Silvina Batakis, quedó demostrado, reunía la condición indispensable para ser nombrada ministra: no sería vetada por Cristina.
El viernes, en Santa Cruz, fue la primera vez en casi un año en que la vicepresidenta no cuestiona a quién está al frente del Ministerio de Economía.
La salida de Guzmán fue considerada un triunfo para el kirchnerismo, largamente enfrentado con el exministro, pero las definiciones y las primeras medidas anunciadas hoy por Batakis no van en la dirección que le reclamaban a su antecesor.
En sus primeras declaraciones, Batakis se comprometió a cumplir el acuerdo con el FMI que el kirchnerismo duro, los liberales y la izquierda rechazaron en el Congreso sin considerar las consecuencias de esa decisión. También se manifestó en contra de subir las retenciones, un camino que aconsejaba el kirchnerismo para contener la inflación y del salario básico universal.
Las medidas anunciadas por Batakis, rodeada por los ministros más identificados con ellas, fueron también una señal política fuerte. También lo fue su contenido fiscalista, que se contrapone con discursos recientes de la vicepresidenta que negó consecuencias inflacionarias a los desequilibrios de las cuentas públicas.
¿Volverá entonces Cristina a señalar en algún momento sus diferencias con el enfoque de la política económica o el riesgo de una hiperinflación, que ella percibe como posible según la imprudente infidencia de Juan Grabois, la llevará a moderar sus críticas?
Reducir el nivel de conflictividad en la coalición oficialista es un paso necesario para tranquilizar la economía.
Pero no es suficiente porque lo esencial será conocer los resultados de las medidas de la ministra para enfrentar una elevada inflación y una creciente brecha cambiaria con todos sus efectos distorsivos que no pueden sostenerse en el tiempo.
Además de los análisis habrá datos objetivos para conocer la respuesta de los mercados que serán los resultados de las licitaciones de bonos y letras que comenzarán esta semana y la evolución de los dólares financieros.
De todas maneras, los márgenes para que haya cambios en la orientación de la política económica son limitados. Hay una visión ideológica que, más allá de algunos matices, es en líneas generales compartida por los integrantes del Frente de Todos, del que Batakis es una integrante orgánica.
Tampoco otorga mucho espacio para realizar cambios lo que el Gobierno entiende que es necesario hacer para mantener su base de sustentación social, que es recuperar los ingresos reales.
- Por eso, cualquier cambio de la economía no se alejará mucho de la baja de herramientas compartidas en el FdT.
