Por Augusto Milano
Ayer Juntos tuvo su foto de unidad. Reunió a sus principales figuras y candidatos en todo el país para intentar mostrase como la contracara del oficialismo que expuso diferencias internas luego de la derrota sufrida en las primarias.
La oposición, sabe además, que el Gobierno hará todo lo posible para intentar modificar el resultado como lo demuestran el dinamismo que le pretenden dar a la gestión los nuevos ministros y las medidas que se están adoptando para recuperar el apoyo de los sectores sociales que no lo apoyaron en la magnitud que esperaban.
Revertir el resultado de las primarias no ha sido lo habitual, pero se registran suficientes antecedentes como para ilusionar al oficialismo, sobre todo en los distritos con menor número de votantes.
Como en Juntos hubo muchas primarias competitivas, el desafío de los ganadores es retener el apoyo de los que votaron por los que perdieron. Es más fácil de lograr en el caso de las listas de diputados que terminaron integrándose en la mayoría de los casos que en las de senadores.
Para eso resulta clave mostrar una coalición unida como se intentó hacer ayer. Además, en el encuentro, se procuró reforzar la identidad propia de la coalición más allá de los distintos partidos que la integran. Esa estrategia en buena medida está allanada porque en muchas provincias no hubo competencia entre listas puras del PRO y de la UCR sino que estaban integradas por candidatos de ambos o de partidos aliados. Así fue por ejemplo, entre otros casos, en la CABA, Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe.
El principal objetivo de Juntos, que hicieron explícito sus principales referentes, es ganar en aquellas provincias en la que se eligen senadores para de esa manera arrebatarle el quórum propio al oficialismo. Por eso, el esfuerzo se va a concentrar en agregar bancas en Chubut, Corrientes, Santa Fe y La Pampa. Además, el FdT perdería el senador por la minoría en Córdoba, pero en manos del partido del gobernador Schiaretti. De mantenerse el resultado de las PASO, no habría cambios en la actual distribución de bancas en Mendoza, Tucumán y Catamarca.
El otro objetivo de la oposición, es volver a ganar la provincia de Buenos Aires, por el peso simbólico del distrito, porque sumaría 2 o 3 bancas y por ser clave para obtener la mayoría de votos en la sumatoria nacional.
Las metas que se fijó Juntos son claras y ambiciosas, pero como dice Marcelo Gallardo, “los otros también juegan”.
