi, del frente Unión Mendocina. El kirchnerismo quedó en tercer lugar con el 6% de los votos. El panorama parece, entonces, favorable para el vencedor de las primarias. 

Un escenario similar se da en la CABA. Podría asegurarse que en el bastión del PRO, el futuro jefe de gobierno está entre los precandidatos del sector: Jorge Macri y Martín Lousteau. 

Ahora, la oposición logró conquistar 3 provincias de historial peronista: San Juan, San Luis y Chubut. Esto le da un mínimo de 7 distritos a JxC para el inicio del próximo gobierno nacional

Además, el sector mira con optimismo las elecciones de Santa Fe y Chaco, donde las PASO mostraron un primer triunfo y Entre Ríos, donde Rogelio Frigerio parece ser el favorito. 

Si estos resultados se vuelven definitivos, JxC alcanzará 10 gobernaciones. 

Cabe destacar que 5 provincias eligieron a fuerzas provinciales para encabezar el poder local. Estas son Río Negro, Neuquén, Córdoba, Salta y Misiones. Finalmente, el oficialismo habría logrado mantener 6 provincias: Formosa, Tucumán, Santiago del Estero, La Pampa, La Rioja y Tierra del Fuego. 

Buenos Aires define el balance de poder

En este esquema, las elecciones en Buenos Aires adquieren vital relevancia. Su peso poblacional genera que la provincia defina el balance de poder en un escenario tan distribuido. 

Las elecciones provinciales construyeron un mapa muy favorable para un gobierno nacional de signo opositor. 

Al respecto fue consultado el politólogo Andrés Malamud. La distribución "podría ser la más favorable para un gobierno no peronista desde 1983", aseguró. Se refirió a los repartos anteriores: Raúl Alfonsín tuvo 7 provincias en su favor;  Fernando de la Rúa, 9 y Mauricio Macri, 5.

El gran problema aparece ante la posibilidad de que, en Buenos Aires, Axel Kicillof renueve su mandato. "Esquilmada por el régimen de coparticipación, la provincia no puede funcionar sin transferencias más o menos discrecionales delGobierno Nacional", sostuvo Malamud. 

Si el distrito no recibe las transferencias requeridas, "el gobernador bonaerense está obligado a presionar al gobierno nacional". Añadió que, en el caso de que las autoridades nacionales no cedan, "uno de los dos cae"

Buenos Aires posee una gran capacidad como desestabilizador del Gobierno Nacional. Esto se vio reflejado durante el 2001, cuando se acusó a Eduardo Duhalde de generar disturbios sociales en la provincia que motivaron el desequilibrio institucional. 

La dependencia actual entre el Gobierno Nacional y el local es alta. La provincia resulta ser ingobernable sin el auxilio de la Nación, pero Buenos Aires "cuando se enoja, saca presidentes", dice la célebre frase de Malamud. 

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