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Milei, el único que les sigue hablando

Los sub-35 están cansados de estar en el gris laboral: mitad en blanco mitad en negro

La edad promedio en Argentina es 32 años. Una generación de ciudadanos "anfibios" que militan la reforma laboral tienen un vínculo laboral roto y salen corriendo si le nombran la palabra "sindicato".

Son los grandes militantes de reforma laboral e impositiva
Son los grandes militantes de reforma laboral e impositiva EE
Viviana Isasi 7 noviembre de 2025

El gobierno fue revalidado en las urnas, tomó impulso y se relanzó, en un contexto económico de reactivación pero sin boom inversor, con la reforma laboral e impositiva para profundizar su plan. Mientras, sigue la era de una nueva sociedad con giro a la derecha, juventud y emprendedurismo popular

Nos encontramos con un electorado estable con un fuerte perfil sociolaboral independiente que está representado por los sub-35 y son los grandes militantes de reforma laboral e impositiva principalmente porque las actuales condiciones laborales los perjudican: "Estamos cansados de estar en el famoso gris: mitad en blanco, mitad en negro". 

Este es un electorado que dejó de votar lo que se votaba en su casa y actúa con pragmatismo en el ámbito laboral porque no confía en el sindicalismo ni en las mediaciones estatales, es decir, dudan de la lealtad laboral. Es un comportamiento que refleja el estado de las cosas: los sub-35 debutaron en un mundo con un vínculo laboral roto, donde muchos empleadores no capacitan para evitar la migración y muchos trabajadores rotan y especulan buscando otras posibilidades.

Este segmento fuerte sabe que tienen dos salidas, el abandono de la causa o elevar la voz, y están eligiendo la segunda opción. Y es Milei el único que les sigue hablando. "Desregulación para poder trabajar", "cuidar al trabajador que labura en la calle", "herramientas para emprender". En esta elección de octubre pasado Milei demostró que sigue siendo el factor ordenador en la política argentina, porque continúa absorbiendo votantes de las anteriores coaliciones y lo hace con propuestas direccionadas principalmente a este público.

La necesidad de una reforma laboral era un tema instalado antes de la elección porque hay una enorme mayoría de los sub-35 (80%) que cree en este camino para resolver la crisis del empleo joven. Justamente, es uno de los grandes problemas que la oposición no quiso debatir, cuando debería ser el peronismo el que discuta la actual agenda de los trabajadores. Es sentido común, porque casi la mitad de los argentinos tienen empleos informales (43.2%) y los más jóvenes son los mas golpeados: 6 de cada 10 de hasta 29 años trabaja en la informalidad

Como vimos, en este país para ganar elecciones sigue siendo necesario atender los comportamientos y las demandas de los votantes más jóvenes porque amplifican y son ciudadanos que pueden estar "distraídos" en su mundo digital moderno y a la vez no abandonar sus causas públicas. Es interesante que los "grandes desilusionados" de la política estén estimulados para militar la reforma laboral, y planteen agendas disruptivas que impactan tan solo porque representan la mitad del padrón electoral. Desde el punto de vista de la acción pública, resulta extraordinario que los pibes no elijan el abandono, sino que estén eligiendo la acción. 

Hoy no hay que subestimar a estos nuevos actores políticos. Pueden postear fotos de gatitos y pilchas, mostrarse banales (en términos de Robespierre: chetives marchandises) y también pueden opinar, adherir a reformas y convocar a militarlas. Por su peso y comportamientos los sub-35 se parecen a los enormes "ciudadanos anfibios" modernos que describe Albert Hirschman, que tienen deseos reprimidos y encuentran vías de escape en la acción pública.

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