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Los radicales llenos de interrogantes

Las fórmulas conjuntas encabezadas por el PRO pueden imponerse si no aparecen candidatos competitivos

¿Habría un radical paloma acompañando a Rodríguez Larreta y un halcón con Patricia Bullrich?
¿Habría un radical paloma acompañando a Rodríguez Larreta y un halcón con Patricia Bullrich?
Augusto Milano 21 diciembre de 2022

En la UCR no hay consenso sobre qué hacer con la candidatura presidencial, como quedó en claro en la reunión del martes, que contó con la presencia de varios dirigentes de peso.  El mandato de los organismos partidarios es presentar un candidato propio en las primarias. Pero no hay acuerdo sobre cómo definir a ese candidato. 

El titular del partido, Gerardo Morales, propuso hacerlo mediante una interna de la que puedan participar afiliados  e independientes. Pero muchos comités provinciales no acompañan esa idea y tampoco lo hace Facundo Manes que competiría con Morales por la nominación presidencial. Es un camino que hoy está virtualmente descartado. 

Otro tema en el que tampoco hay consenso y es en el de las fórmulas compartidas. Más allá de lo que se afirma públicamente, la mayoría de los dirigentes radicales admite en privado que hoy no tienen un candidato competitivo en condiciones de ganar las primarias y, por lo tanto, lo razonable sería colocar el candidato a vicepresidente y negociar la composición de un eventual gabinete.  

Otro tema a resolver es que ocurriría en el caso de que el PRO presente dos candidatos y ambos quieran tener a un radical de compañero de fórmula. ¿Habría un radical paloma acompañando a Rodríguez Larreta y un halcón con Patricia Bullrich?  

Como hay de las dos especies eso implicaría un radicalismo dividido entre dos fórmulas, un escenario poco deseado para la dirigencia partidaria. 

Muchos radicales consideran que no sacarían ventaja frente a la división de sus socios PRO porque una primaria entres los candidatos más competitivos del PRO tendría mucha presencia mediática y atraería a muchos votantes con el riesgo de desplazar al postulante radical. Por otra parte, no puede desconocerse el voto táctico, porque al integrar Juntos por el Cambio el hemisferio no peronista de la política argentina, los votantes de ese espacio tiende a apoyar a aquel candidato que ven con más posibilidades  de derrotar al peronismo. Macri se benefició en las primarias de 2015 de ese comportamiento.    

En este contexto, un radical de mucho predicamento le dijo a El Economista "que no debería pensarse tanto en un candidato presidencial sino en fortalecer al partido en los próximos meses y consolidar su poder territorial para negociar con el PRO la integración de la fórmula y la distribución de cargos en un futuro gobierno desde una posición de mayor fortaleza".

De todas maneras, cualquiera sea el camino que se intente, requiere un liderazgo interno que muchos reclaman, pero que hoy no asoma con claridad.    

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