Hace ya medio año, el presidente Javier Milei envió los pliegos de Ariel Lijo y Manuel García Mansilla para completar los cargos vacantes en la Corte Suprema de la Nación. Ambos candidatos defendieron su postulación en el Senado, pero las resistencias a los nombres traban las designaciones.
La intención del Ejecutivo es que el juez Ariel Lijo cubra la vacante que existe desde que se jubiló, en 2021, la jueza Elena Highton de Nolasco. En el caso de García-Mansilla, actual decano de la Facultad de Derecho de la Universidad Austral, el Presidente lo propone por anticipado porque pretende que ocupe el lugar que dejará a fin de año el juez de la Corte Juan Carlos Maqueda, que cumplirá 75 años en diciembre.
El oficialismo dejó trascender que tiene las firmas para emitir dictamen a favor de los pliegos. Pero lo cierto es que no están garantizados los votos para tratarlo en el recinto, como pretende el Presidente.
El primer objetivo de la Casa Rosada es que el Senado apruebe los dos pliegos juntos: de no suceder, amenaza con retirar ambas postulaciones y todo comenzaría de nuevo con el Ejecutivo proponiendo a dos nuevos integrantes para la Corte.
Negociar con la "casta"
En un clima en el que la oposición dialoguista comienza a marcar distancia del oficialismo, La Libertad Avanza se ve obligada a entramar negociaciones con el núcleo de "la casta".
Como el Gobierno no tiene los dos tercios asegurados para promover a sus candidatos, comenzaron los contactos con Unión por la Patria. Según trascendió, el oficialismo podría negociar con el kirchnerismo una ampliación del número de miembros del máximo tribunal.
Este acercamiento entre los libertarios y su principal frente opositor motivó al resto de los bloques a pedir explicaciones sobre qué es lo que se está negociando, teniendo en cuenta que una de las versiones que circulan es que el paquete judicial incluiría también al nuevo procurador general de la Nación, a jueces federales para juzgados vacantes y a representantes en defensorías.
Una de las "excusas" que LLA podría usar para avanzar con la ampliación de la Corte es la paridad de género. Sucede que uno de los cuestionamientos reiterados a los candidatos es el hecho de que no habría presencia femenina en el Tribunal.
Sin embargo, desde el kirchnerismo adelantan que todo acuerdo está caído por el momento.
Los votos
Los 33 votos de Unión por la Patria son clave para una eventual aprobación del pliego de los jueces que propone Milei. Pero también lo son los de la oposición dialoguista y los bloques de menor tamaño, sobre todo en un contexto en el que La Libertad Avanza quedó con apenas seis senadores tras la salida de Francisco Paoltroni por su desacuerdo con la candidatura de Lijo a la Corte.
En principio, el oficialismo necesita reunir 9 firmas sobre las 17 totales para dictaminar sobre los pliegos. La Libertad Avanza tiene solo un representante; siete son de Unión por la Patria; cuatro de la Unión Cívica Radical; dos del PRO; y los tres restantes, de bloques provinciales.
Según estiman en el oficialismo, el pliego de Lijo sumaría entre 11 y 12 firmas, superando los 9 avales que se requieren para tener el despacho de mayoría. En tanto, la nominación de García Mansilla sumaría, hasta el momento, 9 firmas.
Los dictámenes pasarán finalmente al recinto de la Cámara Alta, donde se necesitan dos tercios de los presentes. La enorme mayoría de los senadores mantiene el misterio respecto a su postura.
Todo esto se da en un clima de tensión en el Congreso, en donde el PRO ya comenzó a marcar distancia del Gobierno y La Libertad Avanza no logra ordenar a los suyos.
